Puerto Madryn, el alma de la Patagonia, le abre sus puertas a los bahienses
Una gran alternativa para visitarla durante este verano. Las atracciones que presenta son numerosas y variadas.
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
La temporada estival está próxima a iniciarse y muchas familias bahienses buscan opciones para disfrutar de sus vacaciones.
Y aunque suene que la provincia de Chubut está muy distante de nuestra ciudad, apenas 650 kilómetros separan a Puerto Madryn de Bahía Blanca vía terrestre, distancia que se acorta en tiempos por la actual conectividad aérea.
Ubicada en la Costa Noreste de la provincia chubutense, es la puerta de entrada a Península Valdés, área natural protegida y declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por UNESCO en 1999.
Ballenas Francas, elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y numerosas especies de fauna terrestre y aves se transforman en los protagonistas de este entorno natural único, que se puede visitar durante todo el año.
Así, Madryn se presenta como una oportunidad imperdible, ya que permite disfrutar de una gran diversidad de experiencias, que van desde una extensa y segura playa hasta el contacto directo con la fauna ya mencionada y la posibilidad de practicar diversos deportes náuticos.
Más conocida por el avistaje de ballenas francas australes, en medio de la estepa patagónica, Madryn asoma como un oásis dibujado por la propia naturaleza que promete experiencias inolvidables durante casi todo el año.
Pero lo más próximo es la temporada veraniega y esta ciudad de casi 150 mil habitantes presenta propuestas sumamente interesantes para los turistas nacionales y extranjeros.
Por ejemplo, cuenta con siete balnearios muy seguros por la extensidad de sus arenas (son 4 kilómetros ininterrumpidos de playa) y la calma de las aguas del Golfo Nuevo, denominados Bistro de Mar, Riviera, Coral, Sara, Club Cero Uno, Abelino y el Parador Municipal.
En todos se encuentran paradores que no sólo cobijan restaurantes con cartas de almuerzo y cena de alto nivel a buenos precios, sino que también cobijan actividades al aire libre, que van desde windsurf y kite (con clases explicativas previas para aquellos que nunca los practicaron) hasta paseos en kayak o sesiones de masajes y yoga a la orilla del mar.
Un dato no menor es que en toda la costa de Madryn hay rambla, ideal para recorrerla caminando, en bicicleta, en skate o rollers o simplemente para sentarse en familia a disfrutar del paisaje.
“Hasta no hace mucho, Madryn era vista como un destino monoproducto, con el avistaje de las ballenas, que tiene su punto fuerte en octubre y noviembre. Pero la ciudad es mucho más que eso y estamos trabajando fuertemente para demostrarlo”, señaló Adrián Gelves, director de Promoción y Marketing de la Secretaría de Turismo de la ciudad chubutense.
Es, por excelencia, un destino de naturaleza.
“Las ballenas son la atracción principal, y a partir de ahí se despliegan un montón de opciones. Sin ir más lejos se pueden observar lobos, elefantes marinos, toninas y delfines durante todo el año. Simultáneamente, ofrecemos mucho turismo de aventura, basado en el cuidado de la naturaleza”, añadió.
Como Capital Nacional de Actividades Subacuáticas, en Madryn se ofrecen diversas actividades náuticas para toda la familia, con el buceo como pionero.
Precisamente, con la multiplicidad de propuestas se logró que el promedio de pernocte crezca notablemente. Pasó de dos noches, a tres-cuatro en temporada de ballenas y a 5-6 en verano.
“Ayudó mucho que se diversificaran los productos turísticos, con nuevas excursiones en la propia ciudad o en lugares cercanos, en contacto directo con la naturaleza. El turista que llega por primera vez se sorprende por todas las actividades que tiene a su disposición. Muchos la eligen como destino de playa, pero luego se dan cuenta que cuentan con multiplicidad de propuestas que ni se imaginaban”.
Aunque es el destino elegido por los patágonicos, Madryn pretende sumar al turista bonaerense o del centro del país.
“Es cierto que ofrecemos playas como muchas otras ciudades balnearias, que quizás les quedan más cerca, pero casi ninguna puede ofrecer un contacto directo con la fauna y flora del sector”.
Muchas veces, las ciudades no se preparan para el crecimiento turístico y no logran ofrecer los servicios que los visitantes necesitan. No es el caso de Puerto Madryn.
“Nos fuimos preparando para esta circunstancia de forma planificada y ordenada. Y se suma que los madrynenses son muy buenos anfitriones. Nos enorgullece tener una ciudad tranquila, segura y muy limpia”.
Aunque para la temporada 2024 aún existe mucha incertidumbre, las expectativas son las mejores.
“La temporada de ballenas fue muy buena y en las vacaciones de invierno tuvimos una afluencia alta. Creemos que se va a mantener esa tendencia en la temporada de verano”, amplió Gelves.
La gastronomía, un distintivo
Además de su belleza natural, Madryn también cuenta una gran propuesta gastronómica, con los mariscos como principal exponente, y diversas ofertas culturales a lo largo de la temporada, en este caso veraniega.
Con más de 70 restaurantes, la ciudad cautiva a los amantes de los pescados y mariscos.
“Hay lugares para todos los gustos y presupuestos”, contó Gelves.
Y “La Nueva”. lo pudo comprobar en su visita a esta ciudad.
Paradores playeros, cervecerías, pizzerías y hasta refinados restaurantes profundizan la oferta de menúes, a distintos precios.
“Destacamos la maestría artesanal de pescadores locales que ofrecen auténticos manjares como los inigualables langostinos y el cordero patagónico, que resumen el sabor único de la región”.
--Hay un mito de que las ciudades patagónicas son más cara. ¿Es así?
--Cualquier destino patagónico es un poquito más caro que el resto, por el simple hecho de las distancias. Pero el sector ha hecho un esfuerzo para que sea alcanzable para los turistas de distintas partes del país. Ya no hay tanta diferencia en hotelería y gastronomía con las demás propuestas nacionales.
“De hecho, aquí contamos con la ventaja del subsidio del combustible, que abarata costos. Es alrededor de un 30% más económico. Entonces, una cosa compensa la otra”.
Conectividad
“La reactivación del aeropuerto local es muy importante para nuestro desarrollo. Aerolíneas Argentinas ya empezó a operar aquí, a lo que se suma el de Trelew, distante a 60 kilómetros. Entre los dos ofrecen vuelos directos desde distintos puntos del país, entre ellos Bahía Blanca”, contó Gelves.
En ese sentido, las autoridades de la ciudad trabajaron en afianzar el Corredor Atlántico con autoridades de Aerolíneas Argentinas y se rubricó un convenio de trabajo entre los dos destinos más fuertes de este corredor y que une, a través de la aerolínea de bandera, a Mar del Plata con Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
“A eso se suma la conexión directa con Córdoba, que a su vez nos conecta con el centro y norte del país. Ya no nos sorprende recibir la visita de catamarqueños, correntinos o entrerrianos, algo impensado años atrás”.
Obviamente, desde Buenos Aires también hay vuelos a disposición.
“En verano se da algo particular, porque la mayoría de turistas llegan en auto y aprovechan para visitar otros lugares cercanos”.
Precisamente, algunos puntos turísticos a visitar cercanos a Puerto Madryn, son: la Isla de los Pájaros, Puerto Pirámides, Punta Delgada, Caleta Valdés y Punta Norte, Gaiman y el puerto de Rawson, entre otras grandes atracciones de la zona.