Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Se prepara la intervención para la puesta en valor del parque Independencia

Para este mes se prevé el llamado a licitación de la etapa inicial, a realizarse sobre el borde de la avenida Pringles. Se busca un lugar integrador, convocante, inclusivo, autosuficiente y emblemático.

El parque dispondrá de sitios convocantes, buscando asegurar una situación de “permanencia y continuidad, un escenario agradable y un lugar de intercambio”. / Fotos: Pablo Presti-La Nueva y Archivo La Nueva.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   A tres meses de designar un ganador del concurso de refuncionalización y puesta en valor del parque Independencia (la empresa BBAG de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), la municipalidad de Bahía Blanca avanza con la preparación del pliego para convocar a licitación para una primera intervención en el paseo.

   “Desde la secretaría de Movilidad Urbana y Espacios Públicos ya remitimos la documentación a Infraestructura para que la evalúen”, señala el arquitecto Arrigo Reale, director del área de Dirección Planificación Urbana.

Arq. Arrigo Reale, director del área de Dirección Planificación Urbana del municipio de Bahía Blanca.

   “La idea es, este mes, estar en condiciones de llamar a licitación con una primera etapa”, agrega.

   Esta primera intervención se realizará sobre el borde del parque Independencia que se recuesta sobre la avenida Pringles.

   Supone la primera señal de apertura del paseo planteada en el proyecto ganador; esto es, el objetivo de convertir al espacio “en un lugar integrador, convocante, inclusivo, autosuficiente y emblemático”, a partir de un parque “de uso comunitario que se caracterice por sus propuestas cívicas, culturales y vecinales”.

   Esta primera intervención tiene asignado un presupuesto de 25 millones de pesos e interviene en una franja perimetral recostada sobre la avenida Pringles, con el retiro casi total del muro existente sobre la línea municipal; la construcción de caminos peatonales y bicisendas y el desarrollo de una importante intervención paisajística, de modo de dotar al sitio de un carácter propio e identificatorio.

   Una de las ideas destacadas del proyecto de puesta en valor del parque en su totalidad es, precisamente, generar distintas unidades de paisaje, “a partir de un ecosistema que permita la permanencia de la vegetación, la convivencia entre especies con bajo mantenimiento, conformando una propuesta con arraigo y pertenencia”.

   El paseo quedará organizado en cinco unidades de paisaje. Una de ellas es la preexistente —respetando los árboles que se encuentren en buen estado— y las cuatro restantes recrearán ambientes naturales de la región, como el humedal, el pastizal pampeano, el bosquecillo serrano y el cardenal.

   De esta manera se buscará atraer a la fauna propia de estos ecosistemas, al ofrecer condiciones de refugio, hábitat y alimento.

   El parque dispondrá así de sitios convocantes, buscando asegurar una situación de “permanencia y continuidad, un escenario agradable y un lugar de intercambio”.

El primer paso

   La primera intervención, que sin dudas será una carta de presentación de cómo se pretende reconvertir el paseo, abarcará una franja de terreno que se inicia en el acceso principal al paseo y se extiende hacia la siguiente tranquera, sobre la avenida Pringles.

   Se hará la demolición del pavimento existente (en muy mal estado) para proceder a la construcción de nuevos caminos, unos 6 mil m2, en diferentes texturas, colores y materiales, de manera de identificar claramente sus usos peatonales y como bicisendas.

   Se colocarán bancos de hormigón y fundición, cestos y bicicleteros.

   Desde el punto de vista de la flora, el sitio será receptor de cerca de 500 plantas ornamentales ordenadas en distintos jardines. Serán arbustos de poco mantenimiento, con flores de distintos colores, la mayoría perennes, y cuya altura en general no excederá el metro.

   “Las piezas y dispositivos tienen como principal objetivo ser usados, queridos y apropiados, de manera que alienten las visitas regulares de los usuarios. El paseo se propone como soporte, además, para actividades como talleres, clases, recitales, asambleas, espectáculos, recreación y descanso”, señalan los autores del trabajo.

La modificación de los bordes

   Esta primera intervención plantea la apertura del parque hacia la ciudad, modificando sus bordes.

   El proyecto plantea esos sitios como “lugares de encuentro y de integración, evitando todo tipo de barreras y obstáculos”, entendiéndolos como un espacio para la pausa y el descanso, una transición entre la ciudad y el verde, que contiene el dispositivo “en movimiento” con sus bicisendas, carriles para correr y caminar, con bancos y equipamiento como bebederos y luminarias.

   El tratamiento invita al uso inmediato del paseo y contempla la accesibilidad de todas las personas, en toda su extensión.