Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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La belleza del Lincoln y la excelencia del V8 en los salones de Amado Cattáneo

El parque automotor comenzaba a crecer y Ford se ubicaba entre las marcas que más se ocupaba de sumar nuevos diseños.

En agosto de 1936 la firma local Amado Cattáneo anunció la exposición es sus salones de Donado 228 del nuevo modelo de la fábrica Ford, el maravilloso Lincoln Zephyr, con motor V12, considerado “una obra maestra de la estética”.

El modelo tenía líneas art decó, un estilo muy de boga en la época, que alcanzaba el diseño de hoteles, cines y rascacielos norteamericanos y que en una de sus variantes de diseño adoptó líneas fluidas y dinámicas, emparentadas sobre todo con los diseños náuticos, que también se adaptó al diseño de vehículos.

Lincoln Zephyr V-12, 1936

El Lincoln tenía una clara influencia marítima en la definición de su carrocería, la cual cubría con sus líneas fluidas un robusto chasis de acero. La doble parrilla frontal imitaba la proa de una lancha.

El nombre Zephyr derivaba de la palabra Céfiro, dios del Viento de los griegos, y fue la exitosa propuesta de Ford en el desarrollo de una línea de lujo, una propuesta de alta gama que se presentó en la variante cupé, de dos puertas, y Sedán, de cuatro.

El público concurrió maravillado a admirar las formas de un vehículo que rompía completamente con los moldes tradicionales.

Los salones de Amado Cattáneo
Ford V8, pura potencia y rendimiento

Junto con este modelo, Cattáneo presentó también el Ford V8, con su capó redondo, rejillas de ventilación laterales y parrilla en V. Su precio de venta era de 850 dólares y es un modelo que fue especialmente utilizado en las competencias de Turismo Carretera, lo cual le dio una fama y un prestigio único.

Lincoln Zephyr y Ford V8, “la tecnología automotríz en su última palabra”, según lo presentó la prestigiosa agencia local de Donado al 200. 

La concesionaria de Amado Cattáneo en Donado 226