El Panorama de Augusto Ferrari: a resguardo en el subsuelo
La pintura fue pintada en 1928 y estuvo en el parque Independencia hasta la década del 50. Hoy se desconoce cuando fue su destino.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 58 años, en abril de 1965, este diario daba cuenta del estado del Panorama de Bahía Blanca, una magnífica obra del artista Augusto Ferrari (1871-1970) pintada en ocasión del primer centenario de nuestra ciudad y que se guardaba en el subsuelo del Palacio Municipal.
Augusto Ferrari (1871-1970)
Entre enero y abril de 1928, Ferrari se instaló en Bahía Blanca para pintar un óleo sobre tela, de medidas muy singulares: 11 metros de largo por tres de alto, donde recreaba distintas imágenes relacionadas con el tiempo fundacional. La obra se montaba sobre un cilindro, dentro de un edificio de planta circular, de madera, también diseñado por el artista.
La tela tenía once metros de largo por tres de alto
Se accedía por una escalera a una tarima que permitía el recorrido alrededor de la pintura. El edificio se montó en Drago y avenida Colón, donde hoy nace la peatonal.
A la derecha se observa el edificio circular que contenía la obra, Avenida Colón 50, 1928
Un peso costaba la entrada para ver la “reconstrucción” de un fuerte “fundado en plena era de desierto, donde los militares fueron portadores de la redención civil del gaucho y del indio”.
Si bien la recreación de la Fortaleza no era exacta, rescataba el espíritu de la época. El fuerte de adobe, carretas, una mujer pisando el maíz, la plaza Rivadavia funcionando como corral y el rancherío donde está actualmente el Palacio Municipal. “Será —aseguró un periódico— un elemento preciado que nuestra ciudad legue a las generaciones posteriores”.
En 1930 la municipalidad mudó el edificio al parque Independencia, donde volvió a montarse alrededor de una columna central de hormigón. Estuvo allí durante 20 años, cuando se lo retiró con la intención de restaurarlo y repararlo.
El Edificio en el parque Independencia
En 1965 este diario dio cuenta que la pintura descansaba “en un rincón del museo municipal, mutilada y ajada”. Es, se dijo, “el refugio para supervivir a la obra destructora del tiempo”.
Ni sirvió ese refugio ni hubo legado a las generaciones venideras. El Panorama es hoy una obra perdida.