Intentaron desafiar a la pandemia y, finalmente, tuvieron que regresar a sus casas

Redacción de La Nueva.

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   Virtus Bolonia, equipo donde juega el argentino Marcos Delía, había decidido retomar los entrenamientos, con los cuidados que ellos consideraban acordes para evitar el contagio del coronavirus.

   No obstante, los focos de infectados en el norte de Italia, las duras críticas recibidas y el endurecimiento por parte del gobierno en cuanto a impedir toda actividad de no producción ese cial, obligaron a dar marcha atrás después de dos días de experiencia y así darle a sus jugadores trabajos para que realicen en sus propias casas.

   Virtus Bolonia tenía margen para poder entrenar, ya que el artículo 1.d del decreto del Presidente del Consejo de Ministros italiano permitía los entrenamientos mientras esté detenida la competición en el país.