Bahía Blanca | Miércoles, 08 de octubre

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Incendio y muertes: quiénes eran las víctimas del barrio Thompson

El fallecimiento, en circunstancias todavía poco claras, de Adriana Miriam Velázquez y su hija, Mariana Belén Bustos, causó conmoción en el sector.

Mariana y Miriam, hija y madre fallecidas anoche en Santa Fe al 2.300

Más de 30 años llevaba de residencia en el barrio Thompson la familia Bustos, muy querida por todos los vecinos, con lo cual el hecho descubierto a medianoche provocó una fuerte conmoción.

En la vivienda de Santa Fe 2.338, hasta ayer, solo vivían Adriana Miriam Velázquez, de 52 años, y su hija Mariana Belén Bustos (25), quien hace un tiempo se había distanciado con su novio, pero justo ayer tenía pensado regresar al departamento que compartían, según trascendió.

El marido de Adriana falleció hace poco más de dos años y Leandro, el otro hijo del matrimonio, formó familia y vivía en otro lugar.

"Eran mujeres sanas, trabajadoras, sin problemas con nadie, humildes, respetuosas. No era gente jodida", aseguró Daniel Herrera, cuya casa es contigua al lugar del lamentable escenario.

Los mismos vecinos, consternados, comentaron que Miriam se ganaba la vida limpiando casas, mientras que su hija armaba y vendía viandas de comida.

Al menos hace algunos años, la chica había jugado al hockey en el club Palihue, cuya cantina tuvo en concesión el matrimonio Bustos.

Tiempo después de enviudar, Miriam comenzó a frecuentar aplicaciones de citas y a conocer a otras personas.

"Nosotros le decíamos ¡ojo Miriam...!", confesó Julieta Benítez, pareja de Leandro y nuera y cuñada de las víctimas, al referirse a los riesgos de contactarse con personas desconocidas.

Uno de ellos sería un tal Diego, con quien Miriam se habría relacionado poco antes.

A esa persona, según le dijeron los vecinos a Julieta, vieron entrar y salir anoche de la casa donde se produjeron las muertes.

Reconstrucción

Lo que por el momento pudieron reconstruir los investigadores es que anoche, en la casa, estaba solo Miriam y que su hija Mariana llegó más tarde, luego de encontrarse con una amiga y con intenciones de llevarse sus pertenencias para volver a convivir con su novio. 

Supuestamente llegó en una moto que fue encontrada dentro de la vivienda, a un lado de unos sillones y sin la tapa del tanque de nafta colocada (estaba sobre un sillón).

De este último dato se desprende que el supuesto agresor podría haber utilizado el combustible de ese vehículo para provocar el incendio.

Tampoco pudo ser localizado, al menos por ahora, el teléfono celular de Miriam y en el lugar no hallaron vainas de proyectiles, aunque esta última información no es determinante para asegurar que no hayan existido disparos.

El estudio autopsial de los dos cuerpos calcinados será vital para confirmar cómo murieron.