Murió Frank Gehry, el arquitecto De las obras imposibles
La sede del museo Guggenheim en Bilbao es acaso su obra emblemática..
A los 96 años de edad, en plena actividad como profesional, con obras en ejecución en distintos puntos del planeta y un legado amplísimo, falleció Frank Gehry, uno de los arquitectos más destacados, creativos y revolucionarios de las últimas décadas.
Su obra se ubica en lo que los estudiosos definen como Deconstructivismo, edificios que se caracterizan por su aspecto caótico, escultórico, únicos, de marca.
Edificios cuyo croquis inicial resulta inentendible y que no fue hasta contar con sofisticadas herramientas digitales que pudieron pasar de la idea al plano, del plano a la realidad.
No es simple explicar su obra. No es fácil entenderla. Si bien Gehry había desarrollado una carrera interesante, su estudio se consolidó en 1997, cuando el mundo conoció su diseño para la sede del Museo Guggenheim de Bilbao.
Un edificio extraordinario, revestido en titanio, una explosión de formas y volúmenes. Ocupando un gran terreno en una zona industrial abandonada, su impacto fue de tal magnitud que volvió a colocar a Bilbao en el mapa del turismo y generó lo que los libros de arquitectura y urbanismo definieron como “El efecto Bilbao”: una obra de arquitectura capaz de cambiar el espíritu y el sentido de un lugar, de una ciudad.
A partir de Bilbao las obras de marca, diseñada por los denominados “arquitectos estrellas”, dominaron el mundo. Así como en el Renacimiento los mecenas se disputaban a los mejores artistas, a fines del siglo pasado y principios del XXI, las ciudades buscaban a Gehry para lograr un impacto único.
Muchos arquitectos deconstructivistas –Zaha Hadid, Daniel Libeskind—pudieron crecer a partir de Gehry, que permitió que esas obras a veces ajenas al lugar, muchas veces criticadas por su costo y consumo energético, se posicionaran como un lenguaje propio de los nuevos tiempos.
Gehry fue una estrella en el mundo de la arquitectura. Participó en Los Simpson y diseñó viviendas con Brad Pitt. Ganó el premio Pritzker y sus obras son verdaderos tesoros dispersos por el mundo.