El puerto, algo más que una transformación para la comunidad
Lo que comenzó con una alternativa de paseo lanzada por el CGPBB para los fines de semana termina en propuestas gastronómicas, deportivas, culturales y artísticas para todas las edades.
Con un impulso cada vez más renovado desde el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB), lo que en principio era una apertura a la comunidad hacia el sector productivo de la ría local, pasó a constituirse en un lugar casi obligado para todos los vecinos.
Se trata del Paseo Portuario pensado, principalmente, para los fines de semana pero que suele extenderse en días cercanos a sábados, domingos e, incluso, a feriados.
El caso de mayor repercusión se produce en la celebración de la Fiesta Nacional del Camarón y del Langostino, donde en Semana Santa la convocatoria es cada vez más relevante y no sólo por los espectáculos de importantes cantantes nacionales contratados, sino por la presencia en el escenario principal de reconocidos artistas whitenses y bahienses.
En la mayoría de los casos, las reuniones de acceso libre y gratuito coinciden con celebraciones locales y regionales relacionadas con la comunidad y sus identidades.
Así entonces, el primer fin de semana de este septiembre más de 30.000 personas (casi dos veces la población del Ingeniero White) disfrutaron de la presencia de representantes de 18 colectividades extranjeras, sus platos tradicionales, bailes típicos y hasta shows en vivo.
Partiendo del hecho que, hasta no hace mucho tiempo, no se podía acceder al sector productivo del puerto (entre otras razones se aducían cuestiones de seguridad), la realidad de hoy es incontrastable.
Pero aquella opción inicial lanzada por el CGPBB requería de obras indispensables para concretar los no pocos proyectos.
En todos los casos, el acceso al Paseo Portuario es libre y gratuito. En muchos casos coincide con celebraciones comunitarias locales y regionales.
De este modo, a la recreación se le sumaron ofertas —principalmente— gastronómicas, pero también deportivas, culturales y de diversas concepciones artísticas, en especial para responder a la amplia paleta de edades de las personas que acuden al paseo.
La movida coincide, también, con una mayor necesidad de la población por ocupar espacios públicos y al aire libre, algo que, en casi todos los casos, en el puerto se puede concretar.
Se trata de pasear y disfrutar en familia, pero también se ofrecen demandadas alternativas para potenciar a los productores locales de alimentos frescos y secos.
Se trata del Mercado del Puerto, una posibilidad donde se conecta al productor con el consumidor en forma directa, con todo lo que eso representa desde el punto de vista económico al dejarse de lado la intermediación. Incluso, el Mercado del Puerto forma parte de la red de Mercados Bonaerenses, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Agrario provincial. Está ubicado en el galpón C y abre todos los sábados y domingos, en el horario de 11 a 18.
Oportunamente, Federico Susbielles, presidente del CGPBB, dijo que la idea es que la gente disfrute y pueda llevarse alimentos a buen precio.
“El Puerto pone la infraestructura sin cargo y, por eso, los comerciantes tienen el compromiso de que los precios del Mercado sean los más bajos de la ciudad”, aseguró.
Federico Susbielles, titular del CGPBB.
Yendo a la convocatoria en general, sostuvo: “No podemos estar más conformes de que el puerto siga abierto a la comunidad, ya que muchísima gente lo recorre durante los fines de semana”.
Incluso, durante los actos por los 30 años del CGPBB, celebrados este 1 de septiembre, Susbielles dijo: “Es un cumpleaños muy especial. Son 30 años que merced al trabajo y al esfuerzo de quienes fueron protagonistas de esta historia nos ponen en el umbral y en la puerta de una refundación portuaria”.
Pero las obras vinculadas al Paseo Portuario no se detienen.
Por estos días se trabaja en la banquina de pescadores —el denominado Puerto Piojo— para recuperar un sitio icónico de los whitenses.
Asimismo, se avanza en la puesta en valor del muelle de los Elevadores de Chapa. Allí se construirán una confitería y miradores, para unirse, finalmente, al Castillo de la exusina San Martín. No debe soslayarse, por otra parte, la construcción de un centro de observación de aves y sala de interpretación, junto con ampliación y mejora de la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo (Indio) Fidalgo.