Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Maquinaria agrícola: cuando el modo tecnología explica la inusitada demanda

Se trata del mejor momento del sector en los últimos años. Lo bueno: la renovación por nuevos fierros es cada vez más vertiginosa. No tan bueno: Eventuales retrasos en la entrega de unidades.

Los fierros del campo regresaron con todo en Agroactiva. / Fotos: Pool de Periodistas

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com / Enviado especial a Armstrong

   “La mirada del productor, hoy, es tecnológica cien por ciento. Piensa que, hacia el futuro, quienes no la posean tendrán menos acceso a las nuevas prestaciones. Lo mismo para los contratistas, quienes cada vez más son exigidos por servicios adecuados a estos tiempos”.

   Darío Martín Fernández, gerente comercial de New Holland Argentina, no podría describir de mejor manera el fenómeno que sucede en el país con la maquinaria agrícola.

   Ratificado por sus propios actores, se trata de uno de los mejores momentos del sector en los últimos años, donde se ha tornado frecuente que no todas las unidades, de diferentes características, estén disponibles en tiempo y forma en razón de una demanda inusitada.

 Darío Martín Fernández.

   “Las expectativas son muy buenas, claramente”, agregó.

   “El mercado en general está muy demandante y creo que hoy, de la mano de herramientas financieras, de los bancos privados y nacionales, y también de la suba de los precios de los commodities, se ha producido un fuerte impacto”, sostuvo.

   Este momento particular, de los denominados fierros del campo, se pudo apreciar con claridad durante la última edición de Agroactiva, la tradicional exposición, en la ciudad santafesina de Armstrong.

   En tal sentido, Fernández comentó que las predicciones de producción son mejores que las del año pasado y que las expectativas del crecimiento del mercado acompañarán esa demanda.

   “Si hubiese más disponibilidad de productos las ventas se podrían incrementar”, comentó.

   También dijo que la maquinaria agrícola es una herramienta dolarizada. E insistió en que los productores buscan mejores tecnologías para tener mayor rendimiento y productividad en el campo.

   “¿Una renovación de máquinas más rápida? Sí. Porque los productores son cada vez más profesionales y buscan los mayores beneficios”, sostuvo Fernández.

   Para Eduardo Gross, vicepresidente de Ventas y Marketing de Claas, los productores se han enfrentado a cuestiones climáticas, retenciones y demás, pero no dejaron de tener —a grandes rasgos— un buen año.

   “El productor, o el contratista, quiere invertir esos pesos del campo en tecnología y en maquinaria”, afirmó.

Eduardo Gross.

   “Sabemos que hay, en general, una falta de equipamiento que llega desde el exterior. Y ahí se presenta la oportunidad de reequipamiento con las mejores tecnologías”, agregó.

   Gross, en diálogo con Pool de Periodistas, cree que esta demanda se va a sostener en la Argentina.

   También se refirió a los tiempos de recambio de los equipos.

“Antes, el promedio de renovación era de 5 a 7 años, pero hoy estamos viendo que hay productores y contratistas que reinvierten en menos tiempo”, dijo Gross.

   “Sucede también que se pueden vender muy bien los equipos usados y, de esta forma, acceder a los cambios tecnológicos. Para eso siempre existen herramientas financieras interesantes”, expresó.

   El directivo también mencionó las bondades del país como productor de alimentos.

   “Lo que ocurre con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que son dos graneros importantes para la alimentación mundial, ha pegado muy fuerte”, dijo.

   “Se están buscando alimentos de otras partes del mundo. La Argentina fue siempre un granero y hoy, junto a Brasil, aparecemos como mercados para abastecer esa demanda. Y para producir más se requiere de una mayor tecnología”, explicó.

   Gross señaló que la firma, líder en picado de granos, sigue trabajando con el tema de la importación de maquinarias para abastecer la demanda de gama media.

   Por su parte, Andrés Viotto, gerente de Ingeniería de Productos de Ombú, sostuvo que la maquinaria agrícola atravisa un buen momento.

   “Estamos trabajando muy bien. Entre el año 2020 y esta época se dieron algunas condiciones que permitieron una sostenida venta de equipos, lo que se suma a una renovación importante. Esto nos ha permitido el crecimiento y un mejoramiento de los desarrollos”, sostuvo.

   En la firma se potencian equipos puntuales como cabezales maiceros; tolvas autodescargables; pulverizadoras autopropulsadas y, en el caso de poscosecha, embolsadoras y extractoras y labranza de rastras.

Andrés Viotto.

   “La idea es dejar algunos equipos chicos, que nos producen un poco de desorden en la producción, para enfocarnos en vender tecnologías diferentes para que el productor pueda tener una mayor calidad de trabajo”, aseguró.

   Viotto también señaló que el productor ha acentuado el proceso de canje de maquinaria agrícola.

   “Cada vez que tiene la posibilidad de comprar fierros nuevos, lo hace. Y más si existe una ayuda financiera con créditos bancarios con tasas subsidiadas”, indicó.

   El directivo ratificó que las perspectivas comerciales son muy buenas.

“Hay que decir, también, que eventuales pérdidas por alguna sequía en la última campaña se pudieron minimizar porque el productor está haciendo su trabajo de otra manera”, comentó Viotto.

   “En el caso del maíz, con las tecnologías del híbrido y de la fertilización se ha logrado generar un producto con mucha mayor resistencia a la falta de agua. Y así el productor logró buenos rindes. Esta es otra forma de invertir”, aseguró.

   En Agroactiva, la firma presentó el cabezal denominado Universal. Se trata de una herramienta única, que puede cosechar con cualquier distancia entre surcos, más allá de la distancia en que se haya sembrado el cultivo.

   “La menor altura del equipo también ayuda. Cuando el material está caído, es muy importante tener un elemento que, con la espiga casi en contacto con el suelo, sea captada y levantada hasta un lugar donde ya no pueda perderse”, contó Viotto.

   Sergio Vera, director comercial de CASE IH, admitió que, hoy, la demanda en maquinaria agrícola superó a la oferta.

   “A pesar de que ha ido aumentando en forma notable en los dos últimos años, la capacidad productiva de la fábrica todavía no alcanza a satisfacer toda la demanda de productos”, aseguró.

 Sergio Vera.

   “Tenemos propuestas de herramientas financieras y ahora apuntamos a tener una capacidad productiva que alcance a la demanda”, dijo.

   “¿Cuál es la razón? Sin dudas, es un momento muy bueno para la actividad agronómica. Entiendo que se han unificado varias circunstancias que contribuyen para una demanda tan alta”, afirmó.

   “Una de las razones es que una maquinaria agrícola es considerada una reserva de valor”, dijo.

   “Tener un bien de estas características lo es; sobre todo si es productivo. Y el productor, sea grande o pequeño, se da cuenta que, si bien es una reserva de valor, también representa un aumento de su productividad”, explicó.

“Como ya son profesionales en lo que hacen, se dan cuenta de que el retorno de la inversión se produce más rápido con maquinarias modernas, por las múltiples ventajas que ello conlleva, respecto de otras que no lo son”, aseveró Vera.

   Vera explicó que la era de la automatización y de la conectividad ya se pueden ver en ejemplos concretos en el sector.

   “Uno es la información que llega para prevenir que una máquina, por ejemplo, pueda quedarse parada en el campo”, dijo.

   “A través de sensores se identifica que un productor está por tener una avería en su equipo. Con la tecnología antigua se paraba el producto, y se ponían en marcha mecanismos de reposición y de reparación una vez chequeado el problema.

   “Ahora, todo se soluciona en forma preventiva. El sensor identifica al control room, que puede estar en la marca o en el concesionario, y se prepara para que, antes de dejar la máquina a pie, el repuesto esté en camino para ser cambiado”, agregó.

   Otro formato tecnológico permite, desde un centro de datos, medir la productividad —en tiempo real— para saber las configuraciones y así lograr mejores rindes. Esos datos le sirven a la empresa para tomar decisiones de producto a futuro; es decir, es un círculo virtuoso que se va corrigiendo en forma inteligente. Se logra a través de Campo Conectado y del espacio AFS Connect Center. 

   Vera también hizo alusión a la automatización total.

   “Es un paso al cual aún falta llegar”, comentó.

   “Todos los anteriores han avanzado en forma firme. Hoy es una autonomía controlada, ya que siempre hay alguien observando”, agregó.

   “En el futuro todos los caminos conducen a una automatización total y sin supervisión permanente. Son los pasos más importantes, claramente”, concluyó.

   Otro sector donde la demanda supera a la oferta es el del camión, con la mayoría de los casos relacionados con el transporte de granos hacia los puertos.

   “Estamos vendiendo todo lo que podemos producir. Existe un crecimiento de la edad de las unidades que hoy están en la ruta y por eso se requiere la renovación”, sostuvo Justo Herrou, gerente de Marketing y Comunicación Corporativa de Iveco.

Justo Herrou.

   “También vemos que la reserva de valor del dinero en bienes de capital es uno de los argumentos que explica la mayor demanda”, añadió.

   Herrou señaló que, tras la separación de CNH Industrial, la firma se enfoca en una agenda mundial que mira más de cerca la sustentabilidad, tanto desde el punto de vista medioambiental como desde los recursos.

   En tal sentido, destacó la demanda creciente por unidades a GNC, el Tector en este caso, que es la primera unidad de producción nacional en su tipo y que posee una autonomía de 400 kilómetros.

“Creemos que es hacia allí donde va la industria. ¿Camiones eléctricos? El GNC es un puente para llegar a eso, ya que falta un tiempo aún para su implementación”, sostuvo Herrou.

   Respecto de la provisión de piezas, el directivo sostuvo que se trata de problema más de logística que de otro tipo. Y que, en este sentido, todavía se están pagando los costos de la pandemia.

   “Si bien hay cada vez componentes nacionales, aún no se producen en forma integral. Seguimos promoviendo la construcción de piezas en el país, pero es un proceso que insume tiempo”, aseveró Herrou.