Preocupación en un balneario de la zona: no hay pejerreyes y temen un éxodo poblacional
Desde el ministerio de Desarrollo Agrario aseguran que en la reserva natural ya no quedan peces, y que debido a la alta concentración salina, tampoco es posible su siembra. La pesca deportiva es el principal atractivo del lugar.
La provincia de Buenos Aires confirmó en los últimos días una realidad que se venía observando en los últimos años y que, lamentablemente, representa un golpe duro para uno de los lugares pesqueros por excelencia de nuestra región: la laguna Chasicó, en el norte de Villarino, no tiene más pejerreyes ni posibilidad de recuperar su población.
El lugar, que baña las costas del balneario Chapalcó, está ubicado a unos 50 kilómetros de Médanos a través de un camino rural. Es una reserva natural bonaerense que supo tener una superficie cercana de 13 mil hectáreas y una superficie máxima cercana a los 16 metros. Su población estable era de medio centenar de personas y su máximo atractivo siempre fue la pesca deportiva, entre otras actividades náuticas.
Sin embargo, la falta de lluvias de los últimos años y una de sus consecuencias, una caída estrepitosa en la cantidad de peces, causan que tanto el espejo de agua como la población estén viviendo un momento por demás complicado, que podría terminar con nadie viviendo en la localidad debido a la imposibilidad de pesca.
En las últimas semanas, a raíz de un pedido emanado desde el Poder Ejecutivo y el Concejo Deliberante, representantes del ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires realizaron un análisis técnico de las aguas de la laguna, con resultados negativos y, por si fuera poco, absolutamente pesimistas a futuro: la concentración salina actual está apenas por debajo de la del mar.
Los especialistas, pertenecientes a la dirección provincial de Pesca, realizaron distintos muestreos mediante artes de captura estandarizadas, utilizadas en todas las lagunas de la provincia, con el objetivo de determinar la presencia de especies ícticas.
Esto arrojó una ausencia total de pejerrey, una situación que fue atribuida al elevado nivel de salinidad del agua, actualmente en 32 gramos por litro -el promedio del mar es de unos 35 g/l-, una condición que impide tanto la reproducción como la siembra de alevinos.
En 2024, un estudio también realizado por la Provincia había arrojado una concentración de 55 g/l.
Asimismo, se tomaron muestras de salinidad, turbidez y plancton, a fin de analizar la disponibilidad de alimento natural y las condiciones del ecosistema para una futura regeneración de la fauna acuática.
Los profesionales también explicaron que, para pensar en una posible siembra de pejerrey, será necesario que se produzcan nuevas precipitaciones que permitan el ingreso de agua dulce a la laguna y, con ello, una reducción significativa de la salinidad.
La situación está directamente vinculada con el clima: la falta de lluvias de los últimos años ha provocado que la laguna se vea reducida en superficie y, consiguientemente, aumente su nivel de salinidad. Esto terminó provocando una caída en la cantidad y el nacimiento de pejerreyes, que en este 2025 ha alcanzado su punto crítico.
En ese sentido, desde el ministerio se señaló que para sembrar pejerreyes y que el recurso se encuentre cuidado, el nivel salino debe oscilar entre 15 y 20 g/l. “Hay que esperar precipitaciones, de modo que se sume agua dulce a la laguna y, así, la salinidad se reduzca”.
Además, se recordó que entre octubre y diciembre próximos la Provincia va a llevar adelante la siembra de alevinos de pejerrey en lagunas bonaerenses, por lo cual se realizará un nuevo estudio de Chasicó. “Si se determina que la salinidad se redujo a niveles aptos, se va a poder realizar la siembra de alevinos”, se aclaró.
Como se dijo, la coyuntura no involucra solamente la cuestión puramente recreativa o poblacional ictícola. Desde hace unos años, el balneario Chapalcó -bañado por las aguas de Chasicó- ha visto bajar considerablemente su cantidad de habitantes fijos por esta caída en el nivel de pesca. Se estima que el número de personas que viven en el lugar se redujo a la mitad en este tiempo, y se teme que -en no mucho más- nadie quede viviendo allí.
Advertencia
El año pasado, desde el justicialismo ya se había advertido la situación que se vivía en Chasicó-Chapalcó y se había presentado un proyecto solicitando que se implementaran medidas para tratar de contrarrestarla.
En ese momento se había planteado la posibilidad de que el Conicet y el Instituto Argentino de Oceanografía llevaran a cabo un estudio del balneario, y también se había explicado que “en estos últimos 3 o 4 años la disminución de la laguna ha provocado una gran alteración de la población del pejerrey desencadenando la necesidad de que muchas familias migren a otras localidades en busca de un sustento económico”.
“En 2023 la población quedó en alrededor de 30 personas y se estima que para el 2025 la misma descenderá a menos de 20 si no se busca una alternativa que permita a las familias permanecer en la villa”, se había advertido.
Además, se había pedido evaluar mejoras en la infraestructura turística y potenciar los eventos y fiestas en el lugar, entre otras cuestiones.