Bahía Blanca | Sabado, 26 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 26 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 26 de julio

UNS: una movida que representa 150.000 millones de pesos anuales

El cálculo nace a partir de una canasta universitaria de $ 550.000 (actualizada a este junio) y del presupuesto de $ 58.000 millones de la casa de altos estudios.

La sede histórica de la Universidad Nacional del Sur, en la avenida Alem de nuestra ciudad. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

La repercusión económica de la Universidad Nacional del Sur en la comunidad bahiense se expresa a partir de un cálculo que, actualizado a este mes de junio, no deja de impactar: se trata de 150.000 millones de pesos anuales.

La canasta universitaria es de aproximadamente $ 550.000 M, en tanto que el presupuesto anualizado de la casa de altos estudios es de alrededor de 58.000 millones de pesos.

Actualmente, la cantidad de alumnos registrados es de poco menos de 31.000.

“Si a ese número le sumamos los docentes y los no docentes y los investigadores del Conicet estamos hablando de una comunidad de alrededor de 40.000 personas”, sostuvo el Dr. Daniel Vega, rector de la UNS.

“Si lo trasladamos por un grupo familiar, se nota que una parte sustantiva de la ciudad, y de la región, tienen un vínculo muy cercano con el mundo universitario”, añadió.

“Eso no sólo tiene que ver con la cultura, con las relaciones internacionales y con la vinculación con el resto del país y el mundo, sino que, obviamente, la dinamizan y le generan muchas oportunidades como, por ejemplo, la radicación de empresas”, explicó.

“El impacto económico es fuertísimo”, insistió.

También dijo que son alrededor de 17.000 los estudiantes que provienen de la región.

“¿Qué otra industria, para entrecomillarlo, genera esos recursos en la ciudad y de manera sustentable y verde? No hay otra. Y además con derrame”, comentó el Dr. Vega.

“Esta es la característica singular que tiene el fuerte sistema educativo en Bahía Blanca. Si se compara con otra ciudad de tamaño similar, pero que no tiene una universidad, nos encontramos con que hay muchísimo menos desarrollo en prácticamente todas las dimensiones”, calculó.

Respecto de la coyuntura, el Dr. Vega comentó que están trabajando para ser lo más creativos posible en función de sumar un vínculo más cercano con los sectores productivos del país.

“Debemos tener una sinergia con las empresas y brindarles todas las capacitaciones que necesiten para el personal que abarca desde técnicos hasta ingenieros con la formación de grado y posgrado”, expresó.

“No es un modelo con el que hayamos venido trabajando hasta ahora, pero entendemos que es algo que nos hace falta; es decir, tener más cercanía con el mundo productivo”, aseveró.

Con el resto

Pero si a estas cifras les agregamos el número de estudiantes de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que son poco más de 2.700 y a los 6.500 que participan de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO), nos estamos refiriendo a un universo de casi 40.000 alumnos.

Esta es la razón por cual la repercusión económica de la vida universitaria en la sociedad local es por demás relevante.

“El impacto directo es tener una masa salarial, un aporte de toda la comunidad de estudiantes que llega a la ciudad y los que están que se movilizan y consumen”, dijo —en su momento— el Ing. Mec. Alejandro Staffa, decano de la Universidad Tecnológica Nacional.

“Es algo virtuoso en función de la repercusión económica para Bahía Blanca. En contrapartida, en un ciclo recesivo esto genera más recesión”, admitió.

Por su parte, la Dra. Andrea Savoretti, rectora de la UPSO, señaló que, desde su institución, tienen el enfoque inverso en el sentido de aquellas personas que no se pueden desplazar del territorio.

“Pero también creemos que es muy bueno que quienes pretenden estudiar carreras específicas y que tienen la vocación puedan acceder a la educación universitaria”, señaló.

“Cuando se discontinúa una política de formación de recursos humanos en investigación, el país se retrasa porque esa gente, que viene en el entrenamiento de formarse, por cuestiones de la educación de pronto se tiene que ir”, agregó.

“Es una inversión que el sistema tarda muchos años en recuperar. Es decir, el desfinanciamiento de la educación universitaria trae muchos más problemas que a la propia institución. No es la universidad el organismo que se ve perjudicado de manera exclusiva con este desfinanciamiento; en realidad es la sociedad”, sostuvo.

“Si uno hace una lectura acotada, suponiendo que haya algo contra el sistema universitario por alguna cuestión ideológica, en realidad es la gente la que se perjudica y no a un sistema que está diseñado para capacitar personas, solucionar problemas o avanzar en la frontera del conocimiento”.