Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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¡La final está en llamas! Napostá infló el pecho, entendió el juego, le ganó a Olimpo y habrá quinto partido

El albiazul derrotó al aurinegro 60 a 52. Están 2-2. El lunes definirán.

El festejo de Napostá en la cancha. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

En un partido que tuvo diferentes matices dentro y fuera de la cancha, Napostá supo jugar derrotó esta noche a Olimpo, por 60 a 52, empató la serie 2-2 y forzó un quinto partido que definirá la parte inicial del torneo de Primera, Aldo "Bebe" Storti.

Una vez más en la serie predominó el juego colectivo sobre el individual. Y esta vez con Napostá -con una tremenda noche de Gastón Torres- terminó poniendo en la situación más incómoda a Olimpo para lo que viene. Porque en este juego de favoritismos, el aurinegro tendrá toda la presión.

La serie está en llamas, ni más ni menos. Con un Casanova explotado de gente, el partido se jugó adentro y afuera de la cancha, con un lunar: la pelea entre dos seguidores aurinegros, que obligó a detener un largo rato el partido.

Dentro de la cancha, en el arranque Napostá salió con Alemany de inicial y planteando una defensa de permanentes cambios, lo cual incomodó a Olimpo.

Adelante, el albiazul abrió la cancha, tuvo lectura para atacar y Vasconcelo fue quien mejor lo aprovechó, porque el aurinegro mostró muchas fisuras defensivas. Y en un abrir y cerrar de ojos, más precisamente 3 minutos, Napo se puso 10-2.

Esa diferencia generó un fuerte contraste entre lo positivo que se puso Napostá y las dudas que invadieron al aurinegro.

Y empezó una sucesión de acciones que mostraron a un Olimpo sacado de eje: Vasconcelo tapó a Alimenti; Alemany se encontró solo con el cesto y anotó un doble; a Olimpo se le consumió el tiempo de posesión; Piuma le cometió una antideportiva a Torres y Dottori no tocó el cesto con un tiro de tres.

Ufff... ¡Qué momento! El 17-2 en 6m30 graficaba que algo raro estaba sucediendo.

Sin cambiar demasiado los caminos, con más empuje que juego de Fausto Ruesga (5 puntos consecutivos), sumado un triple de Marroni (parcial de 8-0) Olimpo pudo se liberó un poco.

El 20-10 del primer cuarto reflejó algo de lo que había sucedido.

Con mejor versión defensiva que ofensiva, Napostá empezó a bajar sus porcentajes y Olimpo, en la medida que recuperó la pelota atrás, tuvo mayores respuestas adelante.

Ruesga-Diel, individualmente generaron más, Genitti fue agresivo al cesto y la diferencia se recortó a 6. De todos modos, Olimpo desprotegió demasiado la pintura y Napostá entendió que ahí estaba la ventaja.

Aunque, claro, en la larga rotación, Olimpo fue encontrando diferentes actores. Napostá sintió la ausencia de Vasconcelo (con tres faltas) y le costó superar la defensa que por momentos extendió el aurinegro en todo el campo.

Para colmo le costó meterla a distancia a los de la Avenida, enfrente Carrizo sumó el tiempo que tuvo en cancha y el aurinegro estampó un parcial de 18-8, para empatar en 28.

El primer tiempo terminó con ventaja de 4 para Napostá (32-28).

Después del descanso largo, el inicio del complemento tuvo similitudes con el comienzo del juego. Napostá, en realidad Torres, metió 6 puntos casi calcados, con una defensa sumamente permisiva y otra vez 10 de diferencia.

Olimpo, en su intento por recortar, lo intentó a partir de los arrestos individuales olvidando lo colectivo. No era el camino, estaba claro.

En cambio, Napostá sí tenía en quién apoyarse para jugar 1x1: Gastón Torres. El alero le jugó de frente a los “grandes”.

Napostá ganaba 43-35, restaban 2m12, se cayó Alimenti en el fondo tras un contraataque y el juego se detuvo mientras el suarense seguía tendido en el piso, a un costado del aro que da espaldas a calle Santa Fe.

De repente, voló una botella, después otra y una más de la parcialidad aurinegra. Todo se tornó confuso y, en la platea detrás del banco aurinegro, en el sector donde estaba la parcialidad de Olimpo, un espectador le pegó un piñón a otro. Una locura.

El espectáculo que había generado la serie se terminó, al menos, por un rato. El ambiente se enrareció. Y el juego se detuvo durante más de 20 minutos. Inclusive, los árbitros dejaron la cancha.

En la reanudación, costó hacer foco en el juego. Y la pregunta, ¿a quién beneficiaría todo esto?

Adelante Napostá siguió encontrando respuestas en Torres, de gran juego, y cargando seguido al rebote ofensivo.

Olimpo, en tanto, fortaleció su defensa, sobre todo en primera línea, y por momentos pudo capitalizarlo saliendo de contraataque. Además, adelante insistió con las respuestas individuales, pasando al frente por primera vez al frente (47-46, con parcial de 10-3), con 1-2, restando 5m37.

Por empuje de su gente y respuesta anímica parecía ser el momento de quiebre para Olimpo. Pero no. Como el aurinegro siguió jugando a lo mismo, continuó sin juego y eso lo pagó caro. Porque fueron sólo momentos. Y eso se tradujo en los escasos 52 puntos que anotó.

A partir de ahí, los sucesivos viajes a la línea beneficiaron a Napostá, que terminó ratificando que fue el mejor de la noche.

El lunes... ¡Qué cierre! ¿Se impondrá el juego colectivo o el individual? A la cancha...

La síntesis:

Olimpo (52):  A. Marroni (9), S. Alimenti (2), A. Dottori (6), F. Ruesga (15), M. Diel (4), fi; A. Solomon, A. González (2), V. Carrizo (5), M. Genitti (9) y M. Piuma. DT: Juan Cruz Santini.

Napostá (60): S. Vasconcelo (9), L. Alemañy (10), G. Muzi (8), G. Torres (25), J. Larrandart (2), fi; T. Bruni (4), N. Guerrero y N. Quiroga (2). DT: Fabricio Piccinini.

Cuartos: Olimpo, 10-20; 28-32 y 37-43.

Árbitros: Sebastián Arcas, Alejandro Vizcaíno y Mariano Enrique.

Cancha: Osvaldo Casanova (Estudiantes).

Serie: 2-2.