Boxeo: fallo insólito y adiós invicto para el bahiense Neri Muñoz

Redacción de La Nueva.

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El peleador bahiense Neri Muñoz conoció anoche en Panamá la parte oscura del boxeo, padeciendo su condición de visitante y siendo víctima de un ring claramente inclinado hacia el dueño de casa. 

Muñoz hizo los méritos suficientes para ganar el combate desarrollado en el Centro de Convenciones Vasco Núñez de Balboa, de la ciudad de Panamá, pero las tarjetas respondieron literalmente a otro combate. 

Es cierto que Neri no brilló y tal vez no logró desplegar lo mejor de su repertorio bóoístico, producto del sucio y, por momentos, antideportivo plan de pelea que propuso su adversario, Orlando “El Virus” Mosquera, finalmente "ganador" del cinturón latino súperligero de la Federación Internacional de Boxeo (IBF).

Pero durante los diez rounds fue el bahiense quien que intentó boxear, el que propuso un combate propio del deporte y el que ejecutó los golpes más claros y contundentes, ante un rival que lejos estuvo de rendirle tributo a la rica historia del deporte en su país.

Aún cayendo en la trampa de forcejeos, amarres y cabezazos del panameño (el árbitro advertía tímidamente), y por momentos pecando de cierta inocencia para evitar esa situación, el más claro sobre el ring a la hora de conectar fue nuestro púgil.

Aunque podía sospecharse de un terreno viciado de "localía", el resultado final fue insólito.

Decisión unánime en favor de Mosquera, llamado "gran prospecto" del boxeo panameño, que decretaron un supuesto triunfo holgado con tarjetas de los jueces (demás decir que panameños) de 98-90, 97-91 y 96-92.

Una premonición de la bochornosa lectura del fallo ocurrió segundos antes, cuando Mosquera se acercó a Muñoz y lanzó dichos propios de alquien que consuela a una persona vencida y derrotada... 

Manos vacías y adiós al invicto para Muñoz, quien ahora ostenta 12 victorias (8 KO) y una caída en su tarjeta personal como profesional. Aunque, por juventud y calidad, no sería descabellado que otra gran oportunidad pueda presentarse en el futuro.