Realizarán un “megasimulacro” de derrame de petróleo en una zona urbana bahiense

Redacción de La Nueva.

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   Personal de seguridad de múltiples dependencias, gran cantidad de vehículos de emergencias, siete cortes de tránsito y puestos de prevención serán parte de un “megasimulacro” de contingencia que se realizará mañana en Bahía Blanca, en un sitio sobre la traza de un oleoducto.

   Se trata de un operativo de prevención de daños en el marco del Proceso APELL, un programa de Naciones Unidas que en nuestra ciudad trabaja para minimizar el impacto de los accidentes con productos químicos, que se desarrollará en conjunto con la empresa de transporte de petróleo Oleoductos Del Valle S.A. (Oldelval) y Defensa Civil.

   El procedimiento se llevará a cabo entre las 9.30 y 10.30 de mañana en la zona detrás del Cementerio Municipal, particularmente en la esquina de Cambaceres y Liniers, y abarcará cortes de tránsito en siete calles aledañas.

   Para su realización, se parte de una hipótesis que plantea una emergencia que podría suceder en la realidad. En este caso, será la rotura accidental del caño provocada por una máquina excavadora. A partir de esa situación, se activa un Plan de Respuesta de Emergencias que involucra a múltiples organismos.

   Bomberos, tanto voluntarios como oficiales; Policía Ecológica, personal de Tránsito del Municipio, la Agencia de Seguridad Vial y policías participarán también del procedimiento. 

   “La gente va a notar la movilización de vehículos y se va a ver afectada esa zona”, advirtió en conferencia de prensa el titular de Defensa Civil, José Luis Henríquez, quien definió al proceso como un “megasimulacro” a raíz del amplio despliegue que implica.

   “Vamos a aplicar todos los procedimientos que están contemplados dentro del Plan de Respuesta a Emergencias Tecnológicas, con todo lo que eso conlleva”, dijo, por su parte, la directora adjunta del Proceso APELL Bahía Blanca, Gabriela Bohn.

   De acuerdo con ese protocolo, las primeras acciones tienen que ver con detener el origen de la fuga. Luego, se trabaja para evitar la propagación de la pluma de contaminación a través de barreras absorbentes. Más adelante, se realizan las tareas para recuperar los fluidos y, por último, comienzan los trabajos de remediación. 

   “Todas esas tareas están relacionadas, primero que nada, a la seguridad de las personas. Obviamente, al entorno también”, manifestó el gerente de Calidad, Ambiente, Seguridad y Salud (CASS) de Oldelval S.A., Diego Gómez. 

   Según explicó, la principal emergencia en estos casos es “el riesgo de incendio de cualquier producto inflamable que pueda ser derramado” a partir de una eventual rotura de los conductos que están a poco más de 1 metro de profundidad. 

   En ese marco, los vecinos que residen sobre la actual traza del oleoducto son informados de los riesgos que conlleva y las eventuales situaciones que se pueden generar a partir de una emergencia. 

   Según informó, está previsto que el conducto que actualmente transporta petróleo debajo de la zona urbana bahiense sea abandonado en los próximos años. 

   La empresa Oldelval S.A. comenzó en octubre la construcción de un nuevo oleoducto que conectará los yacimientos de Vaca Muerta, en Neuquén, con el Puerto de Coronel Rosales, en el marco de un programa que busca duplicar el caudal de transporte de petróleo.

   Esa nueva instalación, explicó García, reemplazará a la existente –la cual será abandonada siguiendo los protocolos de la Secretaría de Energía de la Nación– y su recorrido prevé un cambio de traza para evitar el paso por Bahía Blanca. 

   “Ya comenzaron las tareas de acopio de cañería en la zona de la Base Naval de Puerto Belgrano. Además, empezó la apertura de pistas y ya están los obradores armados. Es decir que el proyecto ya comenzó, está en sus etapas iniciales”, precisó el empresario en diálogo con La Nueva.

   El proyecto final contempla 525 kilómetros de oleoductos, –que se extienden desde la Estación de Bombeo Allen, en Río Negro, hasta Puerto Rosales, en Punta Alta– y tendrá un plazo de ejecución de aproximadamente dos años.