Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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¿Por qué la tecnología hará la diferencia en la campaña gruesa?

Los relevamientos reflejan otro crecimiento del área sembrada. La nutrición pasa a ser clave para definir los planteos agrícolas.

El maíz es el cultivo de mayor expectativa de producción en la agricultura argentina de los últimos años. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el país se sembrarán 7,1 millones de hectáreas de maíz con destino a grano comercial. Esto es un 15 % más que el promedio de las últimas cinco campañas. Además, esta será la octava consecutiva en la que subirá la superficie implantada con el cultivo.

   Es una de las razones por las cuales la venidera campaña gruesa promete ser una de las más prometedoras de la historia agrícola argentina, ya que los datos en soja no son menos relevantes. Casi todos los relevamientos reflejan que habrá un nuevo crecimiento del área sembrada, en un contexto en el que la aplicación de tecnología será clave para definir los planteos agrícolas que obtendrán las mejores productividades por hectárea y serán más sustentables. En este sentido, la nutrición pasa a constituirse en un elemento clave.

   “Este año se inicia una nueva siembra de maíz con la perspectiva de que este cultivo, tan importante para tener una rotación agrícola sustentable y para cuidar a un recurso básico como el suelo, se consolide como el de mayor volumen de producción del país. Esta es una muy buena noticia”, dijo Federico Veller, gerente general de Profertil.

Las Mejores Prácticas de Manejo para maíz incluyen determinar la dosis adecuada y elegir las fuentes pensando en una nutrición balanceada.

   “Este crecimiento sostenido es muy importante para la agricultura, porque genera un círculo virtuoso fundamental en materia de productividad y sustentabilidad, pero también para la Argentina, ya que la cadena maicera suma cada vez más valor agregado y exportaciones que generan las divisas que el país necesita”, agregó.

   Veller dijo que la sostenida expansión maicera también apuntala las inversiones de las empresas para desarrollar más tecnología para el cultivo. Siguiendo con el maíz, la firma desarrolla el programa Maicero, una herramienta de diagnóstico diseñada para apoyar el proceso de toma de decisiones y lograr una correcta fertilización nitrogenada, que considera variables como fecha de siembra, híbrido, condición hídrica y de suelo, entre otros elementos.

   En esa línea, también difunde —desde hace muchos años— las Mejores Prácticas de Manejo (MPM) para la nutrición en maíz, que incluyen determinar la dosis adecuada (en base a herramientas de diagnóstico como el análisis de suelo), elegir las fuentes pensando en una nutrición balanceada, y aplicar en el momento y forma correctos.

   “En esta campaña gruesa que está comenzando los datos de superficie a sembrarse que difunden las entidades están en línea con la fuerte demanda de insumos que venimos viendo por parte de los productores en los últimos meses”, sostuvo Veller.

“Y eso, en el caso del maíz, nos compromete a seguir invirtiendo hacia el futuro, porque este crecimiento todavía tiene mucho recorrido hacia adelante y todos debemos comprometernos, desde nuestro lugar, para que se consolide”, concluyó.