Bahía Blanca | Sabado, 08 de noviembre

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Puesta en valor y refuncionalización de una vivienda patrimonial

En una intervención poco frecuente, en un espacio emblemático de la ciudad, la recuperación de una vivienda colonial es una demostración clara que como un bien patrimonial puede recuperar su esplendor.

Descripción del proyecto por Majo Incera y Lautaro González, arquitectos. Desde nuestro estudio asumimos con orgullo la propuesta del propietario del bien, Alejandro Astiz, de poner en valor esta casa emblemática de avenida Alem 185, luego de permanecer por años cerrada y abandonada.

La tarea fue un verdadero desafío: modernizar la vivienda para hacerla funcional y segura, sin perder su carácter colonial ni su valor patrimonial.

El trabajo comenzó con un exhaustivo análisis estructural, en el que descubrimos su sistema constructivo original de perfiles con ladrillos. Con la colaboración de un ingeniero diseñamos una nueva losa que reforzó su solidez y permitió integrar instalaciones modernas de calefacción y climatización, brindando confort sin alterar la estética.

Cada paso fue pensado para respetar la esencia de la vivienda. La cubierta de madera, sorprendentemente intacta, fue conservada; las tejas se repusieron donde fue necesario y la zinguería se renovó con detalles acordes a las molduras originales. En el interior, se reordenaron los espacios para devolverle el carácter de vivienda unifamiliar, optimizando cada ambiente para atender las necesidades de la vida contemporánea.

Los pasos

Breve descripción de la vivienda, superficie, comodidades, originales y actuales. Instalaciones? Se modernizaron?

La casa cuenta con un superficie de 189 metros cuadrados, un jardín delantero, garaje, estar, comedor, baño, lavadero y cocina y el pequeño patio. En la planta alta dos dormitorios, uno de ellos en suite, baño y dos terrazas .

En el trabajo de adecuación se restauraron puertas y herrajes originales, se reconstruyeron molduras y se replicaron en madera maciza la puerta y el portón, que ya no podían conservarse.

Los pisos de pinotea, lamentablemente irrecuperables en varias zonas, fueron reemplazados por un material símil madera, manteniendo su calidez visual. Las ventanas, en cambio, se sustituyeron por aberturas de máxima prestación, respetando la estética colonial pero garantizando eficiencia térmica y acústica.

El resultado es una vivienda que recupera el espíritu de época y, al mismo tiempo, se proyecta hacia el futuro: instalaciones nuevas, mayor confort y seguridad, y una organización espacial pensada para el estilo de vida actual.

Para nuestro estudio, esta intervención fue un compromiso con la memoria de Bahía Blanca, con el valor patrimonial de la avenida y con el deseo de que este tipo de vivienda siga siendo parte viva de nuestra ciudad.

"Fue un gran desafío intervenir en una vivienda que es parte de la memoria de la ciudad"

Una experiencia distinta y gratificante para los profesionales intervinientes fue trabajar en esta recuperación.

¿Cuál fue el pedido del cliente en cuanto a comodidades y usos de la vivienda y cual fue posibilidad de adecuar lo existente a esos requerimientos?

El cliente nos encomendó remodelar una casa que supo ser una cervecería y modificar su uso a vivienda, pudiendo hacer algunas modificaciones de los espacios aunque sin alterar la esencia de la casa colonial.
Tuvimos que estudiar muy bien la vivienda para que cada ambiente volviera a la función para la que fue diseñado. Para eso se modificaron baños y cocina y se agregó un espacio para lavadero.
Pero estando en obra el uso se volvió a cambiar, adecuando la casa a que funcione como escribanía, por lo que fue un gran desafío dar la versatilidad a los espacios.

Lautaro González y Majo Incera, arquitectos

¿Cuál fue la postura en relación a la arquitectura existente?

Desde un primer momento el propietario quiso preservar y poner en valor esta casa, al punto que personalmente eligió y consiguió los pisos y fue muy preciso en su pedido de lograr el estilo colonial con la tecnología y confort actual.

¿Cuáles fueron las intervenciones espaciales más importantes?

Una de las más importantes fue descubrir que las losas estaban hechas de perfiles con ladrillos, por cual, asesorados por un ingeniero,  se decidió hacer losas nuevas sobre esas existentes. Eso contribuyó a una estructura más resistente y perdurable y a poder ubicar las instalaciones por un contrapiso sobre la losa.

¿Qué componentes emblemáticos decidieron preservar o recuperar?

En  el interior se respetó la decoración original, se restauró el hogar original en el  estar y se puso en valor la escalera de madera. También se restauraron las puertas interiores y sus  herrajes

Es habitual que en materia de preservación patrimonial se piense en la fachada. ¿Cómo intervinieron en cuanto a terminaciones y materiales?

Lo primero que hicimos fue recomponer las molduras rotas o quebradas, respetando las líneas originales. La vivienda es patrimonio de la ciudad por lo que trabajamos conjunto con el municipio para su intervención.


¿Qué reflexión hace sobre la decisión de mantener la vivienda en su estado original?

Toda ciudad guarda en sus calles los emblemas que la hacen única. Monumentos, rincones y casas que nos recuerdan quiénes somos y de dónde venimos. Esta es una de las primeras casona que nos habla de esa historia: de un pasado de sueños, de encuentros y de identidad compartida.

Para nosotros fue un gran desafío tener que preservar y poner en valor la casa y adaptarla a los usos de hoy.
Contamos con un equipo de trabajo que supo estar a  la altura para que cada cosa sea tratada como algo único, tuvimos que hacer un gran trabajo artesanal.  

Las viviendas, la severidad de Toledo, la gracia de Sevilla

La vivienda intervenida forma parte de un grupo de tres viviendas neocoloniales diseñadas en 1928 por el estudio del ingeniero Francisco Marseillán y con la construcción a cargo de la empresa Cabré.

El ingeniero Guillermo Martín, profesional de esa empresa, mencionó aquel año que las residencias eran de “estilo colonial y renacimiento, en los que los frentes señoriales y los tejados bermejos formaban un atractivo conjunto”.

El conjunto colonial, foto de época

Destacó la presencia de columnas torneadas y escudos nobiliarios, “todo con la noble severidad de Toledo, atenuada por la gracia de Sevilla”. El uso de mosaicos en el interior hacían “alegre y acogedor el recinto”, dentro del cual, agregó, “el arquitecto puede aunar lo bello y atractivo con lo práctico e higiénico que requieren las necesidades actuales”

Destacó, por último, que este tipo de arquitectura contribuía a embellecer el aspecto de la ciudad, “imprimiendo variedad y encanto a sus calles”.