Bahía Blanca | Jueves, 16 de mayo

Bahía Blanca | Jueves, 16 de mayo

Bahía Blanca | Jueves, 16 de mayo

El sector comercial de la ciudad, en un momento muy crítico

Un estudio del CREEBBA reveló que 6 de cada 10 empresarios-emprendedores espera una abrupta caída en las ventas durante este año. “No recuerdo un verano tan malo”, analizó Martín Garmendia, presidente de la Cámara de Comercio de Bahía Blanca.

Fotos: Pablo Presti y Samanta Marco-LNP

Una encuesta difundida en los últimos días por el Centro Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca (CREEBBA) revela el difícil presente que transitan los empresarios y emprendedores de nuestra ciudad.

De hecho, los resultados arrojan que el 63% de los consultados esperan una caída de las ventas durante este año y el porcentaje crece un 4% más cuando fueron interrogados sobre si pensaban realizar inversiones en el corto o mediano plazo.

En ese marco, el sector comercial es uno de los más afectados por la crisis económica que atraviesa nuestro país.

Incluso, ya comienza a percibirse en la ciudad que algunos locales cierran sus puertas definitivamente y no son reemplazados.

“Este verano ha sido durísimo. Yo no recuerdo uno tan malo. Los comerciantes siempre decimos que enero-febrero es difícil, pero nunca han sido como los de este año”, señaló Martín Garmendia, presidente y responsable del Area de Desarrollo Institucional de la Cámara de Comercio de Bahía Blanca.

Para este experimentado emprendedor local, la ecuación es simple: no hay consumo porque no hay dinero.

“Y si tiene un poco guardado, lo conserva para ver qué aumento lo saca de presupuesto el próximo mes. Desde hace un tiempo que la gente compra lo indispensable”.

Tras un 2023 marcado por un primer semestre con oscilaciones en el nivel de actividad y un segundo semestre con una gran incertidumbre y caída en las ventas, las previsiones para este año no son las mejores.

“Por más que es doloroso, debo admitir que no nos sorprende el cierre de negocios. Ya veníamos pronosticando que muchos no iban a poder superar la crisis. Y lo peor es que recién empieza y se va a poner peor”, auguró.

Precisamente, el relevamiento del CREEBBA determinó que el 63% de los consultados admitió que proyecta una caída en las ventas en los próximos meses; el 50 % manifestó preocupación por los mayores costos de proveedores y el 38% asumió que existirán aumentos significativos en los salarios de los trabajadores.

“Acudimos a una reunión de la Cámara Argentina de Comercio, de la que tomaron parte las cámaras de distintos puntos del país. Y estos problemas son la regla común. Estamos todos igual. Ni siquiera las ciudades turísticas, que solían ser las excepciones en el verano, se han salvado de la caída de las ventas”.

De acuerdo al informe difundido por el  Centro Regional de Estudios Económicos bahiense, otras inquietudes que surgieron de las respuestas recibidas por los encuestados giraron en torno al aumento en la presión impositiva y la falta y/o costo de financiamiento en materia de créditos.

Precisamente, hace pocos días atrás se confirmó que el Gobierno dejará de subsidiar a empresas, pymes, comercios e industrias.

En ese tren, los mayores incrementos de electricidad los tendrán comercios y pequeñas industrias. En gas, más de 120 mil pymes perderán el subsidio. 

"El nuevo esquema no contiene ningún tipo de subsidio a las actividades productivas. No sería compatible subsidiar a la energía y tener precios liberados", explicó Salvador Gil, funcionario de la secretaría de Energía.

En la misma línea, Martín Vauthier, asesor en Economía, afirmó: "En un contexto de recursos escasos, se eliminan subsidios a la demanda no residencial, por ejemplo, en procesos productivos, dado que en dicho caso no es posible asegurar que los beneficiarios reales sean los sectores de menores ingresos".

Además, defendió los subsidios a la demanda: "Permiten racionalizar el consumo, generando un ahorro para el país, y focalizar las transferencias en quienes más lo necesitan". 

Garmendia entiende que esta decisión impactará muy fuerte en el empresariado local.

“Otro gran problema que se está percibiendo en el sector mercantil es el incremento de los servicios básicos. La gran mayoría comenzó a pagar más del doble por el mismo consumo de energía y esperan lo mismo para el gas. Son tantos los gastos que se terminan haciendo insostenibles”.

Y añadió: “A eso se suma el incremento de los salarios de los empleados. Se hacen imposibles de pagar con la caída de las ventas. Por eso, hoy es impensado que haya comercios que piensen en contratar nuevos empleados”. 

En ese marco, Garmendia señaló que crece la competencia desleal, lo que acrecienta la problemática.

“Hay comercios que cierran sus puertas al público porque no logran cubrir sus gastos y pasan automáticamente a la informalidad, por una cuestión de costos. Obviamente que no se justifica, pero es una cuestión de subsistencia. Y creemos que se ampliará en los próximos meses”.

Según el titular de la Cámara de Comercio local, los costos para mantener un comercio abierto en forma legal son altísimos. 

“Por eso me preocupa muchísimo lo que viene. Yo creo que el sector mercantil no está ni cerca de tocar fondo. La crisis se va a acentuar aún más y va a dejar fuera de sistema a muchos más, con los problemas que ello podría acarrear socialmente. Estamos hablando de sector que más empleo genera a nivel país, por lo cual la crisis se siente muchísimo más que en cualquier otro”.

EL IAE también se enfocó en los márgenes de rentabilidad obtenidos en 2023. El 28% de los empresarios bahienses afirmó que fueron constantes a lo largo del período. A su vez, un 25% notó una disminución moderada de los mismos y otro 25% manifestó una caída fuerte en este indicador, totalizando un 50 % con indicadores negativos.

Por último, un 13% visualizó un aumento moderado y el 9% restante un aumento elevado. Las empresas que declararon aumentos en sus márgenes pertenecen tanto al sector comercial como de servicios.

“La gran mayoría te dice que su comercio se mueve un poco más los días que hay promociones bancarias. Pero no alcanza a compensar lo que sucede el resto de la semana”, esgrimió Garmendia. 

“Las únicas compras que se han incrementando son por internet, pero han bajado por el tema de los costos de traslados. Entonces, la gente cuando quiere comprar algo específico toma ese registro y lo compara con lo que le sale en algún comercio de acá. Pero si son valores altos, compran afuera”.

“Yo viví muchas crisis, pero creo que esta es peor que la de 2001, que también fue muy fuerte”.

La Cámara de Comercio no cuenta con un registro sobre comercios cerrados, básicamente porque no todos están adheridos a la entidad.

“Pero con sólo recorrer un poco la calle se percibe que todos los días baja la persiana alguna. Y las aperturas no son en los mismos porcentajes. Los locales que se desocupan pasan mucho tiempo sin volver a ocuparse”, dijo.

Según Garmendia, los cierres se perciben mucho más en los comercios barriales.

“Sabíamos que iba a ser así, porque generalmente los comerciantes de barrio no tienen la misma experiencia o el mismo respaldo que los del centro. Pero la crisis, o la marea negra, como la llamo yo, va a terminar llegando también al microcentro, porque la caída del consumo es estrepitosa”.  

En cuanto al programa nacional Cuotas Simples, Garmendia comentó que “no movió el amperímetro”.

Según señaló, la limitación de las cuotas a seis no se ajusta a las necesidades del consumidor, especialmente cuando se enfrenta a la adquisición de productos de alto valor como electrodomésticos.

“El programa Ahora 6 no sumó ni restó a los comercios tradicionales. La gente lo usa cuando es indispensable el gasto. Y lo suele usar cuando tiene que cambiar sí o sí algún electrodoméstico, porque es imposible pagar al contado. Hoy la mayoría de la gente compra alimentos y posterga el resto de las compras”.

Asimismo, Garmendia señaló que ven positiva una reforma laboral.

“Espero que el Gobierno encuentre soluciones rápidas a una situación ya muy crítica. En ese sentido, sí creemos necesaria algún tipo de reforma laboral, porque hoy es verdad que el empresario o emprendedor piensa dos veces en contratar a alguien, porque sabe que en el futuro se va a comer un juicio, con todo lo que eso implica”.

En línea

Lo que sucede en la ciudad va en línea con el Índice de Ventas Minoristas Pymes que todos los meses elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), a partir de un relevamiento que abarcó a alrededor de 1.350 comercios minoristas de distintos puntos del país.

Las ventas en los comercios minoristas registraron durante febrero una caída promedio del 25,5% interanual a precios constantes, en tanto que frente a los números del pasado enero retrocedieron 7,4%.

El rubro que más cayó en el acumulado de los dos primeros meses del año es farmacia, seguido por perfumería y alimentos.

El acumulado del primer bimestre del año marcó un declive de 27% respecto al mismo período de 2023. 

En este contexto, el comunicado emitido por la entidad que nuclea a las PyME consigna que los comerciantes consultados calificaron al pasado febrero como “un mes para el olvido con días consecutivos en que no registraron ninguna venta”. El mismo informe señala que durante el segundo mes del año en los hogares para llegar a fin de mes “hubo desahorro”, esto es que los gastos fueron mayores que los ingresos, y que las vacaciones se llevaron el dinero excedente.

Por rubro, seis de los siete sectores evaluados mostraron bajas, en comparación con el mismo período del año anterior. La mayor retracción interanual tuvo lugar en el rubro Perfumerías (-40,9%). Por el contrario, el único incremento interanual se observó en el rubro Textil e indumentaria (+3,5% i.a.). En tanto, Alimentos y Bebidas bajó en febrero 33,3% i.a. y descendió 7,6% en la comparación mensual; ‘Bazar, decoración y textiles para el hogar y muebles”, bajó 22,7% i.a. y subieron 8,2% mensual; Calzado y marroquinería descendió 21,4% i.a. y se retrajo 7,8% mensual; Farmacia bajó 39% i.a. y 8,8% mensual y ferretería cayó 28,2% anual y 9,4% mensual.

"No hay una cantidad de despidos significativa”

Pese a la situación que vive la gran mayoría de los comercios de la ciudad, Miguel Aolita, secretario general de la Asociación Empleados de Comercio, manifestó que en su gremio no hay movimientos significativos en el padrón de afiliados, lo cual es un indicio de que la fuente laboral se mantiene estable.

“Estamos prácticamente en la misma cantidad que en 2023. Obviamente que hay bajas por renuncias o por despidos, pero se compensan con las altas. No debemos olvidar que este es un sector que tiene bastante rotación”, señaló Aolita, aunque sí aportó un dato de color.

“Durante las fiestas pasadas (Navidad, Año Nuevo y Reyes) no hubo prácticamente contrataciones temporales y esa tendencia se mantuvo en los primeros meses del año. Los empleados que salieron de vacaciones no fueron reemplazados temporalmente. Seguramente tenga que ver que los comercios no notaron la necesidad de ampliar su planta laboral porque las ventas se redujeron”.

Aolita aclaró que su gremio tiene representatividad gremial sobre un amplio sector de los comercios, pero no en todos.

“Nosotros no agrupamos a todos los comercios de la ciudad. Por eso, no sabemos lo que ocurre, por ejemplo, en panaderías, locales gastronómicos, verdulerías y farmacias, por citar algunos sectores”.

“Y también sabemos del cierre de algunos comercios, pero que no tenían empleados, sino que los atendían sus propios dueños”. 

Aunque el panorama es sombrío, Aolita confía en que no redunde en pérdidas de fuentes laborales.

“A priori, los que nos dicen los empresarios es que la intención es mantener el plantel laboral y que no están pensando hoy en día en incrementarlo por las razones que todos conocemos”.

Y añadió: “La baja de consuma tiene una explicación muy clara: cuando la masa trabajadora no tiene dinero, la economía se frena. Eso pasó siempre. La gente se vuelca a comprar las cosas indispensables. Por eso las ventas han caído en estos últimos meses”.

Finalmente, Aolita se refirió a una posibilidad que analizan algunos comercios de realizar horarios corridos de atención al público para reducir gastos. 

“El horario corrido puede ser utilizado tranquilamente. No hay ley que lo impida. Lo único que marca la ley son los horarios límites. De hecho, después de pandemia, muchos comercios decidieron mantener el horario corrido y no volver al cortado, pero cada uno lo maneja como quiere dentro de los límites de la ley”.