Calle XX de septiembre: art decó en la Reina de las Villas, en una calle dedicada al Reino de Italia

Mario Minervino

[email protected]

Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.

"Lo esbozamos hace no muchos días: queremos que sea “declarada la República de Villa Mitre”, con sus autoridades elegidas por medio del plebiscito popular en el que no intervendrán ni policías, ni se cantará el voto ni habrá apaleamientos ni secuestros de libretas". Diario Democracia, Bahía Blanca, 1936

La calle XX de septiembre rinde homenaje a una de las fechas más importantes de la historia de Italia en su proceso de su unificación. Fue así bautizada en 1935. Hasta entonces llevaba el Nº 1, numerada como todas las calles de Villa Mitre.

En esa fecha de de 1870 el ejército italiano abrió una brecha en las murallas aurelianas de Roma en su proceso de unificación, marcó el fin de los Estados Pontificios y convirtió a Roma en capital del Reino.

Una curiosidad es que generalmente esa fecha se escribe con números romanos. Eso responde a un propósito simbólico y estético, dándole así un aire solemne y rememorando la importancia del Imperio Romano.

Desde el punto de vista de la arquitectura, recorrer unas cuadras de esa calle es sorprenderse con su propuesta art decó. Inesperada, en parte, en un barrio donde suelen predominar otros estilos y formas, como las tradicionales casas chorizo y los modelos italianizantes.

El art decó tuvo desarrollo en el mundo las décadas del 20 y del 30 y pronto se convirtió en símbolo de la modernidad y el glamour. Nueva York lo adoptó para sus rascacielos (Empire State, Chrysler, Rockefeller Center), Miami para sus hoteles, casinos y boites y Hollywood para las escenografías y vestuarios de sus películas.

El diseño se distingue por sus líneas rectas, terminaciones escalonadas, guardas geométricas en zigzags y  bajorrelieves con gráficos de inspiración industrial, rayos, soles y figuras estilizadas.

En dos cuadras, la variedad de diseños maravilla y sorprende.

Durante la Gran Depresión (1929), el Art Déco también representó una forma de escapismo a través de su asociación con el cine, la moda y la arquitectura de teatros y los rascacielos. Reflejaba el entusiasmo por la modernidad, la industrialización y la sofisticación.

Una variante del Art Déco son las llamadas casa náuticas, influencia del diseño naval en la arquitectura, la decoración y el mobiliario. En ese caso se imponen las líneas curvas y detalles más relacionados con el diseño moderno. Una esquina da idea de esa tendencia.

Las otras formas

Por supuesto que el recorrido es siempre una muestra variada de capas de la historia, la arquitectura manifiesta épocas, usos y costumbres. La vivienda chorizo, la casa de los gringos o casa de patios. Retirada de la línea municipal, con un reconocible cerco de frente. El nombre viene de la organización interior, una tira de habitaciones intercomunicadas por dentro con puertas y por fuera con una galería, todas recostadas sobre una de las medianeras.

Un detalle cada vez más extraño de encontrar en las grandes ciudades, que sí mantienen los pueblos y, como en este caso, en algunos barrios. La puerta abierta, el zaguán, la segunda puerta que da a la casa, cerrada. También se la menciona como puerta cancel, aunque generalmente la más tradicional es de hierro y por ella se accedía al patio.

Jorge Luis Borges siempre hacia referencia a ese detalle. “¿Cómo definir el Sur? La fácil tentación es definirlo por casas viejas, por arcos de zaguanes, por la puerta cancel detrás de la cual se adivinan patios” y también: "Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel”.

Claro que nombra al zaguán, por caso en el maravilloso poema El patio: “El patio es el declive/por el cual se derrama el cielo en la casa./Serena,la eternidad espera en la encrucijada de estrellas./ Grato es vivir en la amistad oscura/de un zaguán, de una parra y de un aljibe”.

Al pan, pan

Falucho y XX de Septiembre. Más de un siglo de existencia, desde hace dos años con nuevo nombre. El edificio fue inaugurado en julio de 1948 por Juan Ruggiero para su panadería, confitería y anexos La Flor del Día, fundada en 1907. Sus actuales propietarios no le van en zaga a la historia: La Nueva Sirena comenzó a funcionar a fines del siglo XIX.

Final

"La arquitectura es el testigo más elocuente de la historia", escribió Octavio Paz. Porque los edificios no hechos casuales. Son el reflejo de una época, de un tiempo. La arquitectura es una de las formas más claras y tangibles de contar la historia de una ciudad, de conocer su evolución, las influencias culturales, los cambios económicos y sociales, e incluso sus momentos de crisis o esplendor.

Por eso caminar la ciudad y atender ese arte público, que está en las calles, a la vista, es también entender o tratar de entender cada época. En la calle XX de septiembre sorprenden esas cuadras a puro art decó, el estilo de la modernidad, de la velocidad, de los nuevos tiempos. Un espacio distinto, que de pronto se descubre, caminando la ciudad.