Plan Plurianual y acuerdo con FMI pasan para 2022

Eugenio Paillet

   Un día después de la presencia en el Congreso del ministro de Economía Martín Guzmán para defender los números del Presupuesto 2022, tanto en la Casa Rosada como en el Palacio de Hacienda quedaba la impresión de que otras dos metas claves del gobierno como el Plan Plurianual anunciado por el presidente Alberto Fernández y la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, quedarán para 2022.

   “Tenemos el compromiso de la oposición de no trabar la aprobación del Presupuesto para el año que viene, pero no hay mucho tiempo para sesionar y creemos que esas dos asignaturas quedarán para enero o febrero”, dijo una fuente ministerial.

   En efecto, la exposición de ayer del ministro Guzmán ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados para exponer sobre los lineamientos generales del cálculo de gastos y recursos que hace el gobierno para el año que viene, algunos de cuyos datos son fuertemente cuestionados por la oposición, como la previsión de un 33 por ciento para la inflación en todo 2022, cuando el grueso de las proyecciones la ubican otra vez por encima del 50 por ciento, apenas da como para aceptar que la llamada ley de leyes sea sancionada en la última sesión del jueves 30.

   La oposición dejó sentado que considera “un dibujo” el proyecto que defendió Guzmán para el año que viene, no obstante lo cual expresó su voluntad de apoyar al gobierno para aprobar el instrumento antes de fin de año.

   Frente a ese escenario propuesto por la oposición se estima que el presidente Fernández no tendría otra salida que convocar nuevamente por decreto a una prórroga de las sesiones ordinarias de este año, que podrían realizarse durante todo el mes der enero, o dejar todo para las ordinarias de marzo, para tratar el Plan Plurianual y el acuerdo con el FMI.

   Si no se cumpliesen los pronósticos que alientan la sanción del Presupuesto para antes de fin de año, el gobierno debería echar mano a una decisión que la oposición resiste, que es insistir con el tratamiento para las ordinarias de marzo próximo y mientras tanto emitir decretos de necesidad y urgencia (DNU) que permitan a la administración manejarse discrecionalmente con partidas del Presupuesto de este año.

   “Veremos si alcanzamos un acuerdo (con la oposición) antes de fin de año, sino deberemos discutirlo el año que viene, quedan dos sesiones y tanto en el Congreso como en Economía nos dicen que son optimistas”, sostienen las fuentes gubernamentales.

   El Presidente, se sabe, había alentado la posibilidad de que el Plan Plurianual y los primeros resultados de un acuerdo a largo plazo con el Fondo Monetario pudieran aprobarse tanto en Diputados como en el Senado antes de la última sesión del año. Esa era la instrucción central que Alberto le había dado a Guzmán en un reunión de la que también participó el Jefe de Gabinete, José Luis Manzur y la primera plana del oficialismo en la cámara baja encabezados por Sergio Massa y Máximo Kirchner.

   Tras el paso de Guzmán ayer por la Comisión de Presupuesto y Hacienda y los escasos resultados obtenidos, en el gobierno comenzaba a primar en las últimas horas otra mirada: aquella que se resigna a patear para las sesiones ordinarias del año que viene esas dos herramientas fundamentales que reclamaba el presidente para encarar la segunda parte de su mandato al frente del Poder Ejecutivo.

   “No damos nada por sentado ni por cerrado, hay negociaciones esta semana que por ahí modifican todo, pero por las dudas tenemos que tener un plan B”, planteó con racionalidad aquella fuente gubernamental.