Bahía Blanca | Sabado, 06 de diciembre

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Un cierre muy turbulento para un año muy complejo

La columna semanal del corresponsal de La Nueva. en la capital de la provincia.

La expectativa se adueñó de la atmósfera política. Lentamente, la provincia de Buenos Aires va cerrando un año que termina siendo muy complejo, y en el cual no se percibe que haya un alivio económico para los próximos meses.

Y así como el Gobierno nacional prepara una nueva versión de su plan de ajuste, ministros del gabinete ministerial bonaerense buscan reflejar algunas crónicas de impacto negativo relacionadas con el cierre de empresas y despidos laborales, más la caída de las ventas comerciales que tienen consecuencias directas sobre el entramado productivo.

Entre los tres grandes sectores más afectados en la PBA por la política económica de la gestión libertaria se indican la actividad industrial, la construcción y el rubro comercial. “A esto se le suma un mercado interno destruido por la pérdida del poder adquisitivo y el aumento del desempleo, más la suba en servicios públicos esenciales (desde la tarifa de luz y agua hasta la nafta y los pasajes en el transporte automotor) que tendrán su impacto en el presupuesto familiar con salarios congelados por debajo de la inflación”, subrayan sobre las diagonales.

Con un recorte de casi 13 billones de pesos por parte de Nación y la caída en la recaudación producto de la crisis económica, el gobernador Axel Kicillof debe afrontar vencimientos de la deuda contraída con anterioridad, y a la vez, explora la posibilidad de garantizarse recursos para gestionar un Estado  bonaerense con necesidad de continuar obras municipales y gastos salariales corrientes. 

“Hace unos años, aquellos que levantaban la mano para aprobarle un endeudamiento a la exgobernadora María Eugenia Vidal ahora parece que las tienen atadas a la cintura”, se quejaban legisladores peronistas en obvia alusión al PRO y los radicales, entendiendo que la actual solicitud de Kicillof era indispensable para garantizar obras distritales.

El trasfondo en la negociación entre emisarios de la Gobernación y legisladores por el aval para un endeudamiento -que incluyó la disputa por el recambio de autoridades en el parlamento provincial, cargos en organismos estatales, como el directorio del Bapro, y el reparto de fondos para los municipios- se dio ante un evidente contexto de desconfianza entre los propios actores del oficialismo peronista-kirchnerista y las múltiples terminales de la oposición parlamentaria.

La situación expuso la fragilidad política del entorno ministerial de Kicillof. Después de muchísimas horas de incertidumbre e interminables cuartos intermedios, el propio Gobernador decidió abrir su teléfono personal para intentar negociar con los jefes de los distintos bloques. 

En términos legislativos, La Cámpora consiguió a mediados de semana el premio que pretendía: la presidencia rotativa de la Cámara de Diputados bonaerense compartiendo la administración presupuestaria, año de por medio hasta 2027 con los renovadores de Sergio Massa.

Fue una movida que permite reflejar la fragmentación de intereses que coexisten dentro de la comunidad de Fuerza Patria. Todo eso, al final, terminó relegando al kicillofismo a tener que conformarse con una de las cuatro vicepresidencias de la Casa de la avenida 53, al igual que el PRO, la UCR y LLA. 

Del otro lado de las puertas giratorias que dan a los pasillos del Senado, la gran elección de autoridades pasa, casi exclusivamente, por la definición en la jefatura del bloque del oficialismo de FP, donde se abrió un compás de espera hasta nuevo aviso.

Días atrás, la cúpula partidaria de La Libertad Avanza volvió a marcar posicionamiento político sobre la Provincia saliendo a cuestionar con dureza no sólo a Kicillof sino también el hecho de que legisladores -al límite de terminar su mandato- pudiesen decidir sobre un millonario endeudamiento en dólares que condicionaría a la Provincia en los próximos años. 

Aseguran que la bajada de línea presidencial que llegó a la Legislatura bonaerense fue contundente: no avalar el pedido de empréstito que pidió Kicillof para “financiar su propia campaña presidencial” y mucho menos, multiplicar la casta con la ampliación del directorio del Bapro.

Muchos aseguran que la advertencia no sólo fue para los libertarios sino que además incluyó a los amarillos del PRO. “Acá no hay lugar para librepensadores. Si no votan en contra de lo que pidió Kicillof, se rompe el acuerdo y eso incluye que deberán dejar los cargos que tienen en distintos organismos de Nación”, aseguran. 

Los bloques parlamentarios de LLA llegan con un mandato claro: mantener la disciplina interna con una agenda unificada con las reformas que impulsa Milei a nivel nacional para el próximo periodo legislativo bonaerense. Asimismo, reforzar el objetivo que la estructura violeta repite como consigna: llegar a 2027 con un candidato competitivo para gobernar la Provincia.  Mientras tanto, y por ahora, deberán familiarizarse con procedimientos básicos y cuestiones reglamentarias, como las reuniones de labor parlamentaria o los requisitos del quórum para sesionar. 

Los últimos días estuvieron recargados, además, por el adelantado desembarco de los nuevos senadores y diputados electos para representar a distintas fuerzas políticas. Se trató de un acto simbólico previo a la asunción formal de sus mandatos, que recién se materializará a partir del miércoles que viene. 

Si bien Fuerza Patria sumará bancas, la renovada camada legislativa prevé una irrupción de nuevas voces libertarias que podrían complejizar aún más los canales de diálogo con el Ejecutivo.