Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Las alarmas de Alberto para no descartar “el botón rojo”…

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Desde el fin de semana hay un dato considerado fundamental por los colaboradores del presidente Alberto Fernández, que está al tope de los documentos sobre el escritorio de la residencia de Olivos. Y que podría ser la clave detrás de la cual se mantiene viva la advertencia sobre la aplicación del “botón rojo” y una posible vuelta a Fase 1 en la larga lucha contra el coronavirus.

   Ese documento tiene formato de encuesta nacional que recibió el presidente el fin de semana y que rápidamente circuló por los principales despachos del gabinete y en especial en el ministerio de Salud, donde podría afirmarse que en consonancia con sus colegas de la misma cartera de la provincia de Buenos Aires habitan quienes más acuerdan con Alberto en la necesidad de no descartar esa drástica marcha aras.

    Ocurre que la encuesta detectó un inesperado aumento en el porcentaje de ciudadanos que tras haber “bajado la guardia” respecto al sostenimiento de la larga cuarentena iniciada el 20 de marzo pasado, ahora retomaron sus preocupaciones por el avance de la pandemia y otra vez privilegian el cuidado con encierro incluido que temas como la destrucción de la economía, la eventual pérdida de empleo o las dificultades para pagar deudas e impuestos.

   La encuesta de la consultora Poliarquía que mira el presidente sostiene que en las dos últimas semanas y al ritmo del alarmante aumento del número de contagiados y de víctimas fatales por el Covid, los ciudadanos que dicen estar bastante o muy preocupados por el avance del coronavirus subió del 75 al 83 %.

   “Todos los números que manejamos nos muestran que después de un relajamiento, la sociedad ha vuelto a preocuparse por los efectos en la salud de la pandemia, y eso habilita a pensar que es posible volver todo para atrás”, dijo una fuente de la Jefatura de Gabinete al tanto de esos datos.

   El presidente, como se recuerda, ya amenazó en un par de oportunidades con apretar el “botón rojo y volver todo atrás en el caso de que la curva de contagios supere durante varios días los 10 mil casos, como de hecho está ocurriendo, como también que la cantidad de fallecidos bordee los 300 casos diarios.

   Dicen los colaboradores del presidente que hay otros dos números que preocupan al Gobierno y que serían una especie de “línea de corte” a partir de la cual se debería pensar seriamente en adoptar aquella drástica decisión. Esos números ya están presentes entre nosotros: que la cantidad de contagiados por el coronavirus quiebre la barrera de los 500 mil casos, como ocurrirá seguramente en el curso de esta semana. Y que la suma de victimad fatales alcance, como ya ocurrió el lunes, los 10 mil casos.

   En medio de algunas disputas internas sobre la posibilidad de aplicar el “botón rojo” y en especial sobre sus consecuencias en la población, hay funcionarios como la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, que advirtió sobre los riesgos de regresar al 20 de marzo, los cuales deberían ser muy bien calibrados, dado que si bien las encuestas muestran que la preocupación de la gente ha vuelto a crecer, la capacidad de asimilación del ser humano “está al límite”.

   Sin embargo, los partidarios de aplicar esa medida drástica, a tono con lo que también plantean en Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Salud, Daniel Gollán, reparan justamente en aquel rebrote en la preocupación de los ciudadanos por el temor a los contagios como el factor que podría definir los pasos que dará el presidente. Tal vez, dato que se manejaba en las últimas horas en la Casa Rosada, sin esperar al vencimiento del plazo de la última etapa de la cuarentena, que operará el 20 de septiembre.

   “Los datos están a la vista, hoy estamos más para endurecer que para flexibilizar”, dicen en la Casa Rosada en discordancia con la política de aperturas que lleva adelante el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

   De todos modos, y a la espera de la evolución de la curva de contagios y fallecimientos en las próximas 72 horas, en el Gobierno dicen que la decisión de apretar o no el “botón rojo” será del presidente en consulta con el equipo de médicos que lo asesora.