Medalla de bronce... ...corazón de oro
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Con su principal figura, el bahiense Emanuel Ginóbili, fuera de la cancha por lesión, el seleccionado dirigido por Sergio Hernández cosechó ayer un nuevo logro en una rica historia, la que incluye el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002 y la presea de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Notable primer tramo. El primer paso para lograr el triunfo fue la defensa, maniatando a los lituanos, quienes apenas consiguieron 3 triples sobre 11 intentos en los primeros 20 minutos.
El resto dependió del ataque, y allí Argentina fue efectiva en la pintura, primero con Scola (10 puntos), después con Oberto (4) y algunos tiros del perímetro de Delfino.
Sin embargo, Argentina no pudo despegar, ya que Lituania complicó mucho con sus hombres altos en la zona de la pintura, y entonces ese primer cuarto cerró con un 24-21, en favor de los de Sergio Hernández.
Pero el partido dio un vuelco a partir del tercer minuto del segundo cuarto, cuando Argentina comenzó a bombardear a los europeos con tiros desde la zona de tres puntos. Así se llegó a una diferencia de 13 puntos (44-31), que provocó la tranquilidad propia y la desesperación lituana.
No dejó dudas. Los primeros 8m. del tercer cuarto fueron espectaculares y decisivos. Argentina borró literalmente de la cancha a Lituania en base a una defensa asfixiante, que provocaba que los jugadores europeos no pudiesen llegar a posiciones de tiro efectivas.
A un minuto 40 segundos para el final de ese tramo del partido, el tablero electrónico no sólo marcaba un resultado impensado, 68-44, sino también a una Lituania cabizbaja, entregada.
Sin embargo, en el arranque del último cuarto, Argentina ingresó en el único bache del partido, que lo llevó a marcar sólo 3 puntos (un triple de Delfino) en casi tres minutos, mientras que Lituania gracias al goleo de Kaukenas y Maciulis comenzaba a acortar la diferencia.
Lituania llegó a ponerse 71-59, con mucho tiempo en el reloj, pero después de un tiempo muerto, la Argentina recuperó el ímpetu defensivo (resultaba conmovedor el esfuerzo de Nocioni, Prigioni y Delfino, tirándose al piso para disputar una pelota) y volumen de juego, para volver a despegarse en el marcador. Y, así, llegar a escribir otra página dorada en la historia del básquetbol albiceleste.
Argentina 87
Prigioni6
Delfino20
Nocioni14
Oberto9
Scola16
L. Gutiérrez11
Quinteros11
R. González0
A. Porta0
J. Gutiérrez0
DT: S. Hernández
Lituania 75
Jasikevicius9
Kaukenas14
Siskauskas15
Javtokas7
Lavrinovic3
Jasaitis5
Kleiza5
Petravicius3
Lukauskis8
Maciulis6
DT: R. Bataunas
Cuartos: Argentina, 24-21, 46-34 y 68-49.
Arbitros: Eddie Rush (Estados Unidos), José Carrión (Puerto Rico) y Fabio Facchini (Italia).
Estadio: Gimnasio Olímpico de Beijing.
Bahiense I
El orgullo de "Oveja"
El entrenador del seleccionado argentino de básquetbol, el bahiense Sergio Hernández, se mostró "orgulloso" por la medalla de bronce que su equipo consiguió en los Juegos de Beijing.
"El haber ganado la medalla de bronce en los Juegos con el mismo equipo significa mucho, más para un nación que no tiene una larga tradición de básquetbol. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado", afirmó el seleccionador bahiense.
"Sabíamos que debíamos defender esa medalla dorada con nuestras vidas, y lo único que nos faltó fue jugar la final, pero sabemos que la jugaron los dos mejores equipos: España y Estados Unidos", añadió posteriormente, el técnico argentino.
"Lo importante fue que el equipo entendió que había que disimular la ausencia de `Manu' (Ginóbili) con juego de equipo y actitud", puntualizó.
Por último, Hernández se refirió a su propia experiencia, tras estos Juegos.
"Fue algo único, no sólo por la medalla, sino también por lo que uno se lleva en el plano profesional y humano", concluyó.
Bahiense II
El llanto de "Manu"
Emanuel Ginóbili intentó jugar ante Lituania, y lloró de impotencia dentro del vestuario, tras comprobar en la entrada en calor que su lesión le impedía actuar.
"Estaba muy dolido por no poder jugar, estaba peor anímica que físicamente. Pero después de ver lo que hicieron los chicos me siento muy feliz, como si hubiese jugado", expresó el bahiense, luego de observar el triunfo argentino desde el banco de relevos.
"Manu" arribó al Olympic Basketball Gymnasium y, silenciosamente, comenzó a vestirse con su uniforme, se colocó vendas en sus tobillos, las medias, las zapatillas y la camiseta.
"Nadie le dijo nada, nadie quiso preguntar. Sólo el médico me dijo que él iba a intentarlo y lo hizo", relató el entrenador del seleccionado nacional, Sergio Hernández.
El capitán argentino probó y no pudo. Durante diez minutos ensayó distintos movimientos con su tobillo izquierdo, durante la entrada en calor con sus compañeros, pero el dolor lo perturbó todo el tiempo. La lesión no lo dejaba participar.
La impotencia invadió en esos instantes a la estrella argentina de los San Antonio Spurs, que no pudo contenerse y lloró dentro del vestuario.
"Pobre `Manu', estaba muy mal. Pero verlo llorar por nosotros nos motivó mucho más y, por eso, todo este triunfo es para él", expresó el alero Andrés `Chapu' Nocioni.
"Se me puso la piel de gallina al ver lo que hicieron mis compañeros. Lo del `Chapu' no lo puedo creer. Estaba en una pierna y presionaba como si fuese un pibe de 20 años", se emocionó Ginóbili.
"Lo de Delfino también, como `Leo' (Gutiérrez), que no había jugado un minuto en todo el torneo, vino y casi lo definió. Como lo de Quinteros y como todos los que entraron y aportaron muchísimo", destacó.
"Da mucha alegría ver que tus compañeros hacen algo así, ser parte de esto es muy `groso'", concluyó.