Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Boyas canadienses para impedir la proliferación de algas en el embalse de Paso piedras

ABSA instaló 9 boyas con tecnología de última generación que permitirían modificar las condiciones del agua para no favorecer la proliferación de las algas.

A punto de cumplirse 50 años de la habilitación del complejo hídrico Paso de las Piedras —la principal fuente de abastecimiento de agua para Bahía Blanca y Punta Alta—, Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) instaló esta semana un sistema de nueve boyas con tecnología de última generación.

El objetivo es corregir determinados parámetros del lago para mejorar la calidad del agua y reducir de esa manera las condiciones que favorecen la proliferación de algas.

La tecnología, desarrollada por la empresa canadiense EM Fluids, se utiliza actualmente en más de 80 países para el tratamiento de aguas superficiales.

La decisión de aplicarla en el embalse surgió tras las floraciones registradas en 2024, que afectaron la producción de agua potable.

“La calidad del agua a tratar define en gran medida la eficiencia de las plantas potabilizadoras”, explicaron desde ABSA.

Si bien el embalse depende de la Autoridad del Agua (ADA), ABSA asumió la responsabilidad de contratar e instalar el sistema.

“Era la forma más ágil y expeditiva para llevarlo adelante”, indicaron desde el área de Asuntos Institucionales.

La elección del dispositivo fue el resultado de un año de análisis de distintas alternativas del mercado, en un trabajo conjunto con la Universidad Nacional del Sur y el Plapiqui.

La obra

La colocación de las boyas comenzó el martes pasado, con tareas supervisadas por técnicos y profesionales.

“Su instalación representa un avance significativo en la gestión ambiental del embalse, ya que apunta a mejorar la calidad del agua y reducir los impactos de las floraciones de cianobacterias, especialmente en los períodos críticos del año. Aunque los resultados demandarán un tiempo de estabilización, se espera que el sistema contribuya a mantener un equilibrio ecológico y una disminución progresiva de los eventos de proliferación”, señalaron desde ABSA.

Es la primera vez desde 1978 —año en que se habilitó el dique— que se implementa un sistema de este tipo, pese a que la presencia de algas se ha vuelto habitual. Su proliferación afecta de manera directa la distribución del agua en la ciudad, por el tratamiento extra que exige en las plantas potabilizadoras, que no fueron diseñadas para ese tipo de intervención.

“No existen antecedentes tecnológicos en el embalse destinados a controlar las algas. Este proyecto es un hito histórico, donde ABSA, ADA y la Universidad Nacional del Sur trabajaron de manera conjunta para minimizar los florecimientos de cianobacterias. Es un esfuerzo inédito frente a una problemática que afecta la producción de agua potable”, destacaron desde la prestadora.

Las boyas

El sistema flotante instalado, denominado MPC-Buoy, actúa como un “instrumento de reparación del dique”, según explicaron desde ABSA.

“Medimos datos en tiempo real y, junto al Plapiqui, analizamos los parámetros físicos, químicos y biológicos del lago. A partir de esa información, las boyas corrigen el estado del agua, mejorando la transferencia de la luz solar, los niveles de oxidación y la viscosidad. De esa manera actúan sobre el equilibrio ecológico del embalse”, detallaron.

El objetivo no es eliminar las algas, sino generar un equilibrio trófico natural que limite los florecimientos intensos, especialmente los de especies tóxicas.

El conjunto de boyas ya está operativo y marca una nueva etapa en el monitoreo del embalse. Su control y mantenimiento se realiza de forma conjunta entre ABSA, EM Fluids y personal local capacitado.

“El proyecto representa uno de los mayores desafíos para la empresa canadiense, tanto por la magnitud del embalse como por su función como fuente de agua potable. Es una intervención única a nivel mundial, una de las más importantes con esta tecnología”, destacaron.

Algo más

Junto con las boyas, ABSA instaló sondas paramétricas que aportan datos sobre el estado ecológico del embalse: nutrientes, oxígeno disuelto, toxinas, nitrógeno, fósforo y hierro, entre otros.

“Antes de colocar las boyas realizamos un estudio de situación, de modo de poder evaluar el impacto del sistema y ajustar su funcionamiento si fuera necesario”, explicaron.

La empresa confía en que los resultados, aunque demandarán tiempo, permitirán mejorar la producción de agua potable sin recurrir a productos químicos ni generar desperdicios.

“Cuando hay algas se deben lavar los filtros cada hora, lo que implica una enorme pérdida de agua. Este sistema busca evitarlo”, remarcaron.

“Es una gran apuesta, inédita y necesaria. Es plantar hoy un arbolito para aprovechar sus frutos en el futuro”, graficaron desde ABSA.

Finalmente, la compañía destacó que la tecnología de equilibrio modulado de EM Fluids “potencia los procesos biológicos naturales y mitiga las floraciones de algas sin el uso de productos químicos, electricidad ni infraestructura costosa. Funciona con energía solar y baterías, garantiza la vida de peces y plantas, y puede reducir la proliferación de algas entre un 70 y un 90%”.

Convenio

Durante el 2024, ABSA firmó junto al ADA y al Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Sur (DIQ-UNS), un Convenio Específico para evaluar la aplicación de tecnologías que permitan controlar las floraciones de cianobacterias en el Dique Paso de las Piedras.

La firma del acta se realizó en la municipalidad de Bahía Blanca, encabezada por el presidente de ABSA, Hugo Obed, y el presidente de ADA, Damián Costamagna, y Vanina Strada y Amira Siniscalchi en representación del DIQ-UNS.

ABSA invirtió U$S 38.220 + IVA en los trabajos a desarrollar por profesionales de la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI), unidad ejecutora dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la UNS.

Los investigadores de la PLAPIQUI participan del análisis del estado ecológico del embalse, así como del muestreo periódico que permita el análisis de las variables biológicas y fisicoquímicas.

Esta iniciativa resulta de la continuidad del Convenio de Colaboración Mutua y Propósitos Generales rubricado con la UNS para propiciar proyectos de investigación, desarrollos y asesoramiento que contribuyan a resolver la exploración y explotación de recursos hídricos en el área de concesión de ABSA en la provincia de Buenos Aires.

El Dique

El Lago artificial del complejo de Paso de las Piedras tiene un volumen en su cota máxima de 328 hectómetros cúbicos, ocupando 3.600 hectáreas, con un contorno de 63 kilómetros y una profundidad máxima de 32 metros.

Está vinculado aguas con una torre de hormigón, la toma, por la que ingresa el líquido pasando luego por un túnel, excavado en roca viva, de 300 metros de extensión y 4,80 metros de diámetro, el cual termina aguas abajo, en una segunda torre de descarga.