Luciano Deminicis y lo que está logrando Estrella: "Hay momentos en los que me asombro", admitió

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

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Parco, serio, poco efusivo, así se muestra Luciano Deminicis, el técnico de Estrella, que contrasta con la alegría, euforia y felicidad que rodea el exitoso presente de este equipo que no deja de sorprender, anoche dejando el torneo de Primera sin invicto, al ganarle a Villa Mitre, por 77 a 64.

La procesión de Lucho, claro, va por dentro.

“Son muchas emociones y sentimientos como técnico del club y ex jugador, viendo una formación inicial con cien por ciento jugadores propios de Estrella; no sé cuántos equipos de Primera pueden presentarlo así”, destacó el entrenador.

“Aparte –agregó- la entrega del equipo y el apoyo de la gente con la cancha llena se hace sentir. Es una sensación única, porque uno es del club y lo vive doble, así como también se sufre en la derrota”.

Se completó la primera rueda del torneo (resta un partido postergado) y el equipo del barrio San Martín está segundo.

-¿En algún momento abrís los ojos para ver si es real lo que está pasando?

-Je, yo creo que es real, pero bueno, uno tiene los pies en la tierra. Hay momentos en los que me asombro, pero mucho de lo que sale adentro de la cancha se entrena, los jugadores lo hacen bien y tienen claro el camino, eso ayuda un montón en el día a día.

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-¿Qué te sorprendió de tu propio equipo?

-Me sorprendió lo bien que aceptaron los roles cada uno. El que entra produce, todos tiran para el mismo lado; hay una gran unión en el grupo, y si bien sabía que la mayor virtud es que la mayoría seamos del club, no deja de sorprender que no haya ningún tipo de egoísmo.

-Si bien tienen una media cancha picante, dan ventaja de centímetros en el juego interior. ¿Qué lograron combinar?

-Lo que logramos combinar es el aporte de cada uno en el trabajo específico. Ejemplo, en este partido contra Villa Mitre (Andrés) Almirón sabía que tenía que defender a (Nicolás) Renzi, Bruno Gigliotti era consciente de que iba a entrar a defender a (Javier) Bollo, como lo hizo con otros internos; Nahuel (Cámara), que cada vez está mejor, porque entrena muy fuerte y muy bien, es quien debe cuidarse de las faltas, todo eso veníamos trabajándolo. Van entendiendo los roles, los momentos, en el caso de Gigliotti le pedí que se abriera a tirar (2-2 en triples), porque estaba metiendo bastante en entrenamiento, o Cámara que jugara de frente, entonces, si bien no tenemos tantos centímetros, ellos van asumiendo en qué momento aportar defensivamente o tomar tiros, sabiendo que tenemos una media cancha que toma mucha responsabilidad y absorbe mucho juego.

-¿Tuviste que trabajar para repartir el juego entre varios jugadores que necesitan la pelota en la mano?

-Se dio naturalmente, porque si bien se conocen entre ellos, cada uno sabe cuál es su rol. Nosotros sabemos que el juego interno depende de Nahuel y el resto tendrá los tiros que les toque, de acuerdo a eso y a lo que jueguen los perimetrales. Y tanto Alan (Pan), Santiago (Quiroga) y Tomás (Bruni) saben que tienen que llevar el equipo adelante en lo que respecta al goleo y en el tiro, las ofensivas están armadas para ellos. Se fue armando algo naturalmente y de trabajarlo mucho. Pero hay cero egoísmos y en cada momento fueron apareciendo distintos protagonistas.

-Cada triunfo es evidente que les genera tranquilidad y los libera, ¿se nota eso en la devolución de lo que le pedís a los jugadores?

-Haber arrancado bien nos dio confianza, ganando varios partidos cerrados. De a poco se fueron dando las cosas para que el equipo se soltara y tuviera la posibilidad de jugar hasta con el error de saber que si se equivocan, el compañero y cuerpo técnico lo va a bancar. En ese sentido, el conocerse tanto y llevar tantos años jugando juntos es una ventaja grandísima.

-Tuvieron cinco partidos sin Nahuel Cámara, con Bahiense no jugó Quiroga y esta vez lo vio de afuera Bruni, todos protagonistas principales. Así y todo supieron disimularlos. ¿Cómo se hace?

-Es que cada uno tuvo su momento de protagonismo y de sacar la cara por el equipo, como (Matías) Specogna contra Olimpo, Cámara lo que entró contra 9 de Julio, Quiroga y Bruni varios partidos, Alan con Bahiense y el resto va para adelante acompañando al que tiene protagonismo. Eso es una gran ventaja.

-¿En el día a día cuánto tenés que recordarles que disfruten, sin relajarse?

-Bastante, porque siempre miramos para abajo.

-¿Siguen mirando para abajo?

-Sí, seguimos, porque todavía queda una rueda, con la tranquilidad que hicimos una gran primera parte y que si mantenemos el nivel seguramente vamos a jugar una serie de playoffs de arriba; apuntamos a eso. Pero sin relajarnos, porque no nos sobra nada. Seguimos con la misma mentalidad.