La historia del portal de la plaza: tenía cuatro antepasados y uno casi igual
A fines de 1930, ocupaban cada una de sus esquinas, pero duraron poco menos de ocho años en pie.
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Periodista web de La Nueva. desde 2006. Realizó coberturas multimedia locales y regionales vinculadas con arte, cultura, sociedad y medioambiente. También fue editor audiovisual y hasta ilustrador. Actualmente cubre la actualidad rosaleña.
En los inicios de Punta Alta, la plaza del centro no era tan céntrica; el punto neurálgico del pueblo pasaba por otras calles más cercanas al ingreso a la Base Naval Puerto Belgrano, como las que hoy se llaman Colón y Humberto Primo.
Fue a fines de 1920, cuando el sector delimitado por Murature, Irgigoyen, Brown y Rivadavia empezó a tomar una fisonomía similar a la actual. Pero esta no es la historia de la plaza General Belgrano, sino la de sus cuatro portales.
El cuadrante venía cobrando centralidad por la construcción del edificio de la Escuela Primaria N° 2 "Domingo Faustino Sarmiento", el posterior monumento al prócer de la bandera en el centro y la iglesia María Auxiliadora.
Hacia 1930, cuando Punta Alta todavía era parte de Bahía Blanca, en el seno de su Concejo Deliberante surgió la idea de embellecer la plaza con estos cuatro portales, uno por cada una de sus esquinas.
La obra fue adjudicada por licitación a la compañía de constructores de Calixto Barbieri y Domingo Mengucci y comenzó a ejecutarse en julio de 1930. Para fin de año ya estaban listos.
El más grande era similar al que hoy se yergue en la esquina de Rivadavia y Murature, frente al edificio municipal rosaleño y al pie de los tres mástiles, pero tenía otra ubicación: Brown e Irigoyen, que era la entrada a aquella plaza.
Arquitectónicamente, era de un estilo llamado neocolonial que el gobierno comunal bahiense usaba para varias edificaciones como la estructura de entrada al Parque de Mayo y las delegaciones municipales.
Este portal tenía una arcada central mayor y dos más chicas a cada lado. En la abertura del centro había un portón de rejas y en las de los costados, molinetes.
Los portales duraron poco. En 1938, en el marco de las obras de remodelación de la plaza, el entonces intendente Martín de Iturbide y del delegado Estanislao Boffi dieron el “ok” para demolerlos.
El nuevo portal
En vísperas del centenario de Punta Alta, en 1998, resurgió la idea de emplazar uno de aquellos portales, "con el objetivo de simbolizar una puerta hacia el futuro progreso de nuestra comunidad", según relata un artículo del Archivo Histórico Municipal.
Agrega que la empresa ganadora de la licitación, Rivas y Rivas, fue la encargada de realizar la construcción con algunas características similares al original de Barbieri y Mengucci, pero obviando las verjas y los molinetes. Se mantuvo el estilo de tipo neocolonial, compuesto por tres arcadas, una central de mayor diámetro y dos laterales, más chicas.
El portal comenzó a construirse en abril y fue inaugurado el 2 de julio, durante los actos por los 100 años de la fundación de Punta Alta.
"Ese día tan importante para los puntaltenses quedó perpetuado con una ceremonia iniciada por la Cofradía de los Artilleros de Fortaleza, pertenecientes a la Comisión Directiva de Tiro Federal de Bahía Blanca, que lanzó salvas de honor con el antiguo cañón de la Fortaleza Protectora Argentina que data de 1830", dice el informe del Archivo.
"Luego, se procedió al izado del Pabellón Nacional y al descubrimiento de tres placas: una de la ciudad de Bahía Blanca, por haber pertenecido Punta Alta hasta el año 1945 a dicho partido; otra de la Base Naval Puerto Belgrano por haber tenido un nacimiento en común en 1898, y la tercera de la Municipalidad de Coronel Rosales.”
Esta última, fue descubierta por el entonces intendente municipal rosaleño Jorge Izarra, la presidenta del Consejo Escolar Edith Cintioli, y el presidente del Concejo Deliberante Carlos Cacciurri.
Posteriormente, las mismas autoridades, a las que se les sumó el jefe de la Armada, almirante Carlos Marrón y en representación de Bahía Blanca el concejal Raúl Woscoff y el subsecretario de Cultura Ricardo Margo, se encargaron del corte de cintas del portal. La bendición estuvo a cargo del presbítero Miguel Mellado.