Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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"Buscamos desconectar a Scarpaci, que es el cerebro del equipo"

El naranja, que estaba doble match point abajo, venció ayer a Estudiantes (87 a 77) y forzó un quinto juego en busca de la final. Mañana, en el Román Avecilla, definen quien acompaña a Napostá en la definición.

La defensa en zona y mixta, clave para el triunfo de San Lorenzo. Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Franco Ferrari recibe en el eje, amaga, hace pasar de largo a su marca (Jerónimo Mitoire) y se arrima un paso hacia al aro. Se planta desde la bocha de la pintura, tira suspendido y mete. Al caer y todavía con la mano en alto, observa a su banco y a su hinchada, con la mirada fija y el ceño fruncido, entre feliz y desafiante. Con una sonrisa que no se ve, pero está. Era la señal final: el trabajo estaba hecho.

Quedaba 1m18s por jugar y su equipo, San Lorenzo, le sacaba 8 puntos a Estudiantes, que terminó con un 87 a 77 final para ganar en el Osvaldo Casanova y así llevar la semifinal de Primera a quinto partido y de regreso a su cancha, luego de estar 2 a 0 abajo.

"No merecíamos terminar la serie ni 3 a 0 ni 3 a 1, forzar un quinto juego era clave para nosotros. Jugamos un partidazo, ahora a pensar en el quinto que es en pocas horas. Habrá que descansar y meternos de lleno en ese partido que va a ser tremendo", señaló Ferrari, autor de 25 puntos ayer.

¡De cabeza! Se tira Salas por recuperar la posesión ante Ferrari.

Para llegar a ese final feliz y mudar la definición mañana al Román Avecilla, el naranja primero debió sobreponerse a un muy buen arranque del dueño de casa. Que comenzó el juego con fluidez en ataque y distintas vías de gol activas, para tomar 9 de luz en los primeros 5 minutos: 13-4.

Con Salas dominante, también se sumaron al goleo el Colo Martínez, Scarpaci y Rosso, con un tripe. Todo era un combo ideal para iniciar la noche de buena manera.

Pero esa cachetada fue el golpe que despertó a la visita, que tras esa desventaja estampó un parcial de ¡19-3! y llevó el trámite otra vez a un juego de doble a doble.

Sanlo primero se hizo fuerte atrás, fue agresivo y le enredó cada ofensiva al Albo, forzándolo a tomar tiros incómodos o de bajos porcentajes. Pero sobre todo empezando a limitar sus principales armas ofensivas y cediéndole el protagonismo a quienes no están tan acostumbrado a cargar con ese peso habitualmente.

Mitoire intenta ganar paso ante la marca de Benedetti.

Encima, este buen momento atrás, lo plasmó adelante con Ferrari (2-2 en T3 en ese pasaje) y Benedetti efectivos, más un buen momento de Coria, para pasar de perder 13 a 4 a ganar por 23 a 16. Lo nubló a Estudiantes.

"Estos últimos partidos estamos forzando más su juego, defendiendo más duro y entrando muy fuertes. Y cuando no nos salen las cosas en ofensiva no nos desesperamos. Después se nos abrió el aro y en base a buenas defensas sacamos una buena ventaja", reconoció Ferrari.

No obstante y luego de un minuto pedido por Ariel Ugolini, el dueño de casa se subió de nuevo al ring y de la mano de Scarpaci y el Colo Martínez, más el aporte de Salas, pudo irse al descanso arriba ganando por 35 a 32.

Coria celebra su doble en el cierre del partido.

Ya en el segundo tiempo y luego de entrar al último cuarto igualados, San Lorenzo cambió su plan defensivo y eso marcó la noche para siempre: Claudio Queti mandó a sus jugadores a marcar cajón a Scarpaci.

Con un trabajo impecable, Branciforte fue la sombra del base del Albo, que terminó con 9 puntos y sólo sumó 2 en el segundo tiempo. Los otros cuatro defensores se repartieron la zona, cerrándose en la pintura para evitar rompimientos del propio Tomás o el juego de Mitoire en corta o media distancia. Incluso a riesgo de dejar al descubierto algunos puntos de la defensa pero apostando siempre al mal menor o al menos efectivo (a priori).

Claudo Queti, siempre energético siguiendo el partido.

"Practicamos en la semana eso, buscamos un poco desconectar a Scarpaci que es el cerebro del equipo. Juega pick and roll, toma muchos tiros, es determinante, mete tiros libres, pasa bien la pelota… la verdad que es un jugador muy completo. Tratamos de aislarlo del Colo Martínez y de Mitoire, que son ellos los jugadores que absorben más el juego", explicó Franco.

"Sabemos que ellos dos -agregó- necesitan buenos pases para que les abran la cancha. Creo que logramos que no jueguen cómodos durante todo el partido y por eso ganamos hoy (por anoche)", insistió Franco.

¡Gritalo, Pana! Benedetti celebra un punto clave junto a Alan García.

Esa táctica sacó del juego al local, que nunca logró encontrarle la vuelta y sin poder ser efectivo a distancia (2-9 en el 4C) dependió excesivamente de Salas y lo que pudo sumar Mitoire con los rebotes ofensivos.

Empujado por el aire que le daba esa defensa efectiva, San Lorenzo encontró también soluciones en ataque y ganó el último cuarto por 33 a 23. De la mano de Ferrari (10 pts en el 4C), un incansable Benedetti, un doble clave del voluntarioso Alan García y un triple fundamental de Branciforte, tomó 11 de luz (73-62) promediando el parcial.

A eso le sumo efectividad en la línea (10-11 en el cuarto), las faltas que empezaron a jugar su partido, y el naranja pudo llevar las riendas hasta esa estocada final de Ferrari, que celebró con su banco y con su gente.

Mientras Napostá espera en la final, San Lorenzo y Estudiantes definirán una apasionante serie dentro de unas horas en el Román Avecilla. Ya con las cartas en la mesa y todo estudiado, habrá que ver quien juega mejor la última mano.