Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Inflación a prueba de acuerdos: la canasta alimentaria subió 57 % en un año

Los intentos de contener la suba de precios en alimentos no arrojó, como era esperable, los resultados deseados.

Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

   Mal que le pese al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, la inflación alimentaria no sabe de acuerdos de precios: en la ciudad, en el último año, una canasta compuesta únicamente por alimentos básicos se incrementó un 57,3 por ciento, de acuerdo con las estimaciones del CREEBBA.

   La llamada Canasta Básica Alimentaria (CBA) elaborada por el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), replica la metodología del INDEC. Se elabora tomando en cuenta los requisitos kilocalóricos para una unidad de referencia (el adulto equivalente) y, a partir de allí, se extrapola a diferentes tipos de familia, entre ellas, una “familia tipo” (un jefe varón de 35 años, su cónyuge de 31, una hija de 8 años y un hijo de 6), cuyo valor final fue de 40.149 pesos para el primer mes de este año.

   La CBA está compuesta exclusivamente por alimentos básicos (no hay servicios, como alquiler de la vivienda, facturas de luz, gas y agua, indumentaria, etcétera) por lo cual, constituye el límite de la indigencia.

   Con todo, el aumento de la CBA supera al de su pariente más cercana (la Canasta Básica Total o CBT) que si incorpora el gasto no alimentario. La misma, para la familia en cuestión, totalizó 89.131 pesos al primer mes de 2022, anotándose un aumento interanual del 48,62%, es decir, casi nueve puntos porcentuales por abajo de la CBA.

   La situación no fue diferente en las últimas dos mediciones (2020 y 2021), donde, en promedio, la CBA subió por encima de la CBT.

   Las cifras evidencias dos cuestiones: la primera es la total ineficacia de los acuerdos de precios para los alimentos básicos como única estrategia antiinflación.

   La segunda es el carácter totalmente regresivo de la inflación: como los pobres gastan un mayor porcentaje de sus presupuestos en alimentos básicos, los aumentos les “pegan” con muchísima más fortaleza con respecto a los más acomodados, quienes cuentan con más ingresos para gastar en otros bienes y servicios.

Pérdidas irrecuperables

   En el marco de la recuperación económica del año 2021, el salario real creció 6 puntos en los últimos meses. Si bien se trata de un registro importante, todavía no alcanza el nivel previo a la pandemia, advierten desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).

   Si el objetivo de política económica para los próximos años fuera el de recuperar el poder adquisitivo que tenían los salarios en 2015, aún faltaría un crecimiento real -por encima de la suba de precios- del 27%, de acuerdo con el MATE.

   Según el Mirador, la fuerte pérdida salarial de la etapa macrista (perdieron 22%) aún no pudo ser recuperado.