Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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El bahiense que comanda al buque más icónico de la Armada

Desde mediados de diciembre, Gonzalo Nieto es el comandante de la Fragata Libertad.

Fotos y videos: Pablo Presti y Francisco Villafáñez - La Nueva.

La fragata Libertad es indudablemente una de las embarcaciones más icónicas e importantes de la Armada Argentina. Cada vez que llega a algún puerto nacional, la gente se vuelca en forma masiva para verla, visitarla y, si es posible, quedarse con alguna foto a manera de recuerdo.

Eso fue lo que pasó el último fin de semana en Ingeniero White, donde miles de bahienses debieron esperar -en algunos casos- largas horas para poder atravesar la planchada e ingresar en el barco, recorrerlo, hablar con la tripulación, hacer cuanta pregunta se le ocurra y sentirse, aunque sea solo por un rato, parte de la historia del barco.

Esta vez, además, la visita tuvo un condimento especial: el comandante de la fragata es un hijo de Bahía Blanca.

Gonzalo Nieto es capitán de navío y, justamente, desde el 15 de diciembre último es el máximo responsable de la embarcación. Para él, “este es un orgullo muy grande porque la fragata libertad es un buque icónico de la Armada”.

“Todos los oficiales pasamos por sus cubiertas y tener la responsabilidad del comando es un orgullo y una distinción -contó a “La Nueva.”-. La historia de la fragata es muy rica, más allá de su belleza singular y su estampa en cualquier puerto, ya que es un buque que fue diseñado por ingenieros navales argentinos y construida en un astillero nacional”.

La fragata Libertad ya ha cumplido 50 viajes de instrucción y ha recorrido todos los mares del mundo, pasando por más de 60 países y 170 puertos, sumando más de un millón de millas náuticas.

“Hace muy poco que soy comandante de este buque, en el marco del movimiento anual de personal. En la faz personal, es un orgullo muy grande”, aseguró.

Respecto de la curiosidad y el cariño que la embarcación despierta en la gente, Nieto aseguró que la tripulación cuenta con un sentimiento similar, que conjuga “la belleza particular del barco y el orgullo de sus tripulantes”.

“Mundialmente, tiene una fama bien ganada”, explicó.

 

“Navegar a vela es volver a las bases”


La fragata Libertad cuenta actualmente con tres posibilidades de impulso: a vela, a motor y en forma híbrida. Según el teniente de navío y jefe de navegación Nicolás Cáceres, la decisión se toma en base a la dirección del viento, a las corrientes marinas y, por supuesto, a los tiempos.

“Normalmente se trata de utilizar vela pura el mayor tiempo posible, pero muchas veces es la naturaleza la que determina si se puede o no. A vela, la navegación es más estable, mientras que a motor puro está mas influenciada por la corriente”, explicó.

Para esto, señaló, normalmente se lleva a cabo un análisis de distintos conceptos, entre los cuales se encuentra la meteorología.

“Hay que tener en cuenta que al ser un buque de velas, depende mucho de los vientos. Entonces, la cuestión meteorológica es clave”, sostuvo.

Según Cáceres, “navegar a vela es volver a las bases, y es la mejor forma de adaptarse y conocer el mar, a la vieja usanza”.

“Esto permite sentir el viento y las condiciones del mar, lo mismo que estar en contacto directo con los factores meteorológicos. De esta manera, quienes hoy reciben instrucción podrán -cuando no dependan tanto del viento- contar con una perspectiva más pulida de cómo maniobrar, la seguridad de la navegación y las corrientes en los distintos buques”, manifestó.

Al respecto, señaló que aún no puede creer ser parte de la tripulación de la fragata.

“El primer objetivo de un oficial de Marina es ser comandante, y el otro es pasar por este buque, ya que es un emblema y es donde se instruye a los futuros oficiales. Además, esta es una designación que realiza la propia Armada, de acuerdo a la capacidad de su personal”, finalizó.