Verano caliente en Bahía: ¿cómo prevenir los golpes de calor?
Las alertas amarilla y naranja por temperaturas que superan los 35 grados son muy frecuentes en esta época. Por eso es importante estar atentos para evitar la insolación.
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
El verano y las altas temperaturas invitan a miles de familias bahienses a disfrutar de actividades al aire libre, ya sea en la playa, en las sierras montaña o en la propia ciudad.
Sin embargo, en estas fechas, existe el riesgo constante de sufrir un golpe de calor.
De hecho, las alertas amarilla y naranja por temperaturas que superan los 35 grados son bastante frecuentes en nuestra zona y por eso es importante estar atentos para prevenir la insolación, particularmente en niños pequeños y adultos mayores.
“Ante esta situación de calor agobiante, no hay mejor cosa que la prevención”, señaló la doctora bahiense María Soledad Pascual, especialista en Medicina familiar, Cuidados Paliativos y medicina del dolor y docente de la carrera de Medicina de la UNS.
Según explicó, esta condición médica grave ocurre cuando el cuerpo no logra regular su temperatura interna debido a la exposición prolongada al calor extremo o al esfuerzo físico intenso en condiciones calurosas.
Entender qué es un golpe de calor y cómo actuar ante él puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y complicaciones más graves.
Asimismo, en los extremos poblacionales como niños pequeños y personas mayores su capacidad para regular la temperatura corporal es deficiente lo que los hace más propensos a sufrir un golpe de calor. Mientras que, en el caso de personas con enfermedades preexistentes como enfermedades cardiacas, respiratorias o trastornos hormonales, entre otras pueden presentar dificultades y estar expuestas a un mayor riesgo, sobre todo si se trata de personas que trabajan al aire libre como obreros de construcción, agricultores o deportistas.
“Para prevenir los golpes de calor es fundamental una hidratación abundante, que se logra bebiendo agua en lapsos cortos”, añadió la facultativa.
Y recomendó: “usar ropas claras; tratar de mantener siempre la cabeza cubierta con gorros o sombreros; evitar la exposición solar en la medida de lo posible entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde y también eludir las comidas de alto valor calórico”.
Respecto a las comidas, la sugerencia es escoger dietas más bien blandas, como carnes a la plancha o al horno y verduras regulares, acompañadas de abundantes líquidos.
“Hay que tratar de evitar los condimentos, los fritos y las salsas, entre otras cosas, que elevan la temperatura corporal”.
Los síntomas iniciales del golpe de calor son señales de advertencia que no deben ser ignoradas.
“Habitualmente pueden iniciar con algún síndrome febril (fiebre de hasta 38,5), dolor de cabeza, náuseas, vómitos. Pueden aparecer calambres, dolor abdominal y una respiración agitada, así como también debilidad corporal. Esos son indicios claros de que el cuerpo está superado por el calor”.
Si estos síntomas no se atienden a tiempo, pueden evolucionar hacia taquicardia, fatiga extrema y pérdida de conciencia.
“Algunos pacientes, inclusive, pueden hacer episodios de convulsiones. Insisto, esto último es en personas que ya tienen algunas comorbilidades”.
Es vital reconocer las señales de alarma que indican la necesidad de atención médica inmediata.
“Se sugiere consultar una guardia hospitalaria si la persona tiene alguna patología de base. Por ejemplo, si tiene enfermedades de corazón, de riñón, o es un niño que presenta algún problema de salud. En esos casos, si se identifica que estuvo expuesta a una temperatura muy elevada, sin los cuidados pertinentes, se recomienda acudir a un médico lo más pronto posible”, añadió Pascual.
“Si vemos que la persona está con vómitos y no ceden al hidratarse de a poco y realizar un ayuno relativo; si en la diarrea aparecen signos de sangre o el dolor de cabeza no cede, enseguida hay que consultar a un especialista”.
En caso de que sean niños, si sobre todo usan pañales y los padres notan que orinan muy poca cantidad, y estuvieron expuestos a un golpe de calor, también es conveniente que lo trate un pediatra.
“Y en adultos mayores, si los síntomas persisten, se pueden generar alteraciones de la presión arterial y funcionamiento cardíaco. En general, el tratamiento es la hidratación. Si es en el hospital, seguramente será con suero para lograrlo con mayor rapidez”.
Primeros auxilios
En este contexto, se comparten algunos primeros auxilios clave ante un golpe de calor:
--Trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado, preferiblemente con aire acondicionado y quitarle exceso de ropa si la tuviera, dejarla con algo holgado y liviano.
--Hidratar con agua fresca ofreciendo pequeñas cantidades. No se recomienda el uso de gaseosas ni bebidas alcohólicas.
--Utilizar compresas frías en cuello, axilas, muñecas y tobillos. También se puede mojar o rociar la piel con agua fresca y usar un abanico para ayudar a reducir la temperatura corporal.
“Prevenir los golpes de calor es posible con medidas simples pero eficaces. La planificación y el autocuidado son aliados esenciales para disfrutar del verano sin riesgos”, agregó la doctora Anabel Ferreyra, médica de Boreal Salud (MP 14026).
“Actuar con rapidez puede prevenir complicaciones potencialmente fatales y garantizar una recuperación segura durante la temporada estival”, cerró la facultativa.