Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

El primer basquetbolista recuperado de COVID-19 será donante de plasma en Bahía

En el Hospital Penna le abrieron las puertas y esperan al juninense Facundo Corvalán.

Facundo, acompañado por Vicky, salió a trotar por las calles de la ciudad. Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

 

Por Fernando Rodríguez / @rodriguezefe

 

   “Llamame en media hora, que estoy entrenando”, respondió Facundo Corvalán, ante la solicitud para concretar una entrevista para “La Nueva”.

   Sin dudas un buen síntoma, considerando que el juninense (21 años), ex jugador de Bahía Basket, fue el primer basquetbolista infectado de coronavirus y pasó 20 días internado en el Hospital Piñeyro de su ciudad, poco después de llegar de España, donde estaba jugando.

Corvalán, en su última temporada con Bahía Basket.

 

   Por estos días se encuentra en la ciudad, acompañando a su novia bahiense, Victoria Viñuela, y disfrutando también, en las últimas horas, de las buenas noticias.

   —Ya estás inmunizado. ¡Sos un privilegiado!

   —Sí, en cualquier momento voy a poner un puestito de delivery, je... La verdad que todavía nadie me confirmó que no pueda volver a contagiarme, pero sé que tengo menos probabilidades, porque ya generé anticuerpos.

Al aire libre, disfrutando de Bahía en compañía de su novia.

 

   —¿Ya te ofreciste como donante?

   —Sí, envié a varios centros y laboratorios, pero recibí pocas respuestas. Por eso, considerando que en Junín no hay máquina para extraer plasma, consideré que Bahía era una buena alternativa; mandé un mail al (Hospital) Penna y ya me llamaron. Estoy con ganas de donar y es una de las intenciones por las que viajé. Ya se comprobó que el plasma de un donante ayuda a nueve personas. ¡Es un montón! En estos días tengo que hacerme los estudios para evaluar si puedo ser donante, porque es una extracción de una hora y media y tienen que ver el tamaño de las venas.

   —¡Una buena noticia para Bahía!

   —Y tengo otra, que me la dieron hace poquito.

   —¿Sí? ¿Cuál?

   —Oficialmente soy embajador de Bahía Basket y estaré en la página con Pancho (Jasen), Lucio (Redivo), Maxi (Fjellerup)... Me puso muy contento.

   —Al final fue sumamente fructífero tu viaje a Bahía...

   —¡Sí! Empezaron a llegar las buenas noticias, je. Sinceramente, a esta ciudad la siento como mi segunda casa. Fueron cuatro años muy importantes que viví en Bahía Basket. Llegué con 16 años y me ayudó a madurar mucho.

 

Se pone en forma

 

   —Desde que volviste a entrenar, ¿sentiste limitaciones físicas?

  —No, ya me encuentro muy bien, pudiendo hacer todo. En un momento se comentó que podría tener falta de aire, pero todo lo contrario. Después de una semana recuperé lo perdido. Y eso que antes de estar internado, las últimas dos semanas en España estuve parado, porque había sufrido un golpe en la cabeza.

   —¿Qué es lo que más perdiste desde lo físico?

   —Lo aeróbico, más que nada por entrenar en espacios reducidos. Pero de masa muscular estoy muy bien y sigo tratando de alimentarme bien.

Junto a su mamá, cuando aguardaban los resultados.

 

   —Viviste un tiempo con el temor de contagiar y hoy tenés la posibilidad de ayudar. ¡Cómo cambió tu realidad en tan poco tiempo!

   —Sin dudas. Estar en el ojo de la tormenta no fue fácil. Hubo gente, aunque poca, que me criticó. Los que me conocen saben que en ningún momento quise hacer daño a nadie. En todo momento estuve muy apoyado por mi familia, mi novia y su familia, más el mundo del básquet. En cierto punto valoraban que era yo quien quería cuidar al resto.

   —De todos modos te contagiaste cuando esto empezaba y había mucha menos información, lo cual está claro que no se trató de negligencia de tu parte.

   —Claro, sólo que nadie sabía cómo cuidarse. Ahora sí le estoy viendo el lado positivo, asumiendo que puedo ser útil ayudando al resto de los argentinos. Ojalá que pueda donar.

 

Descubriendo la enfermedad

 

   —¿De qué manera conviviste con la incertidumbre de una enfermedad nueva? ¿Hubo algo que te ayudó por ser deportista?

   —Si bien no lo sufrí demasiado, el desconocimiento de la enfermedad me afectaba. El lado deportivo me sirvió para mantenerme positivo y en movimiento. Me acuerdo que agarraba una mesita de luz para hacer algunas sentadillas, je. ¡Fueron 20 días en una habitación de hospital público...!

   —No te olvidás más de esa habitación.

   —¡No! Le tomé cariño al final. La tele en blanco y negro ya la veía en colores, je...

Facu, de visita en el Hospital Interzonal de Junín.

 

   —¿Dudaste en algún momento de tu futuro deportivo?

   —La verdad que no llegué a dudar de que me quedara alguna secuela. Me dio mucha tranquilidad el personal médico. Me sentía uno más. Estuvieron acompañándome, sabiendo que era el primer caso.

   —Y sabiendo que ellos, de alguna manera, también eran noticia.

   —Sí, porque fue todo nuevo. Era prueba y error. Gracias a Dios ninguno se contagió. Hicieron muy bien las cosas.

Su futuro es incierto. ¿Saltará de categoría?

 

   —¿Cuál es tu futuro basquetbolístico?

  —Mi club (Real Canoe) se adhirió a lo que sería un despido temporal. Y no se sabe si se volverá a jugar con los cuatro que estaban arriba, por lo cual para nosotros se terminó la temporada. Estoy a la espera de que se mueva el mercado.

   —¿Tu sueño es dar el salto a la Liga Endesa?

   —Sí. Es mi deseo, más allá de seguir creciendo. Ojalá se me dé la próxima temporada. De todas maneras, si tengo que jugar otra temporada en la LEB Oro no estaría mal. Me gustó la competición y me sentí muy cómodo.

   Facundo Corvalán se recuperó e  integra el grupo de privilegiados que puede ayudar a que se curen los infectados. Definitivamente, volvió a estar en carrera...