Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

A un año de la partida de Capocha Alaniz, su papá lo recordó en las facetas principales

“Fue algo muy fuerte recordarlo, pero tenía que pasar y pasó este primer aniversario”, dijo Darío Alaniz.

La foto que sintetiza todo: Capocha se hizo fuerte y le ganó a la adversidad. Foto: Darío Alaniz.

(Nota de la edición impresa)

A un año de la partida de Lucas “Capocha” Alaniz, distintos sectores de la comunidad bahiense saludaron y acompañaron a su familia. El recuerdo de su magia, chispa y fortaleza permanecen intactos en la memoria colectiva. También en todo el país, donde trascendió a partir de la recordada exposición en el ciclo TEDx. Por eso fue importante la convocatoria que tuvo la misa realizada al cumplirse el aniversario de su partida -el pasado 4 de octubre- en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes.

“Significó cerrar un ciclo, completo. El paso de un año -sin Capocha- para todo: los cumpleaños, Día de la Madre, de su fallecimiento y demás. Hicimos la misa y fuimos contentos. Fue muy emotiva. Hubo mucha gente, la capilla estuvo llena. Casi todos conocidos, pero también gente que uno no imaginó que pudiera ir. Habíamos pensado en hacer algo reservado para la familia, pero después dijimos: `A Capocha le hubiera encantado que hiciéramos una fiesta´. Fue algo muy fuerte recordarlo pero tenía que pasar y pasó este primer aniversario", dijo Darío Alaniz, el papá.

"Uno en siempre tuvo en la cabeza el hecho de que su expectativa de vida era más corta (NdR: por el Síndrome Mc Cune Albright). Con María (la mamá) ni con los chicos tuvimos la negación, sino que todos sentimos que se fue en paz. Fue el recorrido que tenía que hacer", agregó.

Darío lo recordó en diferentes facetas.

"Compromisos y actividades tenía siempre. Hacía cursos, hacía la carrera de licenciado en Administración de Empresas… Estaba con la empresa Dow haciendo un proyecto para dar charlas en España. El estudió la carrera hasta el tercer año en la UNS. Al entrar a trabajar a Dow no le daban los horarios y se cambió a la Siglo XXI. Cuando empezó a no sentirse bien, levantó el pie del acelerador. Pero seguía haciendo cursos. Le gustaban mucho la tecnología y los videojuegos. Se enganchaba mucho también, como siempre digo, con jugar a ser periodista. De tecnología, deportes... Lo que le gustaba", dijo Darío, dirigente de rugby del club Argentino y fotógrafo de este deporte en la institución, donde Lucas concurría casi siempre a ver a la Primera, para luego volcar su mirada en El Blog del Chancho. Una forma de darle gimnasia a su título de Periodista.

"Él te decía: `Yo elegí ser feliz´. Entonces, a cualquiera lo dejaba preguntándose `¿Y yo de qué carajos me quejo?´. Cuando nos preguntaban y contábamos las cosas que hacía en su vida diaria, se sorprendían de las múltiples actividades. Siempre fue una persona activa. Iba para acá, para allá… En realidad nos llevaba él a todos, era nuestro motor. Sabíamos que hacía muchas cosas y nunca pensamos que había dejado tanta huella”, dijo.

"Por ejemplo, no habíamos visto o leído todos los mensajes que le dejaron cuando falleció. ¡Hasta dónde llego! Ese día había mensajes hasta de canales de televisión de Buenos Aires, de los periodistas que lo conocían. Por ejemplo, el otro día leí un tuit del intendente (Héctor Gay). En su momento El Momo (Benavides, streamer argentino) le dedicó un saludo como de 30 minutos. También un chico que hace tecnología en Telefé, Ferchu, que le dedicó un mensaje", contó, emocionado.

Popularidad y redes

Después de su charla TEDx ("Mi discapacidad, mi mayor virtud") en 2018, Lucas se convirtió en una personalidad. Trascendió. Y alcanzó un pico de popularidad nacional en 2019, cuando lo invitaron a programas de la TV porteña. También en su cuenta en Instagram (@capocha23ok) tendió puentes con temas de tecnología en Capocha Tech, breves mensajes motivacionales en un momento de la pandemia y algo de humor, como no podía ser de otra manera.

"Siempre decía que lo sacaban ciertas cosas y tenía un humor ácido que en su silla se lo tenía que permitir. Cosas que alguien no podía decir, pero si lo decía él estaba bien. Uno no le puede decir a un jugador `che, jugaste como un perro´. Él se los decía… Le ponían cara, pero no le decían nada. Tenía esas cosas", dijo Darío.

"Nosotros a las redes muchas veces le teníamos miedo. Las redes son lindas, pero también crueles. Pero no lo molestábamos mucho con ese tema. Yo le preguntaba, sí, cuántos seguidores tenía. `Cien mil en TikTok´, me dijo una vez. Y lo ayudábamos, con todo lo que a él le gustaba. Siempre recibía mensajes positivos, de aliento. También algunos en los que lo bardeaban. Pero él les respondía: `Qué lástima que no te guste mi cara, que tengas un buen día´. Listo. Y no entraba. No lo afectaba. Era como él solía decir: `Yo en la vida tengo el espejo. No soy lindo, soy feo, pero hice mi coraza contra todo eso. El que me conoce me aprecia, no por lo lindo´. A veces recibía rechazo, pero una vez que charlabas con él, descubrías esa magia, esa aureola que tenía. Y te enganchabas con su alegría", explicó.

"Tenía el don que cuando él hablaba, todos lo escuchaban. Le prestaban atención. Fue algo que no me di cuenta hasta que me lo dijeron. Cuando íbamos a las conferencias de prensa en el Mundial de rugby de Japón 2019, estaba en una etapa en la que tartamudeaba un poco. Pero hacía una pregunta, todos se callaban y lo miraban. El jugador contestaba y después el bullicio volvía a escena. Alguien que sabe de oratoria le comentó que era un don, que cuando hablaba, todos prestaban atención y nadie interrumpía”, dijo.

Justamente ayer, viernes 20, Lucas hubiera cumplido 31 años. El mismo día de la semifinal entre Los Pumas y Nueva Zelanda por el Mundial de rugby Francia 2023. Evento deportivo al que Capocha hubiera concurrido por tercera vez.

"En este hubiéramos estado desde el primer día… No hubiera sido de otra manera. Siempre con el lema `vamos por más´, como solía decir. De los dos que vimos, hay muchas anécdotas. En Japón 2019 un día íbamos a una conferencia de prensa y en un puente peatonal nos cruzamos con Creevy, Nico Sánchez y Tute (Moroni). `Capocha, qué hacés acá, dejá de robar´, le gritó Creevy. ¡En Japón!", concluyó.