¿Es tarde para abrir un e-commerce?: Paso a paso para sumarse a la ola del online
El año pasado las ventas físicas en Argentina acumularon caídas del 11,9% en supermercados y 8,5% en centros comerciales, pero el canal digital hizo exactamente lo contrario.
En 2024, Argentina sufrió una caída generalizada del consumo, pero el comercio electrónico no solamente no sufrió, sino que pudo prosperar y tener un crecimiento del 181% interanual, con $22,02 billones de facturación, según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE).
El dato da cuenta de un mercado en crecimiento y, aunque esté dominado por gigantes asiáticos y estadounidenses, hay espacio para los comercios más pequeños. Aquí algunas ideas para tener éxito con una tienda online local.
Se derrumbó el consumo, pero el online resistió
El año pasado las ventas físicas en Argentina acumularon caídas del 11,9% en supermercados y 8,5% en centros comerciales, pero el canal digital hizo exactamente lo contrario.
El ticket promedio subió un 176% y alcanzó los $92.341 por compra, mientras que las órdenes totales crecieron un 5%, pasando de 234 a 246 millones. Esto ocurrió principalmente en sitios con buena velocidad de carga, sustentados, por ejemplo, bajo servidores locales como los de Wavenet Cloud Computing, con entrega rápida y un buen servicio de atención al cliente posventa.
La arena online está abierta y por eso el 54% de los comerciantes que tienen una tienda online reportan que el canal les genera más del 10% de sus ventas, contra el 50% que lo hacía en 2023.
De todo lo anterior queda claro que no es tarde para abrir un ecommerce, pero también está claro que hacerlo de manera improvisada dejó de ser una opción.
Ofrecer calidad por encima de productos baratos
El informe de la CACE muestra algo que venía ocurriendo desde hace tiempo pero que cada vez es más patente, los consumidores argentinos están mucho más dispuestos a comprar online productos de categorías complejas, que van desde electrodomésticos de línea blanca hasta equipos deportivos, muebles, teléfonos o artículos de primera necesidad.
Al mismo tiempo, los consumidores están expuestos a la irrupción de gigantes internacionales como AliExpress, Alibaba, Amazon, Tiendamia y tiendas oficiales extranjeras. De hecho, 5 de cada 10 argentinos realizaron su primera compra internacional online en los últimos seis meses.
Para los vendedores, competir por precio con las plataformas asiáticas es una batalla perdida. Pero competir en calidad, curaduría, cercanía, tiempos de entrega, seguimiento del envío y posventa local es exactamente donde los e-commerce argentinos pueden ganar.
Uno de los puntos más subestimados de ese diferencial es la infraestructura digital, especialmente en un país donde la latencia, la velocidad y la estabilidad pueden determinar una compra o un carrito abandonado.
En esta etapa, elegir servidores y nubes basados en Argentina es una ventaja competitiva. Proveedores locales como Wavenet Cloud Computing permiten reducir tiempos de carga y evitar caídas en momentos de alta demanda. En definitiva, el desafío ya no es ser el más barato, sino ser el más confiable.
Buscar el diferencial de la marca
En el canal online pocos jugadores concentran la mayoría de las ventas, por lo que destacarse es una necesidad mantener la competitividad.
Aquí no se trata de inventar, sino de explorar los diferenciales de la marca, aquello que la hace especial. Puede ser la calidad, el servicio posventa, las garantías.
Una buena idea es la especialización por nicho, en lugar de vender todo para todos, especializarse en productos específicos. Aunque parece autolimitante, un nicho bien identificado es un potenciador.
Solucionar un problema para una persona puntual
Una vez identificado el nicho, conviene pensar en el comprador de ese producto o servicio particular, ya que hablarle a todos es no hablarle a nadie. Para tener un e-commerce rentable en Argentina la clave no está en tratar de vender a toda costa, sino en venderle a la persona correcta.
Hoy, con millones de usuarios, más de 246 millones de transacciones anuales y un crecimiento explosivo en billeteras digitales, la especialización es una necesidad.
Pensar en un avatar real, no un público genérico, permite crear una marca relevante en un océano de opciones. Las tiendas que ya tienen su versión física pueden usar toda la información recopilada en años sobre sus consumidores para ofrecer la misma solución, pero en versión online.
Seguir una hoja de ruta multicanal
El trabajo de nicho es arduo y lleva horas de trabajar los engranajes del cerebro, pero es fundamental para poder competir en la arena online, donde la venta no se sostiene solamente con la web.
Cualquier e-commerce que quiera competir deberá tener su estrategia en orden y replicarla en múltiples plataformas, como las redes sociales, YouTube y las newsletters, aliadas infaltables del comercio en línea.
El informe de la CACE revela que el AMBA concentra el 42% de la facturación, seguido por provincia de Buenos Aires, el Litoral y el NOA. Esto implica que el público digital está disperso y que se mueve entre redes, marketplaces, sitios propios, newsletters y plataformas de pago digitales.
Tener una hoja de ruta multicanal implica pensar un ecosistema completo, con un embudo que atraiga, nutra y convierta; redes sociales que funcionen como descubrimiento; campañas de email marketing que construyan repetición; y un sitio optimizado que convierta el interés en venta. No se trata de estar en todos lados, sino de estar donde el cliente necesita que estés.