Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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La ONU y el impacto de la crisis climática en la Argentina: menos nieve, más sequía

Si bien existe una intención de cambiar los modelos de consumo y producción, ya no se podrá esquivar la suba de temperatura promedio de 1,5ºC en los próximos 20 años.

Foto: archivo-La Nueva.

   Científicos argentinos mostraron las principales conclusiones de la primera parte del reporte AR6, un informe que elabora el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés).

   El mismo analiza los cambios que tendrán las regiones del planeta en escenarios con distintos niveles de aumento de la temperatura global promedio, de acuerdo a las medidas para detener la emisión de gases de efecto invernadero que asuma la clase política.

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   En ese sentido, Argentina podrá esperar sequías y también lluvias extremas; menor cantidad de nieve en Los Andes con la consecuente falta de agua; retracción de glaciares y suba de la temperatura promedio en todo el país. Todo —claro— con variaciones según la ciudad y la región.

   Si bien existe una intención de cambiar los modelos de consumo y producción, ya no se podrá esquivar la suba de temperatura promedio de 1,5ºC que, según los expertos, se alcanzará entre 2021 y 2040.

   “La retracción de glaciares en la zona de Cuyo o la acumulación de lluvias en pocos días de verano es ya observable”, dijo Juan Rivera, investigador del Conicet y autor del IPCC, en diálogo con Infobae.

   “Para algunos de estos cambios no hay una vuelta atrás o no son reversibles a escala de cientos o miles de años. Son procesos lentos y se dan en los océanos o en las regiones frías de nuestro planeta. En particular, el retroceso de glaciares y la pérdida de los cascos polares continuará aunque dejemos de emitir gases de efecto invernadero. La disponibilidad de agua va a ser un tema en el futuro en la zona de Cuyo. En la Antártida el derretimiento va a continuar por miles de años”, añadió Lucas Ruiz, científico del Ianigla que también participó de la redacción del informe internacional.

   La presentación del reporte internacional por parte de los científicos argentinos fue organizada por los ministerios argentinos de Ciencia y Técnica y de Ambiente de la Nación. Participaron Carolina Vera, investigadora argentina y vicepresidenta del Grupo de Trabajo I, que realizó el reporte; Anna Sörensson investigadora y autora del IPCC y Rodrigo Rodríguez Tornquist, secretario de Cambio Climático.

   “Un mensaje importante de este reporte es que, además de recortar drásticamente las emisiones de dióxido de carbono hay que poner el ojo en el metano. Si bien este gas existe en la naturaleza, el origen antropogénico se da en la actividad ganadera, en las aguas residuales, en los residuos en general, el cultivo de arroz, industria del petróleo y el gas y la minería de carbón”, explicó Vera.

   En la Argentina las actividades extractivas como la minería, la extracción petróleo y gas y los sistemas agrícola-ganaderos son los mayores generadores de CO2 y metano, dos de los gases que provocan el efecto invernadero.

   Y, si bien la científica indicó que el informe asegura que la suba de 1,5ºC no podrá evitarse, es muy importante actuar rápidamente para tratar de frenarla: “Como para darse una idea de cómo afecta en las precipitaciones, la lluvia diaria se acrecienta un 7% por cada grado adicional”, indicó.

   Las dos zonas de la Argentina con escenarios de mayores precipitaciones son la Patagonia y la zona central.

   “En el sudoeste (la Cordillera) se verán condiciones cálidas secas y ventosas que favorecen los incendios. Y el aumento de precipitaciones se verá en la zona central en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y en la Mesopotamia. En el sur del país habrá tanto sequías como incremento en las precipitaciones extremas”, describió a propósito Sörenssen. (Infobae)