Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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Entre demandas y quejas por la falta de fondos

La columna semanal de nuestro corresponsal en la capital de la provincia.

Frente a un contexto desfavorable, la estrategia del gobernador Axel Kicillof sigue siendo la de confrontar claramente con el gobierno de Javier Milei y dejar expuesta una supuesta intencionalidad del Presidente en desfinanciar a la provincia de Buenos Aires por cuestiones políticas.

Si las condiciones climáticas no mejoran en la relación con el Gobierno nacional, Kicillof deberá arreglarse irremediablemente con los ingresos coparticipables y lo que recaude en términos impositivos, aventuran desde el equipo económico bonaerense.

“Estamos frente a un cambio de paradigma y la sociedad tiene una gran esperanza” en la gestión presidencial, se entusiasman los libertarios, pese al contexto económico adverso que marca el inicio de los largos días grises del otoño.

El peronismo, por su parte, sigue haciendo catarsis, con poca autocrítica y en período de reconstrucción (sin un liderazgo claro a nivel nacional) tras el fracaso presidencial de la última fórmula de “los Fernández” (Alberto y Cristina) propuesta por el kirchnerismo puro.

Claramente, al actual Gobierno nacional le va bien cuando logra imponer en la agenda mediática, los efectos de la motosierra del ajuste en medio de un difícil contexto económico social, utilizando discursivamente un lenguaje “provocador” que procura seducir con ese mensaje al votante duro de los libertarios, bastante aficionado a la “anti-política”, explican en las diagonales.

Pero por sobre ese escenario, la Casa Rosada sigue perdiendo por goleada en el terreno de la negociación política, básicamente, por el rechazo que justamente despierta en los gobernadores la quita de recursos que Nación aplica sobre las provincias.

Ante ese panorama, Kicillof concentra el manejo de una red de contención social que tutela junto a la “Liga de intendentes del Conurbano” para la cobertura de falencias sociales en esa populosa región donde justamente se concentran los mayores índices de pobreza e indigencia.

Ante esa perspectiva y buscando profundizar el diálogo institucional con representantes de comunidades religiosas, la jefa de asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez, salió a caminar municipios junto a intendentes peronistas, cuyo vínculo está dado desde la cuna: la funcionaria es sobrina nieta de Eva Perón. 

Una buena manera de conocer cómo se atraviesa en los distintos barrios donde están insertadas esas instituciones que funcionan en ámbito bonaerense la aguda situación económica, y como coordinar acciones de emergencia con el ministro Andrés Larroque el encargado de las políticas de contención social.

En paralelo, días atrás, el mandamás bonaerense reiteró su compromiso político con la inversión estatal en los municipios: “En la Provincia la obra pública no se paraliza”, asegura.

“Frente a una coyuntura muy difícil, producto de un Gobierno nacional que se ausenta y deserta de sus responsabilidades. El único ganador de este modelo es el sector financiero: con una pequeña parte de todos esos recursos podrían terminar las obras que pararon en las escuelas, los hospitales y las rutas”, añadió, apenas un par de horas antes de conocerse que el Ministerio de Transporte autorizó un fuertísimo aumento tarifario de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), trámite indispensable para la circulación “segura y reglamentada” de automovilistas en calles y rutas bonaerenses.

También la Provincia salió a criticar la gestión libertaria por el brote histórico de casos de dengue. En rigor, la inacción gubernamental es compartida, ya que en un contexto de picos de contagios tanto en La Plata como en el Gran Buenos Aires, resulta casi imposible conseguir repelentes (cuando se encuentran llegan a pedir cualquier precio) faltan espirales en los comercios y la población ya no sabe con qué hacer humo para ahuyentar la invasión de mosquitos.

En el terreno legislativo, aquella imaginaria “fusión de ideas” entre referentes del espacio libertario y las espadas bonaerenses que representan los “amarillos” macristas del PRO, comenzó a cobrar vida.

Ambos sectores coincidieron a la hora de sumar críticas contra el documental sobre la pandemia de coronavirus realizado por el Ministerio de Salud bonaerense y, en particular, buscan conocer cómo se financió el material audiovisual que recuerda el azote epidémico de 2020-2021.

La polémica estalló apenas se anunció el estreno del documental “Pandemia: gestionar lo desconocido“, el cual aborda las políticas de Estado implementadas por Kicillof y su ministro Nicolás Kreplak durante la crisis sanitaria del Covid, pero imprudentemente ahora en medio de una epidemia de dengue que agrava la demanda sanitaria.

“Kicillof dice que no tiene fondos, pero a la vez se anuncia un film propagandístico”, disparan desde el bloque legislativo de la Libertad Avanza.
Es que, la controversia abrió un hueco para que la oposición parlamentaria insista con la reducción del gasto público en la Provincia en medio de la coyuntura económica.

En ese sentido, también el PRO aprovechó la embestida de los libertarios para exigir eficiencia en los gastos en políticas públicas, y le pidió con sutileza a la Gobernación de calle 6 que dirija su atención a solucionar problemáticas bonaerenses como la inseguridad o la catastrófica situación de la obra social estatal (IOMA), en vez de equivocar “prioridades”.