Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Liniers, sin "mayores" problemas: por ahora parece sólo una cuestión de tiempo

Joaquín Larrandart explicó las razones de la victoria ante Estudiantes.

Terminaron en el suelo José Luis Martínez (E) y Agustín Dottori (L). Atrás, Larrandart. Por momentos jugaron demasiado fuerte. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

 

Por Fernando Rodríguez

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

   El grito generalizado que se escuchó después de un profundo silencio en el vestuario tapó por un instante lo que, afuera, le estaba diciendo Joaquín Larrandart a La Nueva.

   Había motivos para festejar. El 1 de la fase regular y ganador 3-0 en cuartos, acababa de ratificar su condición de favorito ante Estudiantes: 76 a 61, en el inicio de la serie semifinal.

   Su rendimiento tuvo picos, como en el comienzo (escapó 10-3 y 21-13), presionando en la primera línea, ajustando, saltando a la pelota, anotando a distancia (3-6 en triples) o cerca del canasto, cerrando 21-15.

   Tocó fondo en el inicio del segundo, cuando el albo se puso más firme atrás, adelante se pasó la pelota y lo atacó. Liniers se fastidió y lo pagó: 28-26, en 6 minutos.

Gastón Diomedi sube entre Berón y Scarpaci.

 

   "Sabíamos que, más que nada, iba a ser un juego físico. Y nosotros no teníamos que entrar en ese juego -reconoció Larrandart-. Sabemos que el juego de ellos es ese: ensuciar los partidos, jugar friccionado...".

   —Ustedes jugaron así por momentos.

   —Sí, es casi inevitable.

   A partir de ahí, los cuatro minutos siguientes hasta el final del primer tiempo, el Chivo metió un parcial de ¡16-0!.

   Escurriendo la defensa a partir de los bajos porcentajes de la visita (4-15 tiros de cancha en el cuarto), el Chivo dominó los rebotes (Dottori terminó con 11 en su tablero), corrió y no se empecinó en buscar a Banegas como primera opción, ganando el cuarto 23 a 11: 44-26.

   Claro que los 18 de luz con los que se fue al vestuario, se transformaron en 5 al término del tercer cuarto.

Banegas se desprende del Colo Martínez.

 

   "La idea es apostar al Flaco, que él hace diferencia, y generar espacios con el resto. Hoy (por anoche) estuvimos flojos en triples (7-24), pero tuvimos una rachita en el segundo cuarto que, en los momentos que caímos, nos permitió salir a flote", admitió Larrandart.

   Sin gol (1-7 en triples), perdió la línea de juego y Estudiantes respondió con Jerónimo Mitoire, quien atacó por el eje y sacó ventajas en el 1x1, convirtiendo 14 de los 25 de su equipo en ese parcial.

Mitoire, por momentos, complicó mucho. Lo sufre Marinsalta.

 

   "Ellos tienen un equipo muy largo y venían de jugar una muy buena serie con Pueyrredón. Había que aprovechar el desgaste. Aunque los terceros cuartos -reconoció- nos cuesta".

  —¿Por qué?

  —Es algo mental y propio nuestro.

   El 56-51 no era diferencia a falta de 10 minutos, tras perder 25 a 12 el cuarto.

   No obstante, una defensa zonal resultó una buena elección y los tiros de Larrandart de 4/5 metros ayudaron a capitalizar adelante las ventajas que sacaban atrás.

   "Entraron un par de pelotitas, salió bien la zona que planteó Mauri (Vago), ahí podemos estirar la diferencia y cerrar el partido con un poco de tranquilidad", sintetizó Larrandart.

José Luis Martínez y Miérez se disputan la pelota.

 

   A partir de ahora, Liniers cargará con la acumulación de partidos, un factor a considerar.

   "Nos puede complicar que solamente somos seis mayores. El tema es cuidar las faltas y tratar de llegar al final con los mayores en cancha", opinó Joaquín.

   Solamente 10m01 se repartieron entre los pibes Santiago Gattari y Juan Pablo Fuentes. El resto del tiempo estuvieron en cancha los seis mayores.

   Por ahora ese no fue un problema "mayor", parece sólo una cuestión de tiempo...