Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Condenaron por un asalto previo al acusado de matar al quiosquero García

El joven que está siendo juzgado por el homicidio en ocasión de robo cometido en Undiano al 400 recibió una pena de 5 años de cárcel por un delito que se consumó días antes del trágico hecho. 

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo LN.

   Apenas 5 días antes del homicidio en ocasión de robo del comerciante Luis Omar García, dos ladrones asaltaron una heladería de Villa Libre, donde amenazaron con un arma a una empleada y escaparon con la recaudación.

   La propia víctima fue quien, tras conocerse el crimen del quiosquero del barrio San Martín y el arresto de los sospechosos, advirtió que entre ellos se encontraba el sujeto que le apuntó para sustraer el dinero.

   Se trata del joven de 21 años que, desde el jueves pasado, está siendo juzgado por el ataque mortal a García y que -según se supo- días antes del juicio fue sentenciado a 5 años de prisión por el atraco al local de Necochea al 800.

   No se brinda la identidad del procesado debido a que en la causa por el homicidio ya fue condenado como coautor su primo, quien era menor de edad al momento del hecho y por cuestiones legales debe preservarse su nombre o cualquier manera de identificarlo.

   El juez Eduardo d'Empaire, del Tribunal en lo Criminal Nº 3, encontró culpable al sujeto del delito de robo con armas agravado por la participación de un menor de edad.

   Para el magistrado quedó acreditado que el 9 de febrero de 2019, alrededor de las 22.30, dos personas que se movilizaban en una moto arribaron a la heladería situada a dos cuadras del Hospital Italiano.

   Mientras el adolescente permaneció en el exterior, el otro ladrón accedió al negocio y abordó a una empleada, a quien la amenazó con el arma y le dijo “dame la plata”.

   El asaltante tomó algunos billetes que había en la caja registradora y exigió más dinero, por lo que la víctima le entregó otra suma que tenía guardada en un recipiente de telgopor.

   En esas circunstancias, y mientras la joven le manifestó que se estaba sientiendo mal como consecuencia de la situación, se apoderó también de un teléfono celular y finalmente escapó junto a su cómplice.

Reconocimiento

   La damnificada declaró que ese día estaba sola en el local, cuando arribaron los jóvenes, uno de los cuales ingresó y la asaltó.

   Describió que vestía una campera oscura y tenía un casco, aunque aclaró que se podían ver las facciones del rostro.

   Indicó que el delincuente le apuntó “todo el tiempo” con el arma y que el robo se extendió unos pocos minutos, aunque aclaró que para ella “fue eterno”.

   También sostuvo que algunos días después le mostraron las fotos que circulaban en las redes sociales de los detenidos por el crimen de García y reconoció al joven que la asaltó.

   Respecto del menor que lo acompañaba, explicó que algunos días antes había estado en el comercio realizando compras junto a una mujer.

Único elemento

   El defensor oficial Sebastián Cuevas sostuvo que la declaración de la víctima resultaba el único elemento de cargo respecto del imputado, considerando también que su testimonio fue contradictorio.

   Agregó el defensor que se trató de una declaración que no fue corroborada, “pese a la gran cantidad de diligencias que pudieron realizarse”.

   También dijo que el hecho posterior con el que la víctima lo relaciona ocurrió días después y que todo ello "genera una duda insuperable" que imponía la absolución.

   No obstante, el juez sostuvo que el testimonio de la mujer “no solo apareció como verosímil en su contenido, sino que impresionó como veraz en la seguridad de sus afirmaciones”.

   “Su convencimiento de que el encausado es autor del hecho no está acompañado de otros elementos de convicción, pero su testimonio ha alcanzado entidad suficiente para darle credibilidad también en el extremo que hace a la autoría”, afirmó, al determinar la responsabilidad del procesado en el robo.

   Al momento de establecer la sanción, valoró como agravantes distintos aspectos, como la nocturnidad, la pluralidad de intervinientes, la vunerablidad de la víctima (se encontraba sola en el local cuando fue abordada por el ladrón) y la utilización de una moto, que "demuestra un mayor equipamiento y preparación previa”.