Con un llamado a la paz, el papa León XIV emprenderá su primer viaje internacional
El pontífice visitará Medio Oriente entre fines de noviembre y principios de diciembre. Antes de su partida, exhortó a los líderes mundiales a actuar frente al hambre y las guerras.
El papa León XIV se prepara para realizar su primer viaje internacional desde que asumió el pontificado. El itinerario, confirmado por el Vaticano, incluirá dos destinos clave en un contexto de tensiones regionales: Turquía y el Líbano.
La gira se desarrollará entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre, con motivo del aniversario del histórico Concilio de Nicea y en medio de un frágil equilibrio político en Medio Oriente.
En Turquía, el papa participará en conmemoraciones vinculadas al Concilio de Nicea, uno de los encuentros más relevantes de la historia del cristianismo. Luego se trasladará al Líbano, país que intenta reconstruirse tras la devastadora guerra entre Israel y Hezbollah, conflicto que culminó con un alto el fuego en noviembre de 2024 pero que dejó 4500 víctimas fatales.
Desde Beirut, las autoridades locales destacaron el carácter simbólico de la visita. El patriarca maronita Bechara al Rai expresó que la llegada del pontífice “trae un mensaje de paz y esperanza”, y anticipó que León XIV pedirá a los libaneses “seguir el camino de la reconciliación”.
Por su parte, el presidente Joseph Aoun, representante de la comunidad menonita, sostuvo que el país necesita “negociar con Israel” tras décadas de violencia. “Líbano ha sufrido demasiado desde 1975 hasta hoy. Está agotado por las destrucciones y las matanzas”, afirmó el mandatario.
La visita marcará la tercera vez que un papa pisa suelo libanés, luego de los viajes de Juan Pablo II en 1997 y Benedicto XVI en 2012. En esta oportunidad, León XIV llega con el desafío de renovar el diálogo interreligioso y reafirmar la presencia del Vaticano en una región sacudida por conflictos y desplazamientos forzados.
El pontífice, de origen estadounidense, también aprovechó los días previos a su viaje para enviar un mensaje contundente a la comunidad internacional. Durante su discurso en la sede de la FAO en Roma, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, instó a los líderes mundiales a asumir responsabilidades frente a las crisis humanitarias.
“No podemos seguir engañándonos pensando que las consecuencias de nuestros fracasos afectan solo a quienes están lejos de nuestra vista”, advirtió el papa ante representantes de más de un centenar de países.
Recordó además que, según datos de Naciones Unidas, más de 670 millones de personas padecen hambre a diario, y denunció que “permitir que millones vivan —y mueran— golpeados por el hambre es un fracaso colectivo, un extravío ético y una culpa histórica”.
El Sumo Pontífice mencionó los conflictos en Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Yemen y Sudán del Sur, y condenó el uso del hambre como arma de guerra. “Debemos hacer nuestro su sufrimiento”, dijo, cerrando su intervención en inglés tras hablar en español durante la mayor parte de su mensaje. (con información de TN.com.ar)