Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El deceso de Pérez Ballester

Con el deceso del doctor Bautista Pérez Ballester, la comunidad médica y científica de Bahía Blanca ha perdido a uno de sus caracterizados profesionales. Nacido en Punta Alta, hace 69 años, ejerció la labor de ginecólogo y obstetra desde 1963. Pronto, Pérez Ballester se interesó en todos los avances que se fueron sucediendo en el campo de su especialidad.


 Con el deceso del doctor Bautista Pérez Ballester, la comunidad médica y científica de Bahía Blanca ha perdido a uno de sus caracterizados profesionales.


 Nacido en Punta Alta, hace 69 años, ejerció la labor de ginecólogo y obstetra desde 1963.


 Pronto, Pérez Ballester se interesó en todos los avances que se fueron sucediendo en el campo de su especialidad.


 Cuando, en 1978 se produjo la primera experiencia positiva de un bebé nacido de la unión de un espermatozoide con el ovocito en condiciones in vitro fuera del útero, fijó aquí su mirada, con la intención de poder incorporar esas técnicas, a futuro, a la medicina de Bahía Blanca.


 Ese desarrollo tecnológico de alta complejidad llegó, definitivamente a nuestro medio, cuando Pérez Ballester creó el Centro de Medicina Reproductiva y Fertilización Asistida del Hospital Regional Español.


 Aquí, la primera serie de pacientes se desarrolló en junio de 1992 y el primer parto ocurrió en febrero de 1993.


 A partir de este momento, numerosas parejas encontraron, felizmente, el camino como para, después de un adecuado tratamiento, tener hijos a través de las distintas variables tecnológicas y médicas.


 Periódicamente, Pérez Ballester solía ampliar su especialización no sólo en encuentros científicos que se realizaban en la Argentina, sino en otros países, particularmente en los Estados Unidos.


 El extinto también presidió diversas organizaciones científicas y fue organizador de congresos y seminarios médicos, entre ellos el concretado en 1981, en nuestro medio, ocasión en la que estuvo presente el creador del método de fertilización asistida que diera lugar al nacimiento del primer bebé de probeta en el mundo.


 Por sus conocimientos y su actuación, supo recibir distinciones de varias organizaciones vinculadas con su labor.


 En forma reciente, el doctor Bautista Pérez Ballester había acordado, con el doctor César Pasqualini, una asociación entre el Centro de Medicina Reproductiva local y Halitus, uno de los institutos a la vanguardia en la materia en el país, con el objetivo de lograr un intercambio de especialización e información en beneficio de los pacientes de nuestra región y el sur del país.


 Pérez Ballester formó una familia y era padre de tres hijos.