Un festival junto al puente que ya no está
Hasta el 28 de este mes se realizará la 57 edición del Festival de Avignon, una celebración tradicional que convoca a muchísimos artistas y visitantes.
Avignon es famosa por el puente que los franceses construyeron en el siglo XII sobre el río Ródano, y que inspiró una canción infantil que cantaron niños de todo el mundo.
Los franceses llamaron a esa enorme estructura de 900 metros de largo y 22 arcos el puente de Saint Benezet, al que el paso del tiempo y los azotes de la naturaleza terminaron por vencer.
Pero lo que menos imaginaron fue que inspiraría esta canción: "Sobre el puente de Avignon/todos bailan todos bailan/ sobre el puente de Avignon/ todos bailan y yo también/ Hacen así/ así las lavanderas/ hacen así/ así me gusta a mí".
Lo cierto es que el famoso puente de Avignon se quebró y se hundió en el río, pero en el fantástico mundo de los recuerdos sigue intacto, bello.
De él sólo quedan algunos tramos, que no alcanzan para unir las orillas del río.
Durante buena parte del siglo XIII Avignon fue para el mundo "la ciudad de los Papas", hasta que el Vaticano le arrancó la jerarquía de capital de la fe cristiana.
Sin embargo, allí quedó, como testimonio de un pasado trascendente, el majestuoso Palacio de los Papas.
El papa Benito XII fue quién ordenó construirlo en estilo románico y lo llamó Palacio Antiguo, pero fue Clemente VI quién lo enriqueció con obras de arte y detalles góticos, y lo llamó el Palacio Nuevo.
Frente al Palacio está el Hotel de la Moneda, considerado el edificio más itálico de Avignon, en cuya fachada se ven las águilas y los dragones que adornan los escudos de armas del papa Pablo V.
Pero no todo es historia y religión en la bella ciudad de Avignon: el jardín de Doms tiene una vegetación deslumbrante, muchas estatuas y pequeños estanques de aguas calmas.
Hay una leyenda que dice que una misteriosa voz le ordenó a Benito que levantara una roca y la pusiera sobre la costa del río, mensaje que el Papa interpretó como una señal divina para que construyera ese puente que finalmente sucumbió.
La profecía dice que otro hombre llegará para unir de nuevo las orillas del Ródano.