Ni Una Menos: a diez años del movimiento que transformó la lucha contra la violencia de género
La primera marcha fue la respuesta a una serie de femicidios ocurridos en Argentina. Todo comenzó con un tuit de la periodista Marcela Ojeda: "Nos están matando. ¿No vamos a hacer nada?".
Periodista y técnica en Comunicación Digital. Desde 2022, integra el equipo de redacción de La Nueva., donde cubre eventos sociales y políticos a nivel local, regional y nacional para la edición impresa y digital.
Este 3 de junio se cumple una década del surgimiento de Ni Una Menos, el movimiento que visibilizó de forma masiva la violencia de género y marcó el inicio de una nueva etapa del feminismo a escala global. Lo que comenzó como una consigna en redes sociales, se convirtió rápidamente en una movilización social sin precedentes, con impacto tanto en América Latina como en otras regiones del mundo.
La primera marcha, en 2015, fue la respuesta colectiva a una serie de femicidios ocurridos en Argentina.
El llamado inicial surgió de un tuit de la periodista Marcela Ojeda: "Nos están matando. ¿No vamos a hacer nada?".
A partir de ese mensaje, un grupo de comunicadoras impulsó la organización de una protesta bajo el lema Ni Una Menos, retomando una frase creada por la poeta mexicana Susana Chávez: "Ni una mujer menos, ni una muerta más".
El 3 de junio de ese año, más de 200 mil personas se reunieron frente al Congreso en Buenos Aires. La convocatoria superó todas las expectativas y marcó un punto de inflexión: la violencia de género, históricamente minimizada o invisibilizada, irrumpió en la agenda pública como un tema urgente.
Una construcción colectiva con impacto regional
Desde sus inicios, Ni Una Menos se caracterizó por su construcción colectiva, su alcance intergeneracional y su articulación con los derechos humanos. El movimiento incorporó herramientas del activismo digital —como el uso estratégico de hashtags— y logró conectar luchas diversas desde una raíz común: el derecho a vivir una vida libre de violencias.
En Bahía Blanca, la convocatoria será mañana miércoles a las 17 horas en la Plaza Rivadavia.
Aunque nació en Argentina, su expansión fue rápida. En los años siguientes se replicaron convocatorias similares en Perú, Uruguay, México, Chile, Colombia y Brasil, entre otros países. En cada uno, la consigna se adaptó a contextos locales, visibilizando formas específicas de violencia y promoviendo debates sociales y políticos.
Iniciativas como #MiPrimerAcoso, #Cuéntalo, #UnVioladorEnTuCamino o #EnaZeda permitieron amplificar testimonios de abuso, acoso y discriminación en distintos espacios.
La masividad de estos relatos contribuyó a romper silencios y a desafiar estructuras de poder históricamente sostenidas por la impunidad.
Un legado que aún interpela
En diez años, Ni Una Menos pasó de ser una reacción a un fenómeno cultural y político de largo alcance. Hoy, a una década de aquella primera marcha, continúa siendo una plataforma de resistencia y transformación.
Si bien su forma evolucionó, su núcleo sigue vigente: hacer visible lo que durante demasiado tiempo fue ignorado, y construir, desde lo colectivo, nuevas formas de habitar el mundo sin violencia.
Si sufrís violencia de género o conocés a alguna víctima, llamá al 144: es gratis y atiende las 24 horas.