Barracas dejará el básquetbol y las canchas quedarán a disposición de Pueyrredón
Están trabajando para solucionar las roturas que sufrió el gimnasio durante el temporal.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
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Barracas continúa con la obra de reparación de otro de los sectores afectados del gimnasio durante el temporal del 16 de diciembre y, paralelamente, ya tienen acordado verbalmente su vínculo con Pueyrredón para, a partir del próximo año, cederle la cancha principal y la auxiliar al club de calle Darregueira, que las utilizará como un apéndice.
"No vamos a seguir compitiendo", le aseguró a "La Nueva" el presidente Gonzalo Vaquero.
En consecuencia, en la entidad de calle Thompson está tomada la decisión de completar la participación en los torneos actuales de la Asociación Bahiense de Básquetbol y después bajarse.
De acuerdo con lo que contó Paco, recibió ofertas de varios clubes para alquilar la cancha, aunque la decisión final fue articular con Pueyrredón para mantener la actividad con una institución vecina.
"En el día a día para mí es muy complicado, acá no hay gente. Si bien las limitaciones son similares al año pasado, la diferencia es que antes ayudaban algo más por lo que generaba ganar, pero ahora no se acerca nadie", comparó Vaquero, en referencia a lo que significó el ascenso a Primera y la realidad actual, con el equipo en última posición.
Ante esta realidad, el presidente pidió ayuda y no la encontró.
"Llamé a todos los que podían sumar desde algún lugar y me dijeron que sí -contó Vaquero-, pero cuando les pedí algo no podían concretarlo, entonces, continuaremos con la personería jurídica y trataremos de conformar una comisión directiva para mantener el club abierto".
La falta de respuesta llevó a Vaquero a buscar una alternativa: "Hablé con Juan Manuel Martínez, presidente de Pueyrredón, y le propuse que me presentaran un proyecto".
-¿No se trata de una fusión?
-No. La idea es que ellos vengan a desarrollar la actividad y si quieren jugar acá de local que lo hagan. Mientras tanto, tendrán que realizar las mejoras que se les marcaron, como en los vestuarios, extender el piso, que ya lo tenemos, hasta la pared para tener dos canchas; terminar de arreglar el techo; instalar una cantina, porque ahora hay una rotisería y cuando se cancele el vínculo con el SUM, en dos años, hacer un gimnasio. Nosotros, con los pocos ingresos que tenemos, la idea que tenemos es comprar las plateas rebatibles, como tiene el Dow y compartir alguna inversión con ellos, que también pagarán los servicios.
-¿Por cuánto se extenderá el acuerdo?
-Es lo que tenemos que cerrar. Ellos me dijeron por cinco años, uno antes de los 100 años (2029) del club, justo por si alguno se anima a reflotar el básquet Barracas para ese entonces.
-Es decir a Pueyrredón le quedaría la disponibilidad de la cancha principal.
-Y la cancha dos también, porque no está mucho tiempo ocupada. Tenemos a los Veteranos de Malvinas, que nos dejan una donación, patín y también vóley municipal.
-¿Las categorías que tiene Barracas pasarían a Pueyrredón?
-Tenemos 15 chicos de escuelita y 12 Premini. Habría que hablar para ver el destino, pero ellos no tienen problemas de sumarlos para Pueyrredón.
-Y en la categoría superior, actualmente en Primera, lógicamente desertarán.
-Claro, porque para participar nos obligan a tener, además, tres categorías competitivas y más una menor. No tenemos gente para nada. Esta decisión se toma con todo el dolor...
La obra
La inversión para la obra en el gimnasio está a cargo de la firma Mega y Barracas tiene la responsabilidad de llevarla adelante.
"Se reforzaron las columnas. Había un ventanal que daba a calle Italia y se tapó con ladrillos. La mitad de la pared hay que tirarla para poner chapas traslúcidas y comunes, porque ya no se puede construir pared hasta arriba. Y cambiarán los últimos seis metros del techo", enumeró Paco.
Una vez concluida esta etapa, se abocarán a lo eléctrico.
"El tablero electrónico lo probamos pero no responde; la cancha ya está en condiciones y compramos para hacer las defensas de las barandas. De todos modos, por ahora la cancha no estaría habilitada porque si llueve no se puede jugar, ya que estamos cambiando de a una chapa traslúcida por mes, porque la mano de obra es muy cara", contó Vaquero.