Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Villa Mitre no se detiene: va tomando forma una de las obras más importantes de su historia

El ambicioso proyecto para la remodelación de la sede de Garibaldi 149 se encuentra en un etapa de pleno cambio. "Son mandatos de una cultura de club. La infraestructura es motivante, porque es lo que queda y es lo que nos gusta", contó su presidente Juan La Rocca.

Así se ve hoy el ingreso por calle Garibaldi, donde se encontraba el antiguo fogón y el Coloso a la derecha. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva. y Archivo-La Nueva.

 

Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com

 

   Pese al delicado momento y de incertidumbre que atraviesa el mundo por la pandemia y, particularmente nuestra ciudad, Villa Mitre continúa a paso firme con una obra superadora y de las más importantes en la historia del club.

    El proyecto presentado a principios de 2018 que proponía modificar la sede de Garibaldi 149 se encuentra en una etapa clave, en la que los cambios comenzarán a ser notorios.

    Dicho lugar pasará a contar con tres piscinas de distintas dimensiones, nuevas comodidades para los socios y construcciones modernas, acordes a una institución que atraviesa un gran momento y se proyecta a nivel local, regional y nacional.

   "Se está haciendo el tinglado y la parte de estructura de hormigón, así que de acá a cuatro meses todo ese volumen va a ser imponente, porque es muy grande lo que se va a hacer. Después, a partir de ahí, empezaremos con los cerramientos, los detalles y demás", le contó el presidente tricolor, Juan La Rocca, a La Nueva.

    Esta etapa del proyecto había comenzado en marzo, antes de la cuarentena, y continuó ni bien se habilitó a la construcción, como parte del aislamiento social.

    —Una vez que quedó habilitada la actividad, continuaron con la obra sin problemas, pese a este escenario tan particular...

    —Claro. Nosotros tenemos que tener en cuenta que por orden de la Asamblea, toda la plata que ingresa de la venta de 14 de Julio (NdR: donde se encontraba la antigua pileta) se separa, se tiene en una caja aparte y se utiliza solamente para estas obras. Si esto se estaría haciendo con recursos netamente del club, la obra no se podría hacer o estaría parada. Lo de 14 de Julio se vendió, a pagar en dos años, y a medida que se cobran las cuotas, se destinan a las obras de la sede. Cuando vendimos hicimos una Asamblea Extraordinaria y se decidió eso.

Juan La Rocca, presidente de Villa Mitre.

 

    Además de este significativo proyecto, Villa Mitre viene trabajando desde un largo tiempo en obras, sobresaliendo el predio "La Ciudad", ubicado en calle México y Thompson.

   El mismo cuenta con canchas de fútbol, hockey y rugby y es uno de los grandes orgullo del club. Y, además, a principio de año se convirtió en el primer club de la ciudad en contar con Jardín maternal y de infantes.

    —A pesar de la difícil situación, ¿las obras son algo que pregonan como comisión?

   —Sí, nosotros creemos que la mesa tiene por lo menos cuatro patas, y tratamos de llevarla de forma horizontal y que no se desvíe para ningún lado. Y, sobre todo, sabiendo que gastamos lo que tenemos, ni más, ni menos. Se hace mucha gestión. Uno de los ejercicios y lo que más nos motiva en el club es la infraestructura. Capaz que inconscientemente son mandatos que han quedado de antes, de una cultura de club. La infraestructura es motivante, porque es lo que le queda al club. 

 

   —Nombra la palabras "gestión" y "administración", ¿son un poco la clave para no detenerse?

   —Sí, es como una cultura. Somos muchos los que estamos pensando en hacer cosas en el club. Es lo que nos entusiasma, lo que nos gusta, es una cultura. Por ahí influyen cosas como las de Villa Obrera, las torres que se montaron en la cancha de Fútbol 9 del predio o el hockey que ha trabajado mucho con la venta de verduras y pizzas para generar recursos y tener luminaria nueva, que es muy importante. Estamos juntando esfuerzos y ya por cultura nos motiva trabajar en busca de objetivos.

    Además de la obra de la sede, Villa Mitre también puso en valor las instalaciones de Chiclana 1800, donde se encontraba el club Villa Obrera y que a futuro será destinado para las bochasya que el lugar donde se encontraba el antiguo escenario Francisco Páez.

   —Lo de calle Chiclana también es otro paso hacía adelante, revalorizando ese lugar...

    —Sí, la gente de las bochas tenía algunos recursos y empezamos con la etapa de demolición. Vamos a ver si para fin de año podemos techar la parte de la cancha de bochas, de a poquito, y a medida que tengamos recursos ir haciendo el resto.

Así se verán las instalaciones del tricolor.

 

    —Uno ve el proyecto de la sede y por lo que se vislumbra, el cambio de fisonomía, de comodidad, de todo... es una de las obras más importantes en la historia del club.

   —El club ya tenía una base muy importante de infraestructura, capaz faltaba ponerla en valor, algo de mantenimiento, pero bueno... El Coloso es un salón importantísimo. El Fortín de alguna manera puede estar desactualizado, pero es un lugar que para nosotros es cómodo. El predio es muy importante y la obra comparable con esta del natatorio. Esta nos va a permitir ampliar actividades, modernizarnos y seguir esa línea de mejor administración, pero el club va a poder tener una cierta cantidad de servicios que va más allá de lo que es una actividad o una acción social y eso va a permitir ampliar la cantidad de socios y, a su vez, tener un ingreso extra para mantener lo que hay o seguir creciendo.

    —¿En cuanto a El Fortín tienen algún proyecto?

    —Estábamos trabajando muy fuerte con el Municipio; Héctor (Gay) es una persona que siempre nos presta atención a nuestros requerimientos o necesidades. Antes de la pandemia estábamos viendo si se podía conseguir algún lugar, ya Guillermo Sangronis (colaborador del club a cargo de la mayoría de las obras) hizo un anteproyecto para construir la cancha; si eso se llegara a concretar en algún momento, seguramente tendremos que hacer alguna Asamblea para ver si la gente lo aprueba. Y si así fuera, poder intentar hacer esa obra que también es importante.

 

    —¿Qué plazos manejan para la finalización de la obra en Garibaldi?

    —Dos años estaría bien; calculamos que para fines de 2021 o mediados de 2022. Va a depender también de que la rueda siga rodando, que podamos mantener los ingresos que necesitamos y demás. Uno se imagina un escenario hacia adelante, pero yo creo que no nos estamos dando cuenta que desde lo económico todo viene para peor. Yo me puedo imaginar que hoy el club tiene cierta cantidad de recursos, pero estimo, lamentablemente, que en septiembre van a ser muchos menos y tal vez en diciembre, si esto sigue así, van a ser terriblemente menos. Para nosotros y para todo el mundo. Por ahí uno traslada la realidad actual a meses para adelante y eso es un error. Si la gente que colabora con vos hoy está complicada, en octubre va a estar más complicada, porque aunque la pandemia merme, creo que el tema económico va a ser muy duro.

El proyecto a grandes rasgos

    El mismo consta con tres plantas de 400 metros cuadrados cada una, conectadas entre sí con pasillos a la actual construcción.

   Abarca una primera planta que albergará tres piletas de natación, todas climatizadas.  

    Una de ellas será semiolímpica, de 12x25 metros; otra de 8x7 metros y estará destinada a adultos, con servicios de rehabilitación y la última de 3x10 metros, será preferentemente para niños y bebés.

    Además, habrá vestuarios, consultorios, oficinas, lugares destinados para la atención al socio y buffet para uso interno.