Bahía Blanca | Domingo, 29 de junio

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Tres amigos, dos retiros y uno con siete ascensos en medio de los festejos de Pueyrredón

El flamante campeón de Segunda le ganó la final a El Nacional.

Esas manos cubren la emoción de Iannamico. Cassalini lo contiene. Fotos: Emilia Maineri-La Nueva.

 

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

El humo de las bengala tiñó de azul y amarillo el Luis Álvarez de Estrella y el parquet estaba cubierto con gente de Pueyrredón. Ahí, en el mismo lugar donde minutos antes los jugadores habían sido los protagonistas de una verdadera final. Entre abrazos, saludos y toda la euforia que generó el título y ascenso a Primera, el entrenador Andrés Iannamico hizo una pausa: "Éramos dos equipos muy parejos y hubo que ir corrigiendo y mejorando partido a partido", dijo, en referencia a la serie que le ganaron a El Nacional, 3-2.

Mucho colorido y un clima espectacular hubo en Estrella.

Pueyrredón fue creciendo y acomodándose a la categoría tras el descenso. Terminaron con el segundo puesto en fase regular, y dejaron en el camino a Argentino (2-0), Sportivo (2-1) y El Nacional (3-2).

"Se me hizo fácil dirigir esta serie porque tenemos jugadores inteligentes, que en determinados momentos, cuando tenían que resolver lo hacían. Como le dije a Juan Pedro (Paronetto): 'Si no la tirás te saco'. Lo puse faltando seis minutos y metió tres triples", destacó el DT.

Andrés Iannamico vivió la serie intensamente.

"Fue un ascenso muy raro -agregó-, porque en cuatro meses hubo que preparar un equipo, cuando a veces lleva ocho o nueve meses. Más con chicos que venían de descender y había que convencerlos. Por suerte entendieron el mensaje".

Paronetto (4) festeja la conversión de Scattolini.

Justamente Juan Pedro Paronetto fue uno de los que llegó a Pueyrredón la temporada anterior, en un combo con dos compañeros como Luciano Vecchi y Juan Ignacio Scattolini, con los que habían hecho en Velocidad una gran temporada. No obstante, en la primera experiencia les costó hacer pie y fueron parte del descenso.

"En ese grupo de tres había una unión desde Velocidad. Es más, cuando tuvimos ese buen torneo, después se nos presentó la posibilidad de ir a varios equipos y nos pusimos de acuerdo en tratar de estar juntos, porque no solo disfrutamos de jugar al básquet, sino que nos conocemos muy bien afuera de la cancha y la pasamos bárbaro. Es un disfrute jugar juntos. La resiliencia de nosotros tres fue increíble. Primero teníamos pocos minutos, nos estábamos aclimatando al torneo, pero fue la experiencia necesaria para hoy hacer lo que hicimos", entendió el tirador.

Renzi le tira con toda la experiencia a Echarri.

Con varias batallas encima, Nicolás Renzi estaba algo apartado de los festejos, luego de ser pilar fundamental en este equipo.

"La verdad que el club quería ascender, pero no era el objetivo principal. Nos armamos para pelear y cuando vimos cómo se dio el torneo y nos vimos cada vez mejor, el ascenso era una opción muy viable, teníamos con qué. Está bueno que Pueyrredón retorne a Primera, porque es un club de esta categoría, bien organizado y con infraestructura. Una lástima por El Nacional, que hace las cosas muy bien, pero asciende uno directo y nos tocó a nosotros", señaló.

Renzi-Pineda, vitales en el ascenso.

Renzi cobró un rol protagónico, siendo una pieza fundamental.

"La idea era ser el comodín en varias posiciones y que fuera aportando de acuerdo con la necesidad. A veces me tocó meter cuatro puntos, pero más rebotear y defender. Hoy me tocó hacer otras cosas, pero el equipo era largo, había defensa y manos con gol, así que creo éramos todos protagonistas. A la larga, lo que queda es el equipo que se armó y no es casualidad que se gane un partido así, con todo el clima que había y respondiendo en varios momentos clave del juego", entendió Renzi.

Los dos que se quedaron con las redes fueron los más veteranos del plantel y que significará para ellos el último "trofeo de guerra".

El capitán se llevó su premio.

"Anoche (por el jueves) fue mi último entrenamiento y este mi último partido. Me retiro. Ya lo lloré bastante y lo voy a seguir llorando. La verdad que es tomar una decisión muy difícil. Hace un año que la vengo procesando y si fuera por mí seguiría hasta los 60 o 70 años. Uno siempre dice que se quiere retirar en lo más alto, y se dio. Me retiré en el Purre y lo dejamos en Primera", dijo David, con los ojos cargados de lágrimas.

Después de derrochar energía y disimulando los casi 42 años, Gastón Rivera también confirmó su decisión.

"Quería terminar así. Ya está. Si no nos íbamos al descenso la idea era terminar el torneo anterior en Primera, pero se dio este torneo corto y era para aprovecharlo. Se armó un equipo para pelear y de a poquito fuimos encajando", dijo Tito.

Con su tiro de media distancia y defensa, se fue ganando los minutos.

"Había hablado con Andrés (Iannamico), que los chicos eran quienes tenían que empujar, nosotros con David podíamos aportar experiencia en momentos clave. Aunque en estos partidos con la ausencia de Augusto (Ríos, lesionado) sumé más minutos", explicó.

Lucas Lucchetti, un ganador.

Los dos que oficializaron su retiro, previamente se encargaron de rodearse convenientemente. Y para eso llamaron una y otra vez a Lucas Lucchetti, quien sumó su séptimo ascenso: tres con 9 de Julio, y los restantes con Olimpo, Comercial, Argentino y el actual.

"Andrés me llamó para esto, porque quería revivir lo mismo que en 9 de Julio. Y tanto David como Tito me insistieron para que hiciera un esfuerzo y viniera, porque era su último año, por eso esto es para ellos", dedicó Lucas el terrible, que tuvo otra noche iluminada.

A seguir festejando...