Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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La venta de combustible sigue en picada y crecen las señales de alerta

Estacioneros de Bahía y la zona advierten que la disparidad de precios con el norte de la Patagonia ponen en riesgo decenas de comercios y miles de puestos de trabajo. Tras 15 meses de gestiones, la solución no aparece.
La venta de combustible sigue en picada y crecen las señales de alerta. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Por Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com

   Estacioneros de Bahía Blanca y una amplia región advirtieron que sigue cayendo la venta de combustibles líquidos por efecto de la denominada “ley Pichetto”, lo que pone cada vez en mayor riesgo de desaparición a miles de puestos de trabajo.

   “El 80% de las estaciones de servicio de Bahía que no están junto a alguna ruta ya perdieron casi todos los clientes con camiones que atendían en su cuenta corriente. La caída de la venta es cada vez mayor y algunos están quedando en una situación muy comprometida”, dijo el titular de la Cámara de Estacioneros de Bahía Blanca, Mario Parigiani.

   En las localidades bonaerenses que están cerca del límite con el distrito de Patagones o la provincia de La Pampa la situación es similar: todas denuncian caídas generales de las ventas que van del 20% al 60%.

   Esta situación es una consecuencia directa de la aplicación de ley 27.209, que fue impulsada por el senador nacional Miguel Pichetto (Río Negro) y promulgada por la expresidenta Cristina Fernández unos 15 días antes de dejar su cargo. 

   La norma amplió la exención del Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) a toda la Patagonia, lo que provocó que hoy en ese territorio el litro de gasoil o nafta cueste entre 2 y 5,5 pesos menos que en el resto del país.

   “El problema es claro: hoy el que tiene que viajar al sur carga en Bahía y la zona el combustible justo y necesario para llegar a la región exenta. Los transportistas ya ni paran, porque saben que a 150 kilómetros de Bahía, por cualquiera de las tres rutas que van a la Patagonia (3, 22 y 35), el combustible es mucho más barato”, describió Parigiani.

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   “Que ocurra esto no afecta solo al sector del combustible --agregó--. El que hace 30 kilómetros para llenar el tanque en La Pampa, por ejemplo, también aprovecha y hace alguna compra o pasea. La ley Pichetto está provocando que caigan las ventas en el comercio en general”.

   El dirigente también mencionó que una amenaza aún mayor constituye la pretensión del distrito de Villarino de integrar la Patagonia.“Ahí sí directamente van a cerrar varias de las 30 estaciones de servicio de Bahía y van a caerse muchos de los 500 puestos laborales que hoy sostienen en forma directa. La destrucción del sector sería enorme”.

Alternativas para hallar una solución

   Juan Carlos Basílico, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles de Buenos Aires, confió a "La Nueva." que hasta el momento las gestiones para atenuar los efectos nocivos de la “ley Pichetto” no han generado resultados positivos.

   “Hemos enviado notas al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora María Eugenia Vidal, y hace unos días nos reunimos con 35 legisladores nacionales, pero la solución todavía no aparece”, dijo.

   El dirigente señaló que hay pocas posibilidades de que deroguen la ley 27.209, por lo cual una alternativa es brindar algún beneficio a las estaciones bonaerenses.

   “Lo que le estamos diciendo a todos es que hay 300 bocas (estaciones de servicio) en riesgo por caídas en las ventas, con una cantidad importante de puestos laborales”, señaló.

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   Parigiani agregó que, como resulta inviable derogar la ley por la negativa de los senadores patagónicos, la alternativa es recurrir al Ejecutivo.

   “La solución es que intervenga el ministro de Energía (Juan José) Aranguren, al que se pidió una audiencia y todavía no la concedió. Las opciones son una baja generalizada del precio de los combustibles en esta zona o redefinir los beneficios que tiene la Patagonia, para que la diferencia no sea tan grande”, resumió.

   El dirigente bahiense dijo que tiene previsto reunirse la semana que viene con el diputado nacional Nicolás Massot, jefe de la bancada oficialista, para continuar buscando soluciones.“Vamos a seguir insistiendo con que hay que llegar a medidas razonables. Si la Patagonia norte va a tener exenciones en los combustibles, que la diferencia final de precios sea de 1 o 1,50 pesos, pero no de 5,50”, insistió.

Certificado de defunción

   Según información oficial del Ministerio de Minería y Energía de la Nación, en Bahía Blanca y la zona de influencia que no está dentro de la Patagonia las ventas de combustible vienen cayendo sostenidamente desde noviembre de 2015 (mes en que se promulgó la ley).

   El caso de Bahía sirve como ejemplo: en 15 meses la venta de todos los combustibles líquidos cayó el 28,6%. Mermas similares se observan en el resto de las poblaciones ubicadas a no más de 30 kilómetros del límite con la Patagonia, aunque acaso la situación más dramática sea la que están atravesando las estaciones de servicio de Pedro Luro.

   “A nosotros nos fimaron el certificado de defunción”, contó a este diario Elsa Christensen, dueña de la estación de servicio de bandera Shell en esa localidad de Villarino, donde trabajan 34 empleados.

   Su comercio está a 100 metros del río Colorado, límite norte de la Patagonia. Del otro lado del curso de agua, a apenas 2 kilómetros, comenzó hace muy poco la construcción de una estación de servicio que podrá vender combustibles líquidos libre del ITC.

   “Desde que está la ley nuestras ventas bajaron el 25%, y dentro de poco van a vender combustible mucho más barato a 5 minutos de Pedro Luro. Hasta yo voy a ir a cargar allí”, ironizó.

   “La verdad, sentimos que nos toman el pelo. En 2014 iniciamos un plan de inversión que termina este año y aún estamos pagando. Hoy lo único que espero es terminar de cancelar el crédito antes de que abra la nueva estación”, agregó.

   Cristina Márquez, encargada de la estación de servicio de Médanos, dijo que la “ley Pichetto” redujo las ventas “entre un 45% y 50%” desde diciembre de 2015. “Las personas que van al sur directamente te dicen que les cargues 200 o 300 pesos para llegar a Río Colorado y ahí sí llenar el tanque”.

   “Nuestra situación es crítica --agregó--, porque si la gente no para a cargar nafta también se resiente el ingreso de clientes a la tienda. Tuvimos que reducir personal, endeudarnos y vender otras propiedades para sostener nuestro negocio. Hoy vivimos día a día, y corriendo con el banco y los sueldos”.

   La encargada sostuvo que se complica sostener los puestos de trabajo, que son 16. “No vemos una luz, ni siquiera lejana, porque se generó una competencia muy dispar”, remarcó.

   Ricardo Tunessi, dueño de la estación de servicio de Algarrobo, dijo que las ventas en su comercio cayeron alrededor del 20%, lo que pone en riesgo la fuente laboral de seis familias.

   “Vendíamos 200 metros cúbicos y ahora andamos en 165. El consumo se retrajo, pero la 'ley Pichetto' fue decisiva. Todos los que están a medio camino entre Algarrobo y Río Colorado ahora se van allá”, dijo.

   “No hemos tenido que reducir personal, pero estoy con lo justo y sin expectativa de crecer”, agregó.

   El empresario dijo que la ley fomenta el contrabando de combustible y el transporte inseguro de sustancias inflamables.

   “Si quieren favorecer a la Patagonia profunda, que lo hagan; pero que favorezcan a zonas ricas de La Pampa, productivamente mucho mejor que la nuestra, es un despropósito”, opinó.

“En la Patagonia cargan todo lo que pueden”

   Mauro Lapacó, encargado de la estación de servicio de Rivera, donde trabajan unas 13 personas, señaló que en ese comercio la venta de naftas bajó el 40% y, la de gasoil, del 10% al 15%. “Perdimos muchos clientes particulares y transportistas. Tengo familiares en La Pampa y los domingos, cuando regreso, la ruta es un desfile de gente de Rivera que está volviendo de dar 'la vuelta al perro' en Macachín y de cargar combustible. Estamos a nada más que 38 kilómetros”, contó.

   “En Villa Maza la situación es peor, porque a 10 kilómetros tienen una estación pampeana. La gente directamente va a cargar y vuelve”.

   El directivo señaló que la tendencia indica que la situación va a empeorar. “El ITC aumenta en forma porcentual; entonces, en la medida en que aumente la nafta, la brecha va a ser mayor”.

   Lapacó sostuvo que, mientras hay estaciones que “están destruidas”, otras --las ubicadas del lado pampeano-- registraron subas en las ventas del 100% o más.

   “En la Provincia de Buenos Aires, en general, la venta de combustible bajó un 30%, y en La Pampa aumentó un 40%. Los camiones salen con lo mínimo y en la Patagonia cargan todo lo que pueden”.

   Adelmo Fuhr, encargado de una de las tres estaciones de servicio de Darregueira, contó que el comercio que administra “perdió muchísimos litros vendidos”.

   “Perdimos entre el 22% y el 25% de las ventas. Estamos a 35 kilómetros de Guatraché (La Pampa), donde el litro de nafta (premium) se vende a 5 pesos menos por litro. Es demasiado”, enfatizó.

   El encargado sostuvo que se está manteniendo el plantel de personal, aunque reconoció que “hay mucha preocupación” por la continuidad de la estación.

   “Desde el 1 de septiembre hasta febrero bajamos la venta de combustible en más de 400 mil litros -graficó-. Competir de igual a igual es muy difícil”, completó.