La Plata se mete en el nuevo mapa del GNL con un proyecto de Camuzzi
El plan, que la empresa detalló recientemente, implica una inversión de USD 3.900 millones, y consiste en la instalación de una barcaza licuefactora en aguas del Río de la Plata.
Camuzzi Gas Inversora dio un paso inédito con la presentación de su proyecto para instalar una unidad flotante de licuefacción en el Puerto La Plata y exportar gas natural licuado a partir de la producción de Vaca Muerta.
El plan, que la empresa detalló recientemente, implica una inversión de USD 3.900 millones y un esquema operativo que combina exportación estacional y abastecimiento interno.
De todas formas, aún requiere aprobaciones técnicas, ambientales y portuarias indispensables para pasar al inicio de las obras.
El proyecto incluye un buque licuefactor offshore, en aguas del Río de la Plata, operativo en una plataforma ubicada frente a Ensenada y un gasoducto subacuático de 10 kilómetros que vincule la instalación con la red troncal de gas.
Ese conjunto de infraestructuras supone una serie de permisos que debe otorgar el Estado nacional y la provincia, además de evaluaciones de impacto que son obligatorias para toda operación offshore y para nuevas derivaciones de gas por ductos.
En la empresa aseguran que la ingeniería conceptual está avanzada, pero reconocen que la etapa de permisos será determinante para alcanzar el cronograma previsto.
Camuzzi anticipó que las obras podrían comenzar en 2026 y que la puesta en marcha se ubicaría hacia 2028. La compañía sostiene que la iniciativa tendrá una doble función: exportar GNL durante los meses de baja demanda interna y, durante el invierno, liberar gas para el mercado local mediante una operación flexible que permitiría optimizar la disponibilidad energética del país.
Ese enfoque se enmarca en la evolución del sistema gasífero argentino, que proyecta amplia capacidad excedente en verano y fuertes picos de consumo en los meses fríos.
Según la hoja de ruta empresarial, el complejo produciría más de dos millones de toneladas anuales de GNL. La cifra coloca al proyecto como uno de los desarrollos más relevantes para la infraestructura energética bonaerense de las últimas décadas y abre una ventana para que el Puerto La Plata gane protagonismo dentro del mapa logístico argentino.
La zona ya cuenta con conexión directa a la red de gas metropolitana y con facilidades portuarias capaces de alojar operaciones de gran escala, aunque el movimiento de una unidad flotante de licuefacción supone adaptaciones específicas en materia de seguridad, medio ambiente y logística marítima.
La empresa también subraya el impacto económico del proyecto, que generaría cientos de puestos de trabajo directos durante la construcción y la operación, además de impulsar la actividad del puerto y de proveedores regionales.
El esquema se plantea como un desarrollo de largo plazo, con una vida útil estimada en dos décadas y un volumen potencial de divisas que se ubica entre los más importantes para la provincia de Buenos Aires en materia energética.
En paralelo, el plan obliga a revisar el tablero energético nacional. El desembarco de Camuzzi en el negocio de licuefacción abre una nueva competencia entre actores interesados en exportar gas de Vaca Muerta y diversifica la localización geográfica de los proyectos.
Hasta ahora, la mayoría de los planes de GNL se concentraban en la costa patagónica, lo que convierte a La Plata en una alternativa con fuerte respaldo logístico y una cercanía directa al núcleo de demanda energética del país.
El proyecto requiere, además, definiciones regulatorias que permitan encuadrar su desarrollo dentro de los programas de incentivo a inversiones de gran escala, especialmente aquellos vinculados a estabilidad impositiva, amortización acelerada y garantías de acceso al recurso gasífero.
La empresa ya trabaja en la preparación de la documentación para encuadrarse en esos regímenes, sin los cuales la rentabilidad a largo plazo del proyecto podría verse afectada.
En el plano ambiental, el gasoducto submarino y la plataforma frente a la costa demandan estudios específicos, tanto por el impacto marino como por la proximidad a zonas urbanas de Ensenada y Berisso.
A pesar de estas exigencias, el proyecto avanza con un fuerte respaldo institucional dentro del Puerto La Plata.
Las autoridades portuarias destacan que la ubicación es ideal por su conexión a la red existente y que la iniciativa representa una oportunidad de crecimiento para la región. La articulación entre la empresa, la provincia y las autoridades sectoriales será un factor decisivo para determinar la velocidad con la que avancen las obras.
Camuzzi busca así posicionarse como un nuevo actor en el negocio global del GNL, en un contexto donde la demanda internacional se mantiene sostenida y Argentina explora nuevas vías para monetizar el gas de Vaca Muerta.