Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Qué hará Cristina, todavía una incógnita en la Casa Rosada

La columna del corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   Tras la primera jornada de reuniones de ayer en el Senado entre el oficialismo y la oposición para avanzar en el acuerdo que permita convertir en ley el jueves el memorándum de refinanciación del préstamo a Mauricio Macri entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional, y en medio de señales de ruptura, en la Casa Rosada esperaban ansiosos señales de lo que hará Cristina Fernández cuando llegue el texto al recinto.

   “La relación (entre el cristicamporismo y el albertismo) está dinamitada, de eso no hay dudas, pero a la vez es un problema”, dijo anoche una alta fuente del primer piso de la Casa Rosada, cuando todavía perduraban los cruces vía redes entre el “Cuervo” Larroque” y Aníbal Fernández, el nuevo ataque de la ultracristinista Fernanda Vallejos al Presidente y el nuevo video que mostró Cristina Fernández sobre el ataque a su despacho por grupos de extrema izquierda, en el que insiste con la teoría de que en realidad se trató de una acción deliberada.

   “¿Deliberada de quién?  ¿De alguien del gobierno? No es bueno dejar abierta esa duda”, se quejó la misma fuente. Creen que la difusión del nuevo video en un acto posterior a la andanada de Larroque contra la “parsimonia” del gobierno y sus entreveros con Aníbal no fue un gesto casual.

   El Presidente no gana para disgustos porque en el medio, lo que a su lado definen como “fuego amigo-amigo”, Claudio Lozano, uno de los directores del Banco Nación designado por el Presidente y que pertenece al partido de centro izquierda “Unidad Popular”, presentó un amparo ante la Justicia para que frene la sanción del memorándum con el Fondo por estar en total desacuerdo con su contenido. “¿Para quién trabaja?”, lo cruzó sin contemplaciones aquel funcionario. 

   En medio de ese clima enrarecido, en la casa de gobierno creen de todos modos que la vicepresidente jamás actuaría en contra de los intereses del gobierno. Y que en todo caso, aunque no lo saben con certeza y nadie les entrega información, suponen que ella se apartará del debate y solo si es necesario presidirá la sesión del jueves. Lo más probable que deje esa poltrona desde la que se dará por aprobado el acuerdo con el FMI a la vicepresidente primera de la cámara alta, la senadora santiagueña Claudia Ledesma Abdala, esposa del gobernador radical K de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.

   Por algo, la semana pasada la diputada nacional albertista de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, publicó un tuit que nunca borró, en el que advierte que “Cristina no es Cobos”. Obvia alusión al voto “no positivo” del mendocino Julio César Cobos a la resolución 125 durante la disputa con el campo de 2008, que casi termina con el matrimonio Kirchner de regreso en Santa Cruz, de no ser por una mediación del entonces presidente Lula llevada a cabo personalmente, paradojas del destino, por Alberto Fernández.

   En verdad el tuit de Tolosa Paz tiene sus bemoles, y se asientan en especulaciones tendenciosas que cierta prensa hizo circular acerca de un presunto plan que estarían maquinando Macri y Patricia Bullrich para maniobras mediantes, ausencias forzadas o no tanto, dejar en empate la votación en el Senado y obligar a un desempate a Cristina al estilo Cobos.  “Es una cargada, nunca darían los números para generar un empate, chicana y de las baratas”, denostó la versión por televisión el diputado de Juntos por el Cambio Ricardo López Murphy. 

   Más allá de las angustias, anoche en los despachos del gobierno reconocían que salvo cataclismos impensados el acuerdo será ley el jueves. El “poroteo” que han realizado personalmente el Presidente y senadores considerados albertistas les da que el Frente de Todos aportará una veintena de votos, más los de Juntos por el Cambio y el de los partidos provinciales, lo que permitirá llegar holgadamente a la mayoría tal como ocurrió en la cámara de Diputados. 

   “El cristinismo  se abstendrá o votará en contra, pero hay acuerdo con la oposición para no dar pasos atrás respecto de lo ocurrido en Diputados”, sostienen cerca del secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, que está casi todo el día con Alberto siguiendo aquel conteo de la fuerza propia.

   Una luz de alarma se encendió en el medio cuando el gobierno anunció el cierre de las exportaciones de aceite y harina de soja y avanzaría con una suba de las retenciones a los granos, gesto que puso en pie de guerra al campo y a Juntos por el Cambio, que amenazó con no votar el acuerdo con el Fondo en el Senado.

   Dicen saber en la Casa Rosada que esa represalia provino del mismísimo presidente del interbloque de Juntos, el mendocino Alfredo Cornejo. Pero que rápidamente la versión fue desmentida por otro senador de JxC a una muy alta fuente de la Jefatura de Gabinete. “No vamos a romper, el default sigue sin ser una opción porque no queda nadie en pie”, habría sido el mensaje.