Bahía Blanca | Sabado, 18 de octubre

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Una previa electoral con apatía y especulaciones

La columna semanal del corresponsal de La Nueva. en la capital de la provincia.

En líneas generales, las elecciones a diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires del próximo domingo 26 de octubre no parecen despertar demasiado interés ante un electorado que se encuentra decididamente más enfocado en la búsqueda de soluciones a sus diversas problemáticas socioeconómicas que en una disputa de poder político por ver quién se queda con una porción mayor o menor de escaños en el Congreso.

“La motosierra del ajuste a la Provincia, producto de la insensibilidad social de Nación, ingresó en un tobogán de realidad económica que no encuentra punto final de caída. Muchos trabajadores viven al límite de sus posibilidades y otros no llegan a fin de mes”, podría ser la síntesis que ensayan sobre las diagonales para explicar la apatía generalizada, cuando resta sólo una semana para los comicios. 

Pese al fuerte aroma a desinterés electoral que campea sobre buena parte del distrito, no pocos referentes políticos coinciden estadísticamente en advertir que la boleta provincial de Fuerza Patria podría cosechar porcentajes similares de votos a los obtenidos en las legislativas del 7 de septiembre -cuando le sacó casi 14 puntos de ventaja a La Libertad Avanza-, un pronóstico que evidencia la falta de anclaje territorial del frágil armado violeta, especialmente en el conurbano. 

De todos modos, el votante duro del mileísmo no parece que vaya a modificar demasiado su opinión sobre el Gobierno nacional, más allá de que la foto de José Luis Espert en la Boleta Unica de Papel siga impresa, aún cuando ya no integra la lista de candidatos de un espacio que, según dicen, considera más importante el proyecto a largo plazo que los rostros de sus eventuales postulantes. 

En rigor, el presidente Javier Milei es la figura excluyente a la hora de traccionar votos para el oficialismo nacional, a bordo de promesas rutilantes como que “nos van a salir dólares por las orejas” gracias al auxilio financiero de su amigo, el presidente estadounidense Donald Trump. 

Es difícil que el elector violeta -aún aquellos que se muestran relativamente desencantados- pueda modificar su voto por el clima de inestabilidad económica o por la larga saga de escándalos por corrupción que pegaron en la línea de flotación de la nave libertaria. Lo mismo ocurre con esa porción del electorado que conserva lealtad por la coalición del peronismo en tierras bonaerenses y nada hace pensar que pueda cambiar esa conducta partidaria.

En ese contexto de marcada polarización, la decisión política del gobernador Axel Kicillof es seguir mostrando los avances de su gestión en diferentes regiones de la provincia. Discursivamente durante los últimos días se mostró moderado con sus declaraciones públicas, pero nunca dejó de reiterar sus cuestionamientos al plan de trabajo mileísta. 

“El Presidente puede tener los amigos que quiera, pero sus obligaciones y sus responsabilidades son con el pueblo argentino”, señaló el gobernador, a modo de réplica de la cumbre bilateral en Washington. 

“Como los candidatos del Gobierno nacional no pueden recorrer la Provincia para pedir el voto después de haber ajustado a los que menos tienen, lo hacen extorsionando a nuestro pueblo desde Estados Unidos”, completó.

“Están sosteniendo la economía con varios pulmotores que se han ido agotando. El blanqueo primero, después el préstamo del FMI y ahora una supuesta intervención del Tesoro de los Estados Unidos”, agregó el ministro de Gobierno, Carlos Bianco.

Casi en paralelo, el arco legislativo de Unión por la Patria condenó la intromisión electoral del líder estadounidense en la antesala de los nuevos comicios legislativos. “Si Milei pierde,  no seremos generosos con la Argentina”, lanzó el empresario republicano en la Casa Rosada, ante el beneplácito del presidente argentino. 

“Determinados hechos más el declive de la economía hicieron que tanto Milei como quienes lo acompañan pierdan credibilidad”, puntualizó Andrés Watson, intendnete de Florencio Varela, durante un cónclave de jefes comunales peronistas con línea directa a Kicillof. 

Pero los cuestionamientos a Trump fueron apenas un gesto de relajación ante la evidente unidad forzada que atraviesa el oficialismo provincial, en un contexto donde las internas entre los diferentes sectores se mantienen a volumen bajo, al menos hasta el día posterior a las legislativas.

Tal vez la elección a diputados nacionales por la PBA pueda arrojar alguna que otra sorpresa, después de todo. Una de las posibilidades es que surja una tercera vía competitiva para fracturar el escenario de polarización entre las dos opciones extremas que representan LLA y Fuerza Patria. 

Algunos entendidos señalan que ese lugar podría ser ocupado por el frente Provincias Unidas, que tiene ciertas chances de hacer un buen papel a partir del empuje de los gobernadores que crearon el nuevo espacio y del trabajo en el distrito que viene realizando el experimentado armador bonaerense Emilio Monzó para impulsar la boleta que lleva la candidatura de Florencio Randazzo. 

El crecimiento de esta coalición electoral -que nuclea a los mandatarios de Jujuy, Chubut, Santa Cruz, Santa Fe y Córdoba- no parece ser útil para los objetivos políticos de los estrategas libertarios y kirchneristas, ya que por su perfil moderado puede restarles votos a ambos.