Bahía Blanca | Lunes, 22 de septiembre

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Cuidado de la capa de ozono: de la ciencia a la acción global

La ONU proclamó el 16 de Septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración de la fecha de la firma del Protocolo de Montreal.

Hace cuarenta años, las naciones se reunieron en el marco del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y acordaron adoptar las medidas adecuadas para proteger a las personas y al planeta de la radiación ultravioleta nociva que atraviesa una capa de ozono que podría estar dañada.

Y lo lograron. Sobre la base adicional de información científica, se adoptó el Protocolo de Montreal y se comenzó a eliminar gradualmente los clorofluorocarbonos —sustancias químicas artificiales utilizadas en la refrigeración, los aerosoles y la producción de espuma—, con lo que se puso en marcha la recuperación de la capa de ozono.  

Este año, en el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, se celebra este logro histórico y se mira hacia adelante con ilusión a otros cuarenta años de acción.

El Protocolo de Montreal y el Convenio de Viena siguen siendo cruciales para supervisar los niveles de ozono y radiación ultravioleta, así como las sustancias que agotan la capa de ozono y otras sustancias químicas, como los hidrofluorocarbonos (gases de efecto invernadero), que se están eliminando gradualmente en virtud de la Enmienda de Kigali.  

Los tratados sobre la capa de ozono han simbolizado el paso de la ciencia a la acción global. Y seguirán haciéndolo durante muchos años.

Cabe recordar que la capa de ozono, situada en la estratosfera, actúa como un filtro natural que protege la superficie terrestre de la radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol.

Sin esta barrera, las personas y los animales estarían expuestos a mayores tasas de cáncer de piel, daños en el ADN, cataratas y otras enfermedades.

Además, la radiación UV afecta los procesos fisiológicos y de desarrollo de las plantas, lo que puede alterar ecosistemas enteros. 

Antecedentes

Un número de productos químicos de uso común han resultado ser extremadamente dañinos a la capa de ozono.

Los halocarbonos son compuestos químicos en los que uno o más átomos de carbono están unidos a uno o más átomos de halógenos (flúor, cloro, bromo o yodo).

Los halocarbonos que contienen bromo por lo general tienen mucho mayor potencial de agotamiento del ozono (PAO) que aquellos que contienen cloro.

Los productos químicos sintéticos que han proporcionado la mayor parte del cloro y bromo para el agotamiento del ozono son el bromuro de metilo, el metilcloroformo, el tetracloruro de carbono y las familias de productos químicos conocidos como los halones, los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC).

La confirmación científica del agotamiento de la capa de ozono impulsó a la comunidad internacional a establecer un mecanismo de cooperación para tomar medidas para proteger la capa de ozono. 

Esto se formalizó en el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, que fue aprobado y firmado por 28 países, el 22 de marzo de 1985. En septiembre de 1987, esto condujo a la redacción del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.

Protocolo de Montreal

El objetivo principal del Protocolo de Montreal es la protección de la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas, sobre la base del progreso de los conocimientos científicos e información tecnológica.

El Protocolo de Montreal se estructura en torno a varios grupos de sustancias destructoras del ozono. Los grupos de sustancias químicas se clasifican de acuerdo a la familia química y se enumeran en los anexos al texto del Protocolo de Montreal.

Exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de sustancias químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo.

El calendario establecido por el Protocolo se aplica al consumo de sustancias destructoras del ozono. El consumo se define como las cantidades producidas, más importadas, menos las cantidades exportadas en un año determinado. También existe una deducción por la destrucción verificada.

Las reducciones porcentuales se refieren al año designado como referencia para la sustancia. El Protocolo no prohíbe el uso de sustancias controladas o recicladas existentes más allá de las fechas de eliminación.

En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal sobre sustancias que dañan la capa de ozono (resolución 49/114).

El 16 de septiembre de 2009, la Convención de Viena y el Protocolo de Montreal se convirtieron en los primeros tratados de la historia de las Naciones Unidas en lograr la ratificación universal.

Las Partes en el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono llegaron a un acuerdo en su 28ª Reunión de las Partes el 15 de octubre de 2016 en Kigali, Rwanda, para eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC).

¿Qué pasa en Argentina?

Argentina ha contribuido significativamente a la protección de la capa de ozono mediante su adhesión al Protocolo de Montreal y la implementación de políticas para reducir las sustancias que la agotan.

El país cumple sus compromisos de reducción, moderniza sus industrias, fomenta el uso de bioinsumos en lugar del bromuro de metilo, y monitorea la capa de ozono con una red de espectrofotómetros para evaluar su estado y el impacto del cambio climático. 

Dada su ubicación geográfica, Argentina es particularmente vulnerable al impacto del agujero de ozono sobre la Antártida. 

La recuperación de la capa de ozono es un objetivo internacional que ya está mostrando resultados visibles y se espera que se recupere por completo en las próximas décadas.