Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Crece la tendencia en Bahía de tener animales exóticos como mascotas

Es prácticamente normal ver en nuestra ciudad que muchas familias adoptan serpientes, iguanas, loros, erizos, hurones, pero también canarios, loros, hamsters y tortugas.

Casi siempre, cuando se habla de mascotas, se hace referencia a perros y gatos, pero el abanico de especies que pueden compartir un hogar es muchísimo más amplio. 

Así, ya es prácticamente normal ver en Bahía Blanca que muchas personas adoptan serpientes, iguanas, loros, erizos, hurones, pero también canarios, loros, hamsters y tortugas, por mencionar algunos.

Si bien esto representa un atractivo para las visitas, y son motivo de alguna anécdota curiosa, la realidad es que en la mayoría de los casos no reciben el trato adecuado por parte de sus dueños. Esto se debe a falta de información, creencias populares que son erróneas o simplemente por negligencia.

La tenencia de animales exóticos, o no tradicionales, como mascotas existe desde hace muchísimo tiempo. 

Pero en los últimos años, esa tendencia se incrementó notoriamente y quedó en evidencia con el allanamiento en una casa particular de nuestra ciudad por la presencia de 5 monos carayá (Alouatta caraya).

Por orden del Juzgado de Garantías N° 3, policías de la comisaría Primera y el Destacamento Patagonia llevaron a cabo un allanamiento para constatar la posible infracción a la ley N° 22.421 de conservación de la fauna, según informó la Agencia de Noticias Judiciales de Bahía Blanca.

Al comprobar su buen estado de conservación, sólo se labró un acta de inspección y se determinó que la propietaria del lugar podía quedar como depositaria judicial de los animales mientras se realizan las actuaciones pertinentes.  

El mono carayá es una especie de primate que habita en el centro de América del Sur y su distribución comprende hasta en el norte y noreste de Argentina. Si bien no se encuentran en peligro de extinción, es una especie que fue calificada como vulnerable por la destrucción y fragmentación de su hábitat natural y su comercialización como mascotas, entre otros puntos.

“Es bastante común en Bahía tener animales no tradicionales. Que la gente no saque a pasear reptiles o aves, no significa que no haya. Existen muchas más de lo que se supone”, señaló el veterinario Matías Facundo Jiménez (MP 12754), quien se recibió en Tandil de veterinario y se especializó en animales no tradicionales en la Universidad de Buenos Aires (UBA). 

“No creo que sea una moda, porque esta tendencia existe desde hace muchísimo tiempo. Desde épocas milenarias se tiene conocimiento de este gusto de tener un animal distinto a su cargo”, añadió el titular de Faunavet, ubicado en 17 de mayo 757.

María Verónica Ritacco, veterinaria especialista en atención de Animales Exóticos no convencionales, también opinó en esa misma línea.

“No hay una mayor tendencia a tener mascotas tradicionales pero sí hay una mayor preocupación en cómo cuidar las mascotas que ya tienen respetando las características del animal, su hábitat y socialización. Cuando vienen a consulta siempre hacemos el control del animal, y los asesoramos sobre cómo generar ese hábitat, cuidados que necesitan según la especie, la socialización con humanos y otros animales que puedan estar en la familia”.

Precisamente, ambos profesionales bahienses recalcaron la importancia de interiorizarse sobre los cuidados de los animales a incorporar a la familia.

“Mi recomendación, antes de incorporar una mascota no tradicional, es que se asesore sobre su tenencia y tener en cuenta su comportamiento, qué necesidades tiene, que alimentación debe suministrársele, si puede estar en cualquier lado o precisa un sitio específico. Para ver si uno está en condiciones de dárselas”, opinó Jiménez.

Y añadió: “Lamentablemente, mucha gente no tiene en cuenta estas cosas hasta que la mascota ya está en su hogar. Y allí arrancan los problemas, porque a veces que la familia no tiene ni el tiempo ni los recursos para que ese animal esté en óptimas condiciones”.

Ritacco amplió este tema a todas las mascotas, incluso las tradicionales o más comunes.

“Siempre digo que la gente debe asesorarse sobre los cuidados que necesita y si va a poder darle una calidad de vida adecuada. Esta sugerencia no es sólo para los animales exóticos, ya que la adopción de una mascota tiene que ser una acción responsable, que surge del afecto. Hoy en día se habla de familia multiespecie, los animales son nuestra familia y como tal debemos quererlos y respetarlos”.

Ambos reconocen que en la última década la tenencia de mascotas no tradicionales en los hogares ha ido en aumento: reptiles, aves, roedores, cobayos, erizos, conejos, tortugas, aves e iguanas son algunas de las especies que habitan hoy en día en muchos hogares de nuestra ciudad.

“Hoy se ven bastante el Petauro del Azúcar (una especie de mamífero diprotodonto de la familia Petauridae que habita en Australia y en islas del Indo-Pacífico) y el chanchito Mini Pig (es una variedad de cerdo doméstico modificado por el humano para lograr tamaños pequeños). Los hurones fueron tendencia en un momento, pero ya dejaron de serlo, sobre todo porque se prohibió su importación hace un tiempo”, señaló Jiménez.

“Las especies más comunes que llegan a consulta seguramente son distintas a lo que la gente imagina. En consultorio vemos ratas, murciélagos, conejos, palomas, tortugas, carpinchos, gallinas, sapos, gansos y algunas veces, muy escasas, especies que no son autóctonas de esta zona, por ejemplo un tucán, pero solo como excepción”, manifestó Ritacco. 

Jiménez indicó que hay animales que están protegidos por la ley, y en su mayoría son los que se encuentran en peligro de extinción, como las tortugas terrestres y los loros hablantes.

“Se prohibieron hace poco y hay personas que hace muchos años que los tienen, por ese motivo si se acercan, se los atiende igual, porque la salud del animal está primero”, comentó.

Precisamente, el tráfico ilegal es otra de las grandes problemáticas que rodean a esta práctica, principalmente por las especies en peligro de extinción. Un mercado que mueve millones de dólares con su venta, mediante criaderos ilegales.

“Muchos de estas especies exóticas necesitan papeles para su tenencia por cuestiones legales. Pero eso no evita que haya criaderos clandestinos. Pero es importante tenerlos documentados básicamente para hacerles un seguimiento sanitario y evitar la transmisión de enfermedades”, opinó Jiménez.

“Nuestra idea no es juzgar a la persona que en el norte del país, seguramente por una carencia económica y cultural, captura animales para la venta ilegal. Es una cadena de necesidades económicas que uno no está en condiciones de juzgar, pero sí como veterinaria tenemos la obligación de ayudar al animal y a la familia que lo adoptó a que el vínculo, el cuidado y el hábitat sea el mejor. Siempre la tarea es reparar, es una función de contención evaluando qué es lo mejor para ese animal que ya se insertó con los humanos”, amplió Ritacco.

¿Son riesgosos?

"Las mascotas menos tradicionales suponen un riesgo para la salud de los niños de corta edad y su adquisición y propiedad debería descartarse en los hogares con niños pequeños", indicó un informe de la Organización Mundial de la Salud.

Según explica, los padres necesitan ser educados sobre los riesgos crecientes que implica la exposición a mascotas no tradicionales y otros animales en lugares públicos como zoológicos de mascotas, para los bebés y niños menores de 5 años y para las personas con problemas en su sistema inmune.

“Todos los animales pueden transmitir enfermedades. De hecho, la OMS no recomienda, en familias que cuentan con hijos menores de 5 años, tener otro animal que no sea un perro por este tema. Ni siquiera un gato. No es que está prohibido, pero no es recomendable porque los niños no tienen aún el hábito de la higiene”, dijo Jiménez.

“Absolutamente todos los animales pueden transmitir enfermedades a su especie y al ser humano en algunos casos. Por eso es necesario que estén adecuadamente desparasitados y con el calendario de vacunas al día”, opinó Ritacco.

“Obviamente, los animales silvestres tienen mayor carga de zoonosis que uno nacido en criadero o cautiverio. Esas enfermedades suelen despertar por la alta carga de estrés que sufre el animal al ser capturado y retirado de su ámbito natural. De hecho, muchas veces lleva a la muerte del animal”, amplió Jiménez.

Al igual que el perro y el gato, estas mascotas no tradicionales han adquirido otros cuidados que favorecen su calidad de vida. 

“Por ejemplo, un conejo, que es bastante habitual verlo en hogares, años atrás los tenían sin ningún control médico en los patios, comiendo sobras o pasto y tenía una expectativa de vida mucho mejor. Y hoy, los tienen adentro con un plan sanitario específico necesario y alimentación recomendada para esa especie para evitar problemáticas y mejorar su calidad de vida. Como ese ejemplo, hay muchos otros. En ese sentido, avanzaron paralelamente la concientización en la gente y la especialización de los veterinarios en otras especies animales”, analizó Jiménez.

“Depende de cada especie, pero en general una mascota no tradicional no requiere mayores cuidados, pero sí diferentes. Por lo cual es necesario un asesoramiento adecuado. Las personas tienden a cuidarlos como si fuesen gatitos o perros y a veces por el mismo afecto comenten errores que perjudican a los animalitos”, opinó Ritacco. 

Por otro lado están los animales silvestres, que no son catalogados como mascotas pero mucha gente los tiene en sus hogares. 

“En esa categoría aparecen las tortugas de tierra, que está naturalizado tenerlo, pero no es legal. Al igual que los monos o los loros habladores, que la mayoría no tiene documentación. En esta área hay que agregar los animales rescatados, que son adoptados por particulares porque Provincia no cuenta con ningún hogar de rescate para tenerlo”, señaló Jiménez.

“Todas las especies en mayor o menor medida pueden ser peligrosas si uno desconoce cómo funcionan y sus costumbres. Obviamente entre un puma o un carpincho y una paloma la peligrosidad es diferente”, añadió Ritacco. 

En todos los casos, la recomendación es que consulten a algún profesional en la materia para comenzar a desarrollar el plan sanitario correspondiente. 

“Hoy hasta los insectos tienen un plan sanitario determinado, como es el caso de las abejas por citar un ejemplo”, contó Jiménez.

“Mi recomendación para aquellas familias que piensan en una mascota, es que se asesoren. Y tengan en cuenta todas las variables, como el lugar donde vivirá, en qué condiciones, cuánto crecerá y fundamentalmente, si hay presupuesto económico para hacerlo, porque estos animales no son baratos de mantener”, señaló Ritacco, quien cuenta con un local en 12 de octubre al 500.

“En la sociedad tradicionalmente se cree que todo animal que no sea un perro o gato, es más fácil de criar y que tiene menos cuidados. Incluso existe un mito que indica que es más económico mantenerlo, lo cual no es cierto. Es un pensamiento muy arraigado entre la gente en parte porque en muchos centros donde debería asesorarse responsablemente se termina ocultando parte de la información al realizar la venta”, consideró el profesional. 

¿Se pueden separar de sus familias?

En líneas generales, Jiménez señaló que es complejo alejar a los animales no tradicionales o exóticos de sus propietarios por el motivo de que se está infringiendo una ley. 

“Porque ya dejaron de desarrollar hábitos naturales y tienen un apego con sus propietarios, por lo que tienen cierta dependencia a esa forma de vida. Hay muchos casos que fueron expropiados y los animales no se adaptan a su nueva vida y terminan muriendo. Y en muchos casos se los han tenido que devolver a sus propietarios para evitar ese suceso, con el control periódico del Estado”, señaló el veterinario.

Y agregó: “Cada caso es distinto y hay que analizarlo profundamente. No se puede hablar a la ligera de estas circunstancias porque en muchos casos el Estado sabe de la existencia de esos animales y los controla. Algo similar pasa con los animales de los zoológicos o de circos, que tienen su seguimiento sanitario”. 

Las enfermedades más comunes

Las enfermedades más comunes que pueden transmitir las mascotas exóticas son las siguientes: 

--La salmonela. Ha sido hallada en camaleones, iguanas y serpientes (mayoritariamente pitón), también en pollitos. Los pequeños la adquieren besando a los animales o tocándolos y poniéndose luego las manos en la boca.

--La psitacosis de los loros. El atractivo y cariño que sus dueños sienten por estas aves --algunos llegan a besarlas-- no debe hacerles perder la perspectiva de que pueden transmitir unas bacterias llamadas clamidias. Una de las infecciones que provocan es la psitacosis, cuyos síntomas son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y, en algunos casos, neumonía.

--La viruela del simio. Es similar aunque más leve que la viruela común. Los monos también pueden portar la hepatitis A.

--Rabia. Los hurones provenientes de ciertos países pueden ser sus portadores y transmitirla a través de una mordedura.

--Un problema común de los animales de todas las especies, sean aves, reptiles, mamíferos (hurones y conejos) o roedores (como cobayos y hámsteres), son los parásitos intestinales, que pueden pasar a las personas cuando no se observan las medidas preventivas e higiénicas aconsejadas, entre las cuales el lavado de manos es fundamental.