¿Cómo olvidarlos...? La deuda con Manu, Pepe y El Puma, a 20 años del oro olímpico
Nunca se concretó en Bahía alguna obra para visualizar el logro de los tres deportistas de nuestra ciudad.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
Twitter: @rodriguezefe
Instagram: ferodriguez_
¡Qué alegría y cuánta tristeza a la vez! La melancolía invade en estas fechas puntuales. Se mezclan las sensaciones, es casi inevitable. Miramos hacia atrás, vemos que pasaron los años, y aquellos basquetbolistas con los que inflamos el pecho los bahienses con el oro olímpico -entre otros logros- siguen sin tener su lugar destacado en la ciudad.
Un cartel –privado- en la rotonda de acceso a General Cerri visualizando este hecho histórico y nada más. Acaso, porque no se alcanza a dimensionar lo que hicieron estos tres "muchachitos", cerrando el partido final juntos, en la cancha, abrazados y unidos por las raíces. Ni más ni menos.
Tal vez porque nacieron y crecieron entre nosotros se naturaliza, haciendo valer el refrán “nadie es profeta en su tierra”.
A 20 años de ese momento de gloria, ya pasó una generación que no sabe de qué se habla cuando, justamente, se menciona el oro olímpico de Atenas 2004. Y así seguirá sucediendo en la medida que nadie se encargue de hacerlo visible en la ciudad, de resaltarlo y darle su merecido espacio.
La deuda pendiente con estos tres ilustres del deporte y embajadores de Bahía Blanca es inadmisible.
Es un hecho sin precedentes que tres deportistas surgidos de una misma ciudad y club defiendan los colores de un país en un Juego Olímpico, subiendo, por si eso fuera poco, a lo más alto del podio.
No obstante, el tiempo pasa y la falta de referencia favorece al olvido.
Todavía hoy transmite mucho la foto con la corona de laureles del plantel argentino, incluidos Manu, Pepe y El Puma. Ese momento se pudo vivir de cerca, en Atenas, o a la distancia, en Bahía. No importa. Eran argentinos. Todos festejamos. ¡Y encima había tres bahienses! ¿Qué más se podía pedir?
Ellos, definitivamente, merecen tener su lugar destacado en la ciudad. Hoy se cumple otro aniversario. No es uno más. ¿Cómo olvidarlos...?